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Resumen de «Sexo Oral» sobre bisexualidad

27 noviembre, 2011 a las 22:43/ por

Como todos los meses, hicimos nuestro «Sexo Oral», nuestra charla de sexo, en Consentido. Esta vez hablamos de temas relacionados con la bisexualidad. Como son charlas abiertas, nos acabamos juntando bastantes esta vez…

Primero varios comentamos la cantidad de etiquetas que se pueden entender agrupadas debajo o en torno a «bisexual»: Omnisexual, polisexual, queer, heteroflexible, etc etc (todas estas). Etiquetas que suelen ser útiles para definir pequeñas diferencias políticas. Pero que el término «bisexual» es el que, aunque alude a sólo dos géneros, resulta más fácil de utilizar en activismo, a la hora de decírselo a amistades que no son de estos colectivos… haciendo más sencillo explicarlo, aunque alude a sólo dos géneros y no se adapte exactamente a lo que somos/vivimos.

Datos sobre bisexuales:

  • Son bisexuales muchas mas personas de las que pensamos. Safo de Lesbos era bisexual, por ejemplo.
  • Lxs bisexuales no se suman ahora a última hora a las luchas LGBT: Por ejemplo, la primera marcha del orgullo, en Nueva York (para celebrar un año más tarde los disturbios de Stonewall), la organizó Brenda Howard, una bisexual.
  • Ser bisexual NO supone que se tiene que tener relaciones sexuales con chicos y chicas. Se puede ser bisexual por cómo te sientes, o tu deseo nada más. Aunque «no ejerzas» puedes ser bisexual, considerar que lo eres.
  • Las agresiones físicas por ser homosexual son en un 95% a chicos. (Las peor paradas son las transexuales). A las chicas no hay agresión normalmente, pero se les discrimina. Y la discriminación (e invisibilización) suele ser doble: Por mujer y por lesbiana. Por eso se comentaron casos de parejas de chicas que llevan 10 o 20 años de relación y no lo dicen, por el miedo a perder el trabajo, por ejemplo.
  • Kinsey valoraba en un 60% el número de personas que habían tenido contactos homosexuales en su vida, en cualquier etapa. Y esto era en los años 50…

Se comentó que tampoco hay necesidad de definirnos: Las etiquetas no se adaptan, hay unas etiquetas que no definen la realidad con fidelidad, pero nos hacen encajar en esas etiquetas. Y si la etiqueta tiene sus errores, sus pegas, nos «contagia» esos errores que pueda tener la definición de esa etiqueta o cómo es entendida por la gente.

También se comentó que las etiquetas se usan para pertenecer a un grupo, en fases en que se buscan personas con nuestros mismos gustos. Por otro lado comentamos que te hace falta etiquetarte para hablar del tema: Es más fácil decir una etiqueta (y luego si se quiere, matizar) en lugar de tener que contarle nuestra biografía sexual a alguien. También comentamos que cada cual escoge la etiqueta que le resulta más cómoda: Hay personas que prefieren etiquetarse con nombres poco restrictivos (diciendo que son de «sexualidad fluída», «queer» o «sexuales», simplemente) y personas que prefieren una etiqueta que defina mejor su situación, con más matices.

También se reclamó el derecho a etiquetarse sin problemas como bisex, igual que homos o heteros lo hacen sin problemas.

Salió el tema de las chicas bisexuales: La idea de que en el fondo prácticamente todas las chicas son bisexuales, o casi, y que solo les hace falta «un empujoncito» para que lo sean realmente. (Mientras que si ellos dicen que son bisexuales, se les contesta que tienen un problema, que es sólo una fase, que tienen que aclararse…). A esto se contestó que es la feminidad lo que se persigue, lo que se critica, lo que se discrimina: A ellos se les discrimina cuando una persona piensa que si un hombre está con otro hombre se feminiza (y por lo tanto se le debe/puede discriminar). Y con dos mujeres que están juntas, se entiende que también es una relación feminizada, que necesita de un hombre en medio y por eso surge la fantasía tan común entre heterosexuales de que dos chicas necesitan, en el fondo, un hombre.

Preguntaron por la posibilidad de ser bisex tres personas y relacionarse a la vez entre ellas, o siendo uno bisex, y otra de las personas no,… Comentamos que son compatibles bisexualidad y poliamor, como bisexualidad y bdsm, bisexualidad y swinger…

Se comentó que era fácil ser bisexual y otras cosas (sumado; ser bisex y ser poliamor, o swinger, o pareja abierta, o bdsm, o fetichista, o varias cosas mezcladas) porque, al haber sido capaz de romper una barrera para admitirte como bisexual, eso facilita que te atrevas a romper otros tabúes e investigar otros temas. Y también que es fácil que te acabes relacionando en entornos de mentalidad más abierta, porque en un entorno más normativo se «llevan collejas*» por todas partes, sea por promiscuidad, o gustos, o prácticas, o cómo te identificas, así que al final se prefiere relacionarse con iguales. El entorno influye, y en determinados locales no hay problema, pero en otros más cerrados de mente, sí tienes problemas y discriminación.

También se preguntó si no había otra manera de ser menos victimistas (relacionando bisexualidad con discriminación, con problemas) y se comentaron dos cosas: Por un lado que efectivamente se escapa del relato victimista en el activismo, porque es algo que produce rechazo en los mismos colectivos. Por otro lado, se comentó que aunque a la gente se le anime con que es muy «cool», estupendo, maravilloso ser bisexual (o la opción que sea) la realidad es que, cuando sientes la discriminación, te duele y ya no te parece tan fantástico.

La bisexualidad puede provocar inquietud en tu pareja, si no lo es: El tener una pareja que es bisexual puede hacerte pensar que tiene más opciones. O que si es una chica con un chico bisexual, puede pensar que el chico siempre va a necesitar otro chico para sentirse «completo». Si es una chica bisexual, en una pareja con un chico, normalmente se considera como algo favorable, por la fantasía de chicas bisexuales.

Se comentó que hay también chicas, por ejemplo, que pueden no tener problema alguno para tener sexo con otras chicas, para relaciones esporádicas. O para relaciones más largas. Pero que después sentimentalmente prefieren a un hombre. Se comentó que esto sucede porque lo sentimental depende más de nuestra personalidad. Y nuestra personalidad es más moldeada por nuestro entorno, por nuestra cultura, por la sociedad. Mientras que el sexo (no la relación sentimental) está menos moldeado, tiene menos presión social.

Se dijo que hay gente que prefiere identificarse con identidades o etiquetas más fluidas (transgénero, queer,…) como por ejemplo no queriendo hacer alusión al género, y eso entra en conflicto con colectivos que han luchado tanto por conseguir la ley de identidad de género. Lo que acaba siendo normalizado, naturalizado (gays, lesbianas, transexualidad) se acaba viendo amenazado por lo que no se ha convertido en tan natural como otras identidades, etiquetas y demandas de derechos.

Comentaron que siendo chica bisex (y que además sea swinger, etc) lo curioso es que los chicos heteros intentan aprovecharse de esa característica de tu sexualidad, aunque no lo compartan, aunque no lo entiendan. A veces te meten en la casilla del «todo vale». E identificándose como chica bisexual se corre siempre el peligro de recibir demasiadas ofertas para sexo, llegando a ser pesado ya que no quieres con todo el mundo, o igual tienes una sola pareja y te es perfectamente suficiente. Por eso se prefieren etiquetas no tan «llamativas» como «bisexual».

*Colleja: Donde no se use la palabra, «golpe que se da en la nuca con la palma de la mano».

Esta vez vino a participar con nosotrxs Fran Gil, que coordina el colectivo bisexual de Cogam (Colectivo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales de Madrid)

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