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Ceara Lynch: A los tíos realmente les gusta la idea de que les arruine la vida (2)

21 abril, 2015 a las 11:00/ por

 Hablando de internet ¿qué abarca tu empresa en este momento? Sé que lo has estado haciendo a tiempo completo por lo que ¿que papel juegas en internet y qué tipo de servicios ofreces?

La mayoría de mis beneficios los saco de los vídeos. Son vídeos del estilo POV (point of view, punto de vista), es decir, sólo somos la cámara y yo, y yo miro y hablo a la cámara de manera que quien lo ve siento como si le estuviese hablando directamente. Me dedico a varios fetichismos, todos ellos bajo el paraguas de la dominación femenina. Yo siempre juego el rol dominante, y trato temas como los cuernos (cuckolding), humillación por tener el pene pequeño (SPH o small penis humiliation), fetichismo de pies, esclavitud de wc (toilet slavery), gigante (giantess) —es un fetichismo en que los tíos se imaginan que una mujer gigante realmente va a llegar y aplastarlos con sus pies o tragárselos— diferentes temas como esos. La mayoría de mis vídeos son peticiones privadas pagadas, en los que los hombres me envían su fantasía y me pagan para hacer un vídeo con ella. También shows con webcam, que son en directo y normalmente 1 a 1, yo con un un chico. También hago doy servicios de llamadas de teléfono, en las que se cobra por minuto; lo mismo que los vídeos, pero el tío sólo me escucha, no me ve. Todavía vendo cosas también, como mi ropa interior.

¿Cómo has llegado a saber tanto de todos esas perversiones [kink] y fetichismos?

Hablando con ellos. A estas alturas he hablado con miles de tíos, y todos me cuentan sus fantasías. A los hombres les encanta contar lo que les excita realmente y con qué se mastruban a mujeres que no tienen ninguna conexión con su vida. No sería capaz de que se me ocurriese todo eso sola.

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Gif de uno de sus vídeos

Quizá estoy proyectando pero tengo la sensación de que escuchar todos esos detalles íntimos sobre la vida de otras personas puede ser complicado. ¿Te supone un reto en absoluto, que te cuenten todo eso y estar a la disposición de tantas personas diferentes?

No, no lo veo como una carga. Creo que es fascinante, y también halagador, en cierto sentido, que los tíos me estén contando cosas que no le cuentan a nadie más. Quizá sería incómodo si fuese un gran secreto en mi vida, o si no le contase a nadie cómo me gando la vida. Pero todas mis amistades lo saben, mi familia lo sabe, así que no da la sensación de ser algo que guarde en mi interior de una manera negativa.

Recientemente hablé con Elle Stanger, una stripper de Portland, y ella y yo hablamos como una de las cosas que a menudo pasan desapercibidas en mucho del trabajo sexual es cuánto de ese trabajo es emocional. ¿Cómo es de importante la intimidad en tu trabajo?

Creo que es muy importante, y creo que tiene toda la razón. Es una gran parte de todo tipo de trabajo sexual. Especialmente en mi caso, cuando estoy tratando específicamente con hombres sumisos, no sé si es más intenso o no. Pero el hecho de que los hombres no se supone que deban ser sumisos, de que no les está permitido serlo, significa que estoy tratando con un montón de hombres que no quieren ser como son. Algunos simplemente lo encuentran catártico y relajante hablar de estas cosas, soltarse y permitirse deseos a los que quizá se han estado enfrentando o evitando. En otras ocasiones trato con hombres que están realmente luchando con sus fetichismos de una manera en la que no han conseguido aceptarlos, y a veces lo liberan enfadándose. Se cabrean conmigo, como si me hubiese aprovechado de ellos, aunque fueron ellos los que se vinieron a mí.

Imagen del twitter de @cearalynch https://twitter.com/cearalynch/media

Imagen del twitter de @cearalynch
https://twitter.com/cearalynch/media

Contabas en tu entrevista en «Love + Radio» que sientes que este trabajo puede suponer una cierta explotación a veces. ¿Podrías contarme un poco más y quizá contarme como te enfrentas a eso?

Creo que depende del consumidor. No creo que mi trabajo sea inherentemente explotar, pero hablo con tíos que realmente luchan con esto, en el sentido de lo a menudo que se lo permiten. Me llegan muchos hombres realmente consumidos por sus fetichismos; no sé si adicción es la palabra correcta, pero estos chicos tienen un comportamiento muy compulsivo y parece que no son capaces de controlarse. Están constantemente gastando más de lo que tienen. Me llegan chicos que me hablan de cómo son incapaces de tener sexo con su pareja y que prefieres masturbarse con mis vídeos. Es complicado de decir, de todos modos, porque todo lo que he contado es una especie de fantasía en sí misma. A los tíos realmente les gusta la idea de que les arruine la vida de esa manera, por lo que a veces puede que están diciendo eso porque creen que es excitante y todo es parte de la fantasía y el juego. Pero creo que es real para algunos y en ese caso creo sin duda que hay explotación, en el hecho de que realmente están luchando contra ello y que yo me esté beneficiando económicamente de eso. Son casos raros; no es la norma, pero existe.

¿Cómo me enfrento a eso? Yo simplemente hago mi trabajo. Es extraño, algunos me piden que sea su terapeuta o que les ayude a parar, y les digo que eso no es lo que yo hago, no es mi trabajo. Tú no le pides a tu camarero que te ayude con tu alcoholismo. Al final es una cuestión de elecciones personales y respetar su autonomía.

 

Imagen de la cuenta de twitter de @cearalynch https://twitter.com/cearalynch/media

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https://twitter.com/cearalynch/media

Has contado que la humillación no te excita personalmente. ¿Por qué crees entonces que te atrajo este tipo particular de trabajo sexual?

Simplemente cai aquí, supongo. Como te dije, tenía 17 años cuando vendí mi primera botella de pis, así que no es algo que hubiese planeado. Pero me gusta el hecho de que no me excite, realmente me gusta que sea así. Lo hace muy fácil de compartimentar; se mantiene realmente aparte. Siempre he tenido la sensación de que he encontrado esta laguna en el trabajo sexual en la que siento que hago en el fondo lo que cualquier otra persona en el trabajo sexual, al menos mentalmente. Los tíos me dicen todo el rato que esto es sexo para ellos; que prefieren ver mis vídeos que tener sexo. Se encienden los mismos neurotransmisores en sus cerebros que en los del tío que contrata una prostituta.  Pero la gente ve lo que yo hago y les parece fantástico, y no sufro el mismo estigma. No es justo. Me gustaría ver que hubiese menos estigma sobre todo tipo de trabajo sexual. Disfruto con mi trabajo, me parece realmente divertido y me apasiona. Me encanta ser mi propia jefa y decidir cuándo trabajo, todo eso es genial. Pero sin duda no me gusta en el sentido que le gusta a mis clientes.

 

 

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Segunda parte de la entrevista realizada a Ceara Lynch. Aquí se puede leer la primera parte.
Entrevista realizada por Jenny Kunter, publicada originalmente en Salon el 13 de abril de 2015: Guys really like the idea of me ruining them”: A “humiliatrix” on shaming men for their sexual pleasure — and for a living«.
Jenny Kunter es editora asistente en Salon, centrada en temas de sexo, género y feminismo. Se le puede seguir en twitter en @jennykutner o escribir al email jkutner@salon.com.

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