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«Cada día lo hacen más difícil»: el poder aprieta pero (casi) no se nota

25 marzo, 2021 a las 9:00/ por

Todo el mundo habréis pasado por la experiencia que repetí yo el lunes: ir, en un país del sur de Europa o Latinoamérica, a una oficina de una institución pública para solicitar algo. Papeleos para que te den algo a lo que tienes derecho. Lo que pasa en Portugal, Italia, Grecia o Latinoamérica no lo he comprobado en primera persona, pero en Madrid muchas veces.

La escena de ayer, en una oficina de la Seguridad Social, era la que he visto tantas veces: todo el mundo esperando fuera a que la de seguridad nos fuera llamando por nuestros nombres, que habíamos dado al reservar cita. Quienes teníamos cita éramos la gente afortunada. Poco a poco iban llegando personas a «hacer una preguntita, nada más». Y la de seguridad les decía que llamaran al teléfono que estaba en un cartel en la puerta de la oficina. «Ya, si llevo dos semanas llamando y no me contesta nadie». «Pues en ese caso, tiene que entrar en la web, descargar los documentos, imprimirlos y enviarlos a esta dirección», mientras le pasaba un papel.

Otra mujer llego pidiendo un papel donde constara que ella cobraba el ingreso mínimo vital (IMV) para entregarlo en su centro de salud y que allí la registraran para poder recibir recetas para medicación para su hija enferma sin tener que pagar por esos medicamentos.

– Señora ¿me deja explicarle? Este es el mismo papel que le dimos la semana pasada para lo mismo. Dice lo mismo. Pero mientras el centro de salud no actualice su aplicación informática para actualizar allí la información que ya hemos actualizado aquí, no le pueden dar de alta.
– Ya, pero es que la niña está enferma y tenemos que comprarle esos medicamentos.
– Ya le digo, señora, que puede ir usted con este papel al centro de salud pero que no pueden darle de alta mientras no se cambie la aplicación informático.

Es decir, no depende del funcionario, ni de ella ni de nadie a quien puedas dirigirte que cambien esa aplicación informático y no te hagan pagar por una medicación que ya no puedes pagar…porque estás cobrando el mínimo vital.

La mano del poder aprieta, pero muy muy poco. Casi no se nota. Solo cansa, te va dejando sin aire. Pero no ahoga inmediatamente de forma violenta (excepto cuando hay enfrentamiento colectivo, como en los desahucios o la brutalidad policial en Linares y otros muchos sitios).

 

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#DESMONTANDOMADRID

Esa manera de hacer las cosas es la que se utiliza desde hace décadas en nuestro país para hacer las cosas un poco más complicadas a cualquier proyecto que vaya en una dirección que no gusta a los partidos conservadores, sea al trifachito que ha mandado en Madrid desde 2019 o los que ha habido antes.

El sistema siempre es el mismo: desmonto espacios de encuentro, colaboración, interacción ciudadana para alquilar esos espacios a marcas comerciales, que pagan un canon al ayuntamiento o la Comunidad. Así es posible por un lado ir bajando impuestos (empeorando los servicios en medio de pandemias, nevadas o servicios públicos) al mismo tiempo que ese dinero público se va destinando a empresas privadas. Se ha hecho mil veces y se seguirá haciendo. Se hace con las infecciones de transmisión sexual, como ya escribí en 2019. Se hace con las ONG y asociaciones que no le gustan a los grupos conservadores, hasta conseguir ahogar y hundir tu proyecto, como casi consiguen hacer con Apoyo Positivo y tantos otros proyectos, como conté en 2018.

Desde 2o19 le ha tocado a La Ingobernable, a EVA y a Medialab. Y como siempre, es una guerra a largo plazo, de desgaste. Con la diferencia de que el poder lo hace con el dinero público, y las asociaciones y proyectos rara vez pueden luchar desde la precariedad. Y se compensa la falta de medios con el entusiasmo, con la lucha en la calle y las redes sociales. Y como saben que hay muchos colectivos que se asocian para colaborar y luchar… se eternizan los proyectos, se alargan, se convierten en (aparentemente) rutinarios procedimientos administrativos que en realidad solo buscan desmontar esos proyectos y que, quienes trabajaban en ellos, tengan que dedicar sus energías en mantener el proyecto vivo, en no perder los contactos, en que no se vengan abajo los planes, en obligar a remar a contracorriente constantemente hasta agotarse, quemarse y abandonar.

Con el centro social La Ingobernable, se desalojó un centro tan activo (fuimos a menudo) con las excusa de un museo judío. Complicado enfrentarse a ese proyecto cuando es tan fácil acusar de antisemitismo… hasta que se descubrió que era una fundación conservadora en la que el exalcalde Gallardón era vicepresidente. Con el tiempo el ayuntamiento archiva todo el asunto diciendo que la fundación no presentó la documentación necesaria. Asunto resuelto.

En 2021 le tocó al inmenso proyecto EVA, el espacio vecinal de Arganzuela, con muchísimas actividades desde hace tiempo. El ayuntamiento conservador lo ha desmontado con la excusa de que se ha terminado la licencia que se le había concedido. De nuevo, disfrazando de trámite administrativo la persecución ideológica. Si se ve la web de EVA, se ve que ahora muchas de las energías deberán irse en mantener abierto el proyecto, en presentar recursos, etc

El último ha sido Medialab. Como en el caso de La Ingobernable, se dice que se desaloja para instalar otro proyecto diciendo que sólo se trata de un traslado. Sin proyecto, sin plan, sin espacio, improvisando, haciendo las cosas a medias, sin que nadie sepa nada sobre el futuro de Medialab, tan ligado, por ejemplo, a un proyecto tan importante como Wikiesfera, que trabaja poniendo la wikipedia en español a la altura de la wiki en inglés, que sigue teniendo una fiabilidad en torno al 80% y poniendo un importante contrapeso a la brecha de género de la wiki.

Estos son los casos más visibles, pero hay muchos proyectos que van languideciendo y apagándose poco a poco. Esperemos que el resultado de las elecciones del 4 de mayo (en día laborable) nos recuerden que en 2019 ganaron las elecciones otros partidos que los que están gobernando.

En las próximas semanas escribiré un post sobre el voto por correo, la mejor opción si no se sabe seguro si se podrá votar o si nos van a poner problemas en el trabajo. Un proceso que se termina SEMANAS ANTES de las elecciones. En EEUU les parecía imposible tener a un presidente idiota que iba a animar a asaltar el Capitolio pero después necesitaron movilizar a toda la gente posible para que votara más gente que nunca en la Historia. Yo prefiero empezar ese trabajo antes de que las cosas vayan a peor.

 

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1 Comentario a “«Cada día lo hacen más difícil»: el poder aprieta pero (casi) no se nota”

  1. Indig Nación dice:

    Gracias por su preocupación en estos asuntos. Me gusta la claridad con que señala y denuncia y espero que el 4 de mayo sepamos votar a los que de verdad representan los intereses de la mayoría.

    Un saludo.

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