3 pasos para una buena comunicación en relaciones abiertas (El libro de los celos, Kathy Labriola)
25 abril, 2017 a las 16:51/ por moscacojonera
Esto es una adaptacion de El libro de los celos, de Kathy Labriola. Aunque el libro suele hablar de relaciones poliamorosas, en realidad son consejos que valen para cualquier relación y, especialmente, para relaciones donde hay más de dos personas, sean poliamorosas, de anarquía relacional, swingers o cualquier otra configuración.
«En mi experiencia, estas son las cosas que es más importante recordar para comunicarte con tu(s) pareja(s) y resolver los problemas de comunicación en tu relación/es
Paso 1: Hazlo lo más sencillo posible.
Todas las técnicas de comunicación deben de ser lo suficientemente sencillas para que las podáis utilizar durante un conflicto, cuando las emociones están encendidas y nadie está en su mejor momento. Cuando la gente está enfadada, herida o asustada, todas las técnicas de comunicación que sean complicadas es probable que terminen en la basura. Para que sea útil, cualquier técnica debe de ser lo suficientemente sencilla para poder recordarse y ponerla en práctica cuando estáis en vuestro peor momento.
Paso 2: Evita las barreras que te impiden una escucha activa.
Cada día veo a parejas en mi consulta que se han metido en muchos problemas porque en realidad no se están escuchando mutuamente. Esto es a menudo más cierto en las relaciones a largo plazo, puesto que hay una tendencia desafortunada a pensar que conocemos a nuestras parejas tan bien que ya no hace falta escucharlas.
Atiende al lenguaje corporal de tu pareja, su tono de voz y otras señales de comunicación no verbal. Esto es especialmente importante en relaciones abiertas, donde una pareja puede sentirse presionada para aceptar algo que le está pidiendo su pareja, como querer pasar el fin de semana o tener sexo sin protección con otra de sus relaciones. En estas situaciones, un miembro de la relación puede decir que sí pero todas sus señales no verbales están diciendo no, y es indispensable “escuchar” esa comunicación no verbal y ocuparse de manera directa de las dudas de tu pareja. Normalmente, esto supone o bien sugerir un acuerdo o acordar posponer esa propuesta hasta que tu pareja pueda verbalizar sus sentimientos y resolver el problema para que tu pareja se sienta más segura. Muchas parejas han provocado un drama y dolor inmenso al ignorar todas las señales no verbales de que algo no estaba yendo bien, aunque su pareja ostensiblemente mostraba estar de acuerdo. Recuerda que a menudo la gente “vota con los pies”, independientemente de lo que dicen con sus bocas.
Además de las palabras y el lenguaje corporal de tu pareja, presta especial atención a qué hacen realmente después de haber acordado algo. Su conducta a menudo revelará sus sentimientos reales, especialmente si han aceptado algo bajo presión pero no están a gusto con ello.
Unos pocos ejemplos:
Tu pareja te dice que sí a tu petición de comenzar una relación externa, pero a continuación veta a esta nueva pareja por alguna razón sospechosa, pone reglas que son tan poco razonables que tu pareja potencial pierde interés o manipula los planes de tal manera que hace imposible que su pareja pueda tener una cita con nadie.
Tu pareja acepta que puedas pasar más tiempo con tu otra pareja, pero luego está de mal humor cuando vuelves a casa para estar con ella, o sabotea el tiempo que pasas con tu otra pareja llamándote a menudo durante la cita o provocando una pelea justo antes de que te vayas a una cita.
Puedes ahorrarle un montón de disgustos a todo el mundo prestando mucha atención a las palabras, a la comunicación no verbal y a las conductas de tu pareja, para gestionarlo inmediatamente.
Paso 3: Averigua qué es lo que quieres y necesitas, y comunícaselo claramente a tu pareja.
Saber cuáles son tus necesidades puede suponer todo un reto. Averiguar qué necesitamos en una relación abierta es un proceso continuo. A menudo, prueba y error es la única manera de descubrir cuáles son los límites y reglas que podemos necesitar.
Puede que pienses que no tienes problema en dar tu consentimiento a tu pareja si te dice que quiere buscar sexo y romance con otra persona. Pero, una vez que realmente sale a por su primera cita, puede que experimentes pánico, desesperación o ira. Te puede llevar un tiempo encontrar que es en concreto lo que te angustia de esta situación y qué te haría sentir seguridad y que te quieren. Puede que esa persona en particular te provoque celos por alguna razón, o puede que estés teniendo dificultades a causa de otras fuentes de estrés en tu vida, o puede que ya estés en una situación suficientemente conflictiva en la relación y no quieras sufrir estrés adicional con esta nueva pareja en este momento.
Responsabilízate de tus propias necesidades. Una vez que eres capaz de discernir qué quieres, de manera directa pero amable expresa esas necesidades a tu pareja, admitiendo que diste tu consentimiento pero que te has encontrado que necesitas un cambio en el acuerdo, ya que el actual está causándote más dolor del que puedes aguantar en este momento.
Compadécete de tu pareja y de ti. Según atravesáis este proceso estresante e impredecible, cada cambio creará alguna incomodidad y dolor a todo el mundo, ¡así que sed tolerantes con vuestros propios errores! En mi experiencia, esta es una de las partes más difíciles de la negociación en una relación abierta, porque es un reto considerable para cada persona desarrollar sus propias pautas para poder moverse por esta tierras desconocidas y aún más complicado para cada miembro de la pareja ajustarse y acomodarse a esas pautas.
Los acuerdos en las relaciones a veces cambian. Mucha gente quiere tener un acuerdo esculpido en piedra, y que no cambie nunca. Esto no es realista para la mayoría de las relaciones abiertas: Nuestras necesidades y tolerancia pueden cambiar, y puede que necesitemos modificar esas pautas con el tiempo. Esto puede causar resentimiento y decepción por el camino a todo el mundo, especialmente si un miembro de la pareja acepta algo y más tarde no es capaz de manejarlo. Para el miembro de la pareja con una relación externa esto puede dar la sensación de “ir marcha atrás”, porque tú estás pidiendo más tiempo y más libertad para continuar con esa relación externa, mientras que tu relación principal te puede estar pidiendo que renuncies a algunas de las cosas que ya se habían aceptado, porque no es capaz de tolerar tanto como pensaba al principio.
Dos pasos clave para comunicar tus necesidades a tu pareja
Cuando no lo tengas claro, asegúrate de cubrir estos dos elementos cuando necesites renegociar un acuerdo:
Reconoce que te has equivocado al valorar qué es lo que quieres o qué eres capaz de manejar.
Di la verdad sobre tus necesidades, aunque sepas que tu pareja no va a estar contenta con lo que le estás pidiendo.
¡No caigas en la tentación de decirle a tu pareja lo que quiere oír! Es mejor que cuentes honestamente tus sentimientos y pidas lo que necesitas lo más claramente posible, y que tengas disposición a comprometerte, en lugar de aceptar algo que sabes que no te va a funcionar. El truco está en saber qué es lo que más te importa y atenerse a eso, al mismo tiempo que intentas imaginar hasta dónde eres capaz de ceder y tolerar algo que es incómodo pero no imposible.
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Adaptación de un extracto de El Libro de los Celos, de Kathy Labriola, (Original: “The Jealousy Workbook”) que estoy traduciendo en estos momentos para Melusina.