Celos, envidia y codicia (El libro de los celos, de Kathy Labriola)
17 enero, 2017 a las 16:30/ por moscacojonera
«Cuando trabajo con clientes en lo que llaman problemas de celos, a menudo describen sentimientos que, en su lugar, yo definiría como “envidia”. La envidia aparece cuando ves a otra persona tener algo que realmente deseas, y sientes un fuerte deseo de tener lo que están experimentando.
¿En qué se diferencia la envidia de la codicia? La diferencia fundamental entre la envidia y otras emociones similares es que no tienes el deseo de quitarles lo que tienen, solamente desearías tener también algo así. Es el deseo de que tener algo valioso como lo que tienen: Divertirse tanto como otra persona, tener tanto sexo, tanto romance, ganar tanto dinero, sentirse tan a gusto con su vida, tener tanto estatus como tienen, tener un trabajo como el que tienen, desear que tus criaturas fueran tan inteligentes y exitosas como las suyas, que tuvieses una familia extensa como la suya o que tú fueras tan inteligente o tuvieses tanto talento, carisma o belleza como tiene otra persona.
La codicia se confunde a menudo con la envidia. La mayoría de la gente ha oído la palabra en los Diez Mandamientos del Antiguo Testamento. “No codiciarás la mujer de tu prójimo”. (Aunque me produce curiosidad que estos Mandamientos no digan nada sobre codiciar el marido del prójimo, que sospecho, también está prohibido). Codiciar asume que no sólo quieres acostarte con la esposa de tu vecino, sino también quitársela de su lado. La envidia sólo significaría que piensas que es realmente afortunado por tener una esposa tan fantástica y que tú desearías tener una relación sexual con ella también o con alguien tan maravilloso como ella.
La envidia aparece a menudo en muchos tipos diferentes de relación abierta y puede ser muy confuso. A veces es complicado saber a quién envidiamos, si a nuestra pareja o a su pareja, o qué es exactamente lo que envidiamos en realidad.
Alguna gente argumenta que la envidia es un componente de los celos. Otra dice que es un fenómeno aparte, porque no se origina por el hecho de que tu pareja tenga otra relación sino porque pierdes algo que quieres experimentar. Creas la teoría que creas, puedes manejar mejor los celos si separas la experiencia de la envidia y la observas por separado. La buena noticia sobre la envidia es que normalmente es uno de los componentes más fáciles de resolver, sobre todo porque es algo sobre lo que tienes más control.»
Fragmento del libro de ejercicios “Celos”, de Kathy Labriola, (Original: “The Jealousy Workbook”) que estoy traduciendo en estos momentos para Melusina.