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¿Cómo saber (sin ninguna duda) que tu relación es tóxica?

7 septiembre, 2020 a las 9:00/ por

Ghosting, icing, simmering, benching, breadcrumbing, orbiting son algunas de las etiquetas que han ido apareciendo para poner nombre a cosas que suceden en las relaciones actualmente, muchas de ellas creadas a partir de contactos por internet (en lugar de ser alguien de tu círculo más próximo, como solía pasar A.D.I. (antes de internet). Para esto, y cosas más graves (por si tienes prisa), la solución, al final de este laaaaargo post. Para el resto, vamos allá con muchos de los escenarios posibles.

 

¿QUÉ TE PUEDE ESTAR PASANDO EN LA RELACIÓN? LAS SEÑALES

A veces la otra persona desaparece de repente y no te contesta a ningún mensaje, o te bloquea en redes sociales, sin previo aviso (ghosting). La ventaja de poder conocer por internet a personas que no son de tu círculo más cercano tiene la otra cara: que si no puedes contactar por internet con esa persona, no tienes otra manera de saber qué ha pasado.

A veces la relación no se termina de una forma tan repentina. Ya lo traduje hace años para el blog, a partir de una tabla en la que Esther Perel reunía las definiciones y características de esas dinámicas.

 

Icing (semejante a “congelación“):
Inventarse una razón para dejar la relación en suspenso, como “tengo mucho lío”, “tengo mucho trabajo”. El objetivo es dejar a la otra persona esperando por si cambias de idea. A partes iguales, egoismo y ansiedad. Se suele argumentar como “tengo una cantidad de trabajo increíble en este momento, y necesito concentrarme. Me muero de ganas de volver a quedar cuando tenga de nuevo más tiempo libre”. A quien se lo haces sabe perfectamente lo que está pasando y sabe que quieres terminar la relación. El camino más corto hacia el resentimiento.

 

Simmering (algo parecido a “cocinar a fuego lento”):
Reducir la frecuencia de los encuentros y la comunicación. Lo haces porque algo no te está funcionando del todo bien en la relación, pero te gusta la compañía de esa persona y quieres tener campo libre para poder explorar otras opciones. Se suele argumentar como “Siento avisarte con tan poco tiempo pero al final me es imposible quedar hoy ¿Podríamos quedar quizá la semana que viene?”. En quien lo sufre produce un sentimiento vago de que algo va mal y de que se va a terminar dentro de poco, pero no tiene pruebas suficientes para discutirlo abiertamente”.

 

Otras situaciones similares que se pueden dar son el benching, que suele suceder con alguien con quien te solías ver o con quien tenías una relación. A veces, de lo que hubo en su momento, se acaba quedando en mensajes. Unos mensajes que pueden ser muy intensos, cariñosos, emocionantes… pero que nunca llegan a convertirse en quedar en persona. Y ahí estás, en una relación Schrödinger, en una relación en la que parece que estás pero no estás.

Orbiting, «orbitar», ser un satélite, a lo que también se llama «el nuevo ghosting». Es un término que se hizo popular en 2018 por un artículo de Anna Iovin (para quiénes lean bien ininglis, aquí lo pueden leer). En lugar de ser algo definitivo, como el ghosting, no hablan contigo pero ver que te siguen en redes sociales, dejan algún like. Visto desde la persona en torno a la que se orbita, se mantienen «lo suficientemente cerca para saber qué es de tu vida, pero lo suficientemente lejos para no hablar«. En la época A.D.I., si desaparecías de la vida de alguien, no podías saber cómo le va ahora. Con las redes sociales se puede hacer todo el rato.

Y la etiqueta más reciente parece ser el breadcrumbing: Que traducido vendría a ser parecido a tener que conformarse con las migajas de la relación. Como lo definían hace un par de años en este artículo,

«si te ves esperando a que te llame o te envíe un mensaje; si te ves esperando para poder hacer planes porque con esa persona no terminan de confirmarse; si te sientes como la última prioridad en la lista; si te ves pensando, analizando o sintiendo inseguridad permanentemente sobre los sentimientos de esa persona hacia ti; si te dice muy a menudo «Tengo mucho lío en el trabajo, espero que puedas entenderlo»; si tienes miedo de que, si dijeras qué necesitas, te consideren una persona «demasiado dependiente» o «demasiado intensa» … entonces puede que te estén dando las migajas de una relación (breadcrumbing).

Una relación de «breadcrumbing» es una relación que no solo es desigual, sino que una de las dos personas está continuamente aceptando el mínimo, o migajas de atención, cariño, relación, amor y/o energía de la persona con quién tiene esa relación».

Esas señales son útiles para identificar algo de lo que no te habías dado cuenta (como sucede en el mobbing, que te parece que te están poniendo pegas a tu trabajo, o que no se portan de manera muy justa contigo… y que simplemente están haciéndote la vida imposible para que te vayas sin indemnización por despido).

 

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CUANDO LAS SEÑALES NO SON TAN SUTILES (CW: maltrato)

Todas estas señales son parte de esas situaciones en que no sabes muy bien qué está pasando en la relación. Pero hay veces en que las señales son mucho más obvias. Aunque se crea que es obvio el maltrato físico, no viene mal escuchar a quienes han pasado por él para aprender que ni eso es obvio. Una de las estrategias es llevar a la otra persona al límite hasta que sea la víctima quién decide agredir físicamente primero ¿Por qué eso es una estrategia? Porque 1: a partir de ese momento está todo permitido, se abre la guerra. 2: La víctima se acusa a sí misma de «también haber sido violenta», de haberlo provocado, de ser en parte responsable. 3: se hace creer que hay una situación de igualdad, que están pasando por lo mismo. O el más común: una agresión que se justifica con «haber perdido los papeles » por alguna conducta de la víctima, para pedir perdón, volver a dar cariño… Nada nuevo a lo muchísimo que hay escrito sobre el ciclo de la violencia (tras una agresión siempre viene un período maravilloso, hasta que vuelve la tensión) o del refuerzo intermitente (no dar todo malo todo el rato, sino cosas buenas mezclas con otras malas; hay muchísimo en internet, sobre todo asociado a narcicisistas). Aunque ese maltrato no sea físico, sí puede ser obvio en lo emocional. Vivir permantentemente con miedo, que tiene períodos de felicidad al haber bajado la tensión… hasta que vuelve otra vez.

Cuando las señales no son tan sutiles, no puede recomendar mejor fuente que el monólogo de Pamela Palenciano. Inmejorable si se ve en persona, pero como actualmente es complicado, también se puede ver online. Incluso en vídeo es una experiencia transformadora. Aquí se puede ver el monólogo en el escenario de un teatro (2018). En este video de 2017, en un escenario también, se ve desde más cerca, a mí me gusta más. Afortunadamente está en muchos formatos.

 

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¿DÓNDE ESTÁ LA LÍNEA PARA SABER SI UNA RELACIÓN ES TÓXICA  O NO?

Se intenta llegar a una especie de «análisis objetivo» de la relación, de las conductas, para saber si son «tóxicas». El mismo adjetivo, tan médico, tan propio de la época de la medicalización del sexo y ahora las relaciones : relaciones que son tóxicas o sanas, y para saberlo si buscan síntomas, que faciliten llegar a un diagnóstico, saber cuál es el problema y proponer un proceso terapéutico.

Aquí es dónde creo que empieza una buena parte de los problemas en las relaciones: querer saber, sin ninguna duda, si lo que nos está haciendo la otra persona es tóxico o no. Saber si, REALMENTE, nos está haciendo algo que justifique que nos vayamos de la relación. Y eso tiene algunas consecuencias PÉSIMAS para las relaciones.

 

Poner el foco fuera
Lo que me parece el peor efecto de todo esto es cambiar el foco de ti a la otra persona. De tus emociones a su conducta. Ya escribí sobre el tema. Eso te lleva a estar valorando si lo que te está haciendo la otra persona es lo suficientemente malo como para acusar de algo o no. Y eso a veces tiene el efecto perverso de quitar tu atención de algo muy importante a lo que quizá no prestas demasiada atención: tus emociones, tu intuición. A veces, con una infancia traumática, con experiencias vitales terribles, es necesario desarrollar esa distancia con las propias emociones para sobrellevar ese dolor. Pero con el tiempo, una vez fuera de esas situaciones, está bien reconectar con las propias emociones y que nos sirvan de guía en las relaciones, para saber si debemos seguir ahí o no.

 

La carcoma de las relaciones: la sospecha.
Si hay algo que tiene un efecto devastador en las relaciones es la sospecha. Las relaciones se basan en la confianza, en la vulnerabilidad mutua, en la intimidad.Por lo que cuánto mayor sea la confianza, mejor estará la relación. Pero la confianza no es algo que ha de suponerse de entrada, algo que hay que dar por hecho. Es algo a lo que se lleva MUY POCO A POCO, muy lentamente. Se construye a base de pequeños detalles, constantes, abundantes, que te van haciendo confiar en esa persona. O no. La confianza es algo que se construye muy poco a poco, pero se pierde MUY rápido y cuesta recuperarla.

El problema de esos listados de «señales» a las que atender para saber si debes salir de ella está en que se conviertan en una forma de «interpretar» la conducta de tu pareja, de saber «qué se oculta realmente» detrás de su conducta: en dar una intención a su conducta.

Eso te puede llevar a pensar que usa, por ejemplo, el silencio como estrategia de castigo. Hay quienes necesitan más tiempo a solas, personas a quiénes les cuesta comunicarse, personas a quienes les agota la interacción con otra gente, personas que están pasando una depresión y a lo mejor aún no han identificado que es eso lo que las drena, lo que las hace sentirse así. Y otras veces (muy común en pareja, conocido como stonewalling) se usa no dirigir la palabra como una forma de castigo.

Esos listados de señales pueden estar bien para saber por qué TÚ te estás sintiendo cómo te estás sintiendo. Pero nunca vas a tener la seguridad de que esa sea la intención real de la otra persona, que lo haya hecho con mala intención, que sea un plan. Y el efecto pésimo que tendrá esa sospecha en la relación es que empezarás a fijarte en lo malo de la relación (en lo que confirme tus sospechas) en lugar de lo bueno. Y curiosamente, si empiezas a fijarte en lo malo, sólo ves lo malo. Si empiezas a fijarte en lo bueno, ves más cosas buenas ¿Conoces ese efecto por el que cuando hablas de cuántas embarazadas ves últimamente, de repente ves embarazadas en todas partes? Pues es similar a ese efecto.

 

Hace creer que si no ves señales, no está pasando nada.
¿Cuál es el atraco perfecto? El atraco del que nadie se ha enterado ¿Cuál es la relación tóxica «perfecta» para alguien manipulador? La que nunca se llega a ver como una relación tóxica. Y lo problemático es que cuánto más manipuladora sea una persona y más experiencia tenga haciéndolo, será más capaz de hacer imposible que te des cuenta. Como suelo decir, «te roba el móvil PRECISAMENTE quién no parecía que te lo iba a robar». Si hubieras visto cómo se acercaba alguien «sospechoso», ya te habrías puesto en guardia y lo habrías metido en el bolsillo. Pero precisamente porque no viste ninguna señal de alarma, no hiciste nada y consiguieron robarte el móvil…por enésima vez.

Lo expliqué hace años (además, aplicado a relaciones y prácticas no convencionales): del mismo modo que es complicado darse cuenta que lo que te sucede en el trabajo es mobbing, de la misma manera es complicado darse cuenta que toda la ayuda que está dando esa persona está valiendo para que te vincules a ella muy rápido, para que dejes de contactar con tus amistades (porque esa persona ya te da todo y para que no le parezca mal), para que dejes de quedar con otra gente porque tienes mil planes con esa nueva persona. Es complicado darse cuenta que lo divertido que es estar a su alrededor, participar en sus planes, tantas emociones, tan intenso todo…en realidad también te está agotando. Y con poco sueño, con el agotamiento, es mucho más fácil manipularte, que no sepas muy bien qué está pasando 

¿Cómo consiguieron mis amistades salir de ahí una vez habían caído en esa situación? Quienes consiguieron salir (hay quien ahí sigue y quien tiene experiencia sabe que es complicado, casi imposible, avisar) lo hicieron gracias a tres cosas: escuchar casos parecidos, haber pasado por algo similar y… su intuición: darse cuenta de que algo no iba bien y HACER CASO de esas señales para irse.

 

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¿ENTONCES CUÁL ES LA SOLUCIÓN?

Nunca vas a tener la certeza absoluta de que la otra persona lo hace con buena o mala intención. Pero lo que sabes perfectamente es que a ti no está haciendo bien. No nos referimos a un hecho aislado, a una situación esta mañana que te ha molestado. Nos estamos refiriendo a una relación en la que llevas un tiempo y es una montaña rusa, con momentos muy buenos y momentos muy malos. Lo que te puedes preguntar es: Esa montaña rusa ¿va cada día a peor o a mejor? Con cierta perspectiva, no es solo que a veces muy bien y a veces muy mal, sino que no conseguimos salir y cada día las situaciones son peores.

¿Cómo saber, sin ninguna duda, que deberías plantearte si dejar esa relación?

La señal es darte cuenta de que esa relación no te hace bien.O que tus amistades más cercanas te digan que no te ven bien. Que aunque tú creas que estás bien… la verdad es que te ven mal más días de los que te ven bien. Esa red muy muy cercana a tu alrededor es fun-da-men-tal. Con razón es el primer círculo que intenta mantener a distancia quien te quiere manipular.

Da iigual que sea una persona maravillosa, que te aleje de tus amistades por sus propias inseguridades, da igual que no veas señales claras objetivas más que no te sientes bien, da igual que todas sus amistades te digan que es una persona maravillosa.

 

https://www.flickr.com/photos/benfrantzdale/1056282822/

https://www.flickr.com/photos/benfrantzdale/1056282822/

A mí lo que me ha resultado más útil siempre es sumar tres cosas:
– mis sensaciones (más que mis ideas)
– los comentarios de mis amistades
– irme enterando de qué le pasó a las relaciones anteriores de esa persona

Puede pasar un año, pueden pasar dos para que llegues a saber si hay algo realmente raro en lo que le ha ido pasando a sus exes. Con el caos que puede sembrar a su alrededor alguien problemático, ayuda tener la confirmación de que algunas personas son mala gente. Afortunadamente eso pasa muy pocas veces (al menos en mi vida).

El resto de las veces las cosas no son tan claras. En las relaciones nada suele ser blanco o negro, bueno o malo, sino que hay dinámicas que se repiten, cosas que hacemos en las relaciones y de las que no nos damos ni cuenta, errores, malos momentos en la vida, situaciones complicadas, expectativas equivocadas… pueden pasar mil cosas. Y ese terreno gris, incierto, es lo más común en la inmensa mayoría de las relaciones.

Por eso no ayuda intentar etiquetar la relación con solo dos etiquetas: sana o tóxica. No ayuda tratar como «potencialmente tóxicas mientras no se demuestre lo contrario» a muchas relaciones que son así, que están en esa zona gris: decepcionantes a veces, tristes a veces, agotadoras a veces, erosionadas por el tiempo y la sobrecarga de trabajo o tareas… pero porque ninguna de las personas en esa relación sabe cómo salir de esa situación. Y ahí, en lugar de estar mirando hacia afuera, valorando si ese silencio es intencionado o no, es importante mirar hacia dentro y pensar: ¿este silencio cómo me sienta?¿esto sucede una y otra vez?¿me está frustrando toda la relación en general?¿me siento cada día más triste en esta relación?

Puede que esa persona, objetivamente, sea maravillosa. No tenga ninguna pega. No podrías calificarla como tóxica.
Pero no te hace bien, ha habido promesas y promesas de cambio que nunca han llegado a nada. (Hay está el otro lío, la codependecia, por la que la pareja o la gente del entorno de alguien  se hacen más responsables de lo que le pase a esa persona de lo que esa misma persona se responsabiliza) Si no te está haciendo bien, con eso debería ser suficiente para irse.

 


Ya he dicho cosas similares hace unos meses: ¿Cómo saber cuándo te van a hacer daño (emocionalmente)?

 

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