Brigitte Vasallo: Conferencia en el Congreso de no monogamia (3) #NMCI2015 #MaterialesNMCI2015
2 octubre, 2015 a las 12:47/ por moscacojoneraEsta es la tercera entrega de la transcripción y traducción de la conferencia de Brigitte Vasallo en el Congreso de No Monogamia e Intimidades Contemporáneas NMCI2015 celebrado en Lisboa del 25 al 27 de septiembre pasado. Se puede encontrar la primera parte aquí y la segunda aquí. La charla completa se puede ver —en inglés— en el canal del congreso en youtube.
EL SISTEMA MONÓGAMO
«Mi primera propuesta comienza aquí: Debemos poner el foco en las relaciones de poder que creamos en nuestras relaciones amorosas, no porque considere que es la manera «correcta» de pensar sobre esto, sino porque puede ser útil hacer este ejercicio. De esta manera tendremos una aproximación completamente diferente al tema de la monogamia. Y en mi opinión, una mucho más emocionante.
(…) Con ese cambio de foco podemos ver que la monogamia es un sistema. No es una opción, algo personal, es un sistema. En concreto, es un sistema de organización social que construye jerarquías para promover la reproducción y la patrilinealidad. Y la monogamia está relacionada con el sistema sexo-género y con la heterosexualidad obligatoria. Y aquí estamos, tan modernxs, tan queer, tan de-todo, y hablando de reproducción y patrilinealidad, aaargh! :D
Lo que voy a tratar de explicar ahora es que, aunque movamos el foco, el sistema es tan complejo que seguimos estando en los entresijos de ese sistema, y muchas de las cosas que nos suceden y que sentimos corresponden precisamente a esos entresijos. El poliamor queer o la no-monogamia queer se están enfrentando a la proposición final del sistema monógamo pero tenemos el bloqueo de toda una estructura que nos fuerza a mantenernos en el mismo sitio, incluso cuando nos empeñamos en intentar avanzar.
Puede que no tengamos un objetivo reproductivo, puede que no tengamos interés en tener un padre cuidando de nuestra descendencia, pero seguimos siendo rehenes de las herramientas de ese sistema (…) y vamos a hablar de ellas.
Para promover la reproducción, si la reproducción está en el centro del sistema, el sistema necesita que seamos hombres y mujeres, no podemos huir de eso. Por eso es tan importante seguirnos manteniendo como hombres y mujeres.
Doy por hecho que todo el mundo entienda aquí a qué me refiero, pero cuando explico esto en talleres y al público en general, cuento una historia que es muy útil. Le digo a la gente que se imagine qué sucedería si dividiésemos a la humanidad en gente alta y gente baja. Les separo en dos grupos, a partir de una medida cualquiera, digamos 1,60 metros, a un lado más de 1,60 m, al otro menos de 1,60 m, y les preguntas qué parecidos encuentran entre sí y en oposición al otro grupo. Y de repente aparece una palabra: De la nada, la gente crea una identidad de las personas altas, y tienen toda una serie de características que les distinguen completamente del otro grupo.
A eso podemos sumarle toda la ciencia, el arte, toda la cultura popular, las religiones, la filosofía y, (…) como guinda del pastel, ponemos a Freud en la cima diciendo que algunas tenemos envidia del pene… cuando todo el mundo sabe que podemos comprar un montón de penes en las sexshops. (XDD) Y así tenemos esa gran estructura dividiéndonos por esas características sexuales.
No funciona separarnos en gente alta y baja porque eso no asegura la reproducción, lo que funciona es hacernos hombres y mujeres, y haciendo que esa idea se vea como «lo natural». Por eso, para mí, cualquier propuesta radical que cuestione la monogamia, debe cuestionar este mandato respecto al sexo y género. Mientras nos sigamos viendo como «hombres naturales» y «mujeres naturales», la monogamia seguirá funcionando, da igual cuántas personas pongamos en la ecuación. Mientras como «hombres naturales» y «mujeres naturales» no revisemos las estructuras de poder inherentes a estas categorías, el sistema nos atrapará y atraparemos nuestras relaciones. Por eso para mí, para romper la monogamia hay que desmantelar el sistema de sexo y género y sus privilegios.
Estos sistemas —sexo y género, y la monogamia— no sólo crean la ficción de hombre y mujer sino que crean la ficción de complementariedad. No es que yo no crea que nos complementamos, es sólo que tengo mis dudas que nos complementemos por el hecho de ser hombres y mujeres. [Hay una gran presión] haciendo posible esta complementariedad. La heterosexualidad obligatoria, con todas sus herramientas y maneras de conseguirlo, homo-lesbo-trans-bifobia son parte de ello, así como cualquier cuestionamiento de la complementariedad, incluyendo ser un putón. En este sentido, me interesa mucho la asexualidad, y la incomodidad extrema que provoca entre su visibilidad y persecución (?).
Como decía, podemos mover una pieza, pero el sistema sigue funcionando. Los sistemas son muy astutos, mueves una pieza y el sistema —clic, clic, clic— se mueve y vuelve a capturarla. Es como lo que hablábamos ayer de la infidelidad ayer. La monogamía tiene un MONTÓN de cabida para las infidelidades, Carlos y Diana tenían una relación monógama, y Camilla Parker-Bowles ya estaba allí, y no había ningún problema, era infidelidad capturada por el sistema, no pone en peligro el sistema. En absoluto.
Avanzando un poco, el sistema sigue funcionando… Como Monique Wittig nos enseñó, la heterosexualidad es una manera de pensar… No es suficiente ser queer para escapar de la heterosexualidad obligatoria y la idea de complementariedad… Así, seguimos siendo la mitad de algo en búsqueda de nuestra otra mitad, incluso cuanto intentamos con tanto empeño no ser monógamxs. Estamos creando —si es que no lo hemos creado ya, Miguel— un poliamor romántico, que creo que puede ser una experiencia terriblemente dolorosa.»