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¿Te pones a la defensiva y quieres cambiarlo? (Why won’t you apologize? Harriet Lerner)

5 diciembre, 2022 a las 9:01/ por

La industria editorial de la traducción es una ruina. Por eso, en la mayoría de los casos, las editoriales sólo traducen los libros que han sido bestsellers durante años, para asegurar que recuperan la inversión.

Esa es una de las razones por las que Harriet Lerner sólo tiene un libro en castellano, «La danza de la ira». Es un libro que llevo recomendando en consulta desde 2018 y que, quizá por eso y el boca a boca, ha vuelto a ser un bestseller a pesar de haberlo sido en los años 80. Lo bueno de Lerner es que, no solo detecta los problemas en las relaciones que otros muchos libros detectan, sino que da soluciones.

En 2017 Harriet Lerner publicó «Why won’t you apologize?», que vendría a ser algo así como «¿Por qué te niegas a pedir perdón?». Y en ese libro incluye dos de esas soluciones muy útiles: Unas recomendaciones para quienes se ponen a la defensiva (este post) y otras para quienes no reciben las disculpas que desearían.

Esta traducción, como siempre aviso, la hago aprisa, para que tengamos estas herramientas en castellano. Y si la autora en algún momento me contacta porque no quiere que esté disponible la traducción, lo retiraré. Pero, la verdad, es lo mismo que he hecho con otros libros, sobre todo con Ética Promiscua, y creo que eso ayudó a que fuera muy muy conocido.

 

CÓMO REDUCIR TU ACTITUD DEFENSIVA

En mis estudios de posgrado me enseñaron que escuchar es algo pasivo, pero no es cierto. Escuchar es un proceso intensamente activo, uno que surge de una manera mucho menos natural que hablar. No existe un reto mayor que escuchar sin ponerse a la defensiva, especialmente cuando no queremos escuchar lo que la otra persona nos está diciendo.

Es imposible exagerar lo díficil que es salirse de la actitud defensiva. Cuándo alguien nos habla de forma agresiva o crítica, nuestro punto de partida automático es prestar atención especialmente a las cosas en las que no estamos de acuerdo. Es algo tan automático que requiere motivación, coraje y buena voluntad darnos cuenta de nuestra actitud defensiva y dejarla de lado.

La escucha sin ponerse a la defensiva es la esencia de una disculpa sincera. Estos son doce puntos que recordar cuando estés en el lado receptor de las críticas:

1 Admite tu actitud defensiva. Es algo automático que nos pongamos inmediatamente a la defensiva cuando nos critican. Darnos cuenta de nuestra actitud defensiva nos puede dar un poco de perspectiva que es crucial. Estamos escuchando a la defensiva cuando buscamos con qué no estamos de acuerdo. Date cuenta cuando estés concentrándote en las imprecisiones, distorsiones y exageraciones que es inevitable que existan.

2. Respira. La actitud defensiva comienza en el cuerpo, tensándolo y poniéndonos en guardia, incapaces de recibir nueva información. Haz cosas que te puedan calmar. Respira de forma lenta y profunda.

3. Escucha sólo para comprender. Escucha sólo para descubrir con qué estás de acuerdo. No interrumpas, discutas, rebatas o corrijas los hechos, ni sumes tus propias críticas y quejas. Si tus quejas son legítimas, eso es una razón más que poderosa para guardarlas para más tarde en una conversación diferente, cuando puedan ser el centro de la conversación y no una estrategia de defensa.

4. Haz preguntas sobre lo que no entiendas. Cuando las críticas son vagas («Tengo la sensación de que no me respetas»), pide un ejemplo concreto. («¿Me puedes poner un ejemplo de una vez que yo te estuviera ninguneando?») Esto aclarará las cosas y mostrará a la otra parte que te importa comprenderla. Nota: Pedir datos concretos no es lo mismo que una actitud quisquillosa. La clave es la curiosidad, no interrogar. No te comportes como si fueras fiscal, aunque lo seas de verdad.

5. Busca algo con lo que estés de acuerdo. Puede que sólo estés de acuerdo con el siete por ciento de lo que la otra persona está diciendo y, aún así, encontrar un punto en común. («Creo que tienes razón, la otra noche estaba monopolizando la conversación») Si no eres capaz de encontrar nada con lo que estés de acuerdo, dale las gracias a la otra persona por su sinceridad y dile que pensarás sobre lo que te ha dicho.

6. Pide perdón por lo que hayas hecho. Eso mostrará a quién te critica que tú eres capaz de hacerte responsable, y no solo de evadirte. También ayudará a transformar el intercambio desde un combate a una colaboración. Guarda tus ideas sobre la otra persona para más tarde.

7. Asegúrate de que la parte agraviada saber que la has escuchado y que seguirás pensando sobre lo que habéis hablado. Incluso si no resuelve nada, dile a la otra persona que lo has comprendido («No es fácil escuchar lo que me estás diciendo, pero quiero que sepas que voy a pensar mucho sobre ello») Tómate un tiempo para valorar de verdad su punto de vista.

8. Dale las gracias a la persona que te ha criticado por compartir sus emociones. Las relaciones requieren que tomemos esa iniciativa y que expresemos gratitud cuando la otra persona podría esperar que nos volvamos a poner a la defensiva. («Gracias por decirme esto. Sé que no ha sido fácil».) De esa forma mostramos nuestro compromiso con la relación.

 9. Responsabilízate de ser tú quién retome la conversación. Muéstrale a la otra persona que sigues pensando sobre lo que te ha dicho y que vas a volver a tratar el problema («He estado pensando sobre nuestra conversación de la semana pasada y me alegro mucho de que hayamos tenido esa conversación. Me pregunto si hay más cosas que no me hayas dicho»).

10. Pon límites a los insultos. Puede que sea necesario aguantar una explosión inicial, pero no si la agresividad se convierte en un patrón en la relación y no algo que ocurre muy poco común. Evita esa agresividad ofreciendo la posibilidad de otra conversación («Quiero escuchar qué es lo que te preocupa, pero necesito que me lo digas con respeto»).

11. No escuches cuando no eres capaz de escuchar bien. Está bien decirle a la otra persona que quieres tener esa conversación y que reconoces su importancia, pero que no puedes tenerla ahora. Si estás dando la conversación por cerrada, plantea otro momento concreto para retomarla («Ahora no puedo absorber todo lo que me estás diciendo. Volvamos a hablar de esto mañana, que seré capaz de prestarte toda mi atención.»)

12 Concreta tus diferencias. Necesitas decirle a la persona que te critica en qué ves las cosas de forma diferente, en lugar de acomodarte, de buscar la paz a cualquier precio, de ser la persona que se disculpa para evitar los conflictos. Incluso si la otra persona no es capaz de tener en cuenta tu punto de vista, puede que necesites oir el sonido de tu propia voz diciendo lo que piensas realmente. Es crucial elegir el momento oportuno, por lo que valora la posibilidad de reservar tu punto de vista diferente para una conversación futura cuando tengas más oportunidades de que se te escuche.

 Alguien con una buena capacidad de escucha hace algo más que sentarse y refunfuñar empáticamente. Una escucha incondicional requiere que calmemos nuestra mente, abramos nuestro corazón y preguntemos para comprender mejor. También requiere que evitemos interrumpir, corregir y decir cosas que dejan a la otra persona con la sensación de no ser escuchada o interrumpida. Requiere que dejemos de lado nuestra actitud defensiva cuando la persona que nos critica está diciendo cosas con las que no estamos de acuerdo y que no queremos escuchar, en lugar de dejar que su voz y su dolor nos afecte y nos influence.

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Traducción: miguel vagalume 2022

Fuente: Why wont you apologize? Harriet Lerner. 2017.

Web de la autora: Harrietlerner.com

Harriet

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