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Educación sexual de menores de edad

12 mayo, 2015 a las 11:00/ por

En el Master de sexología que estoy haciendo, se está dedicando el primer año a la educación sexual. Impagable, fantástico, aprendiendo algo valiosísimo cada vez. Dentro de la educación sexual, se piensa en ella en todos los espacios posibles, obviamente Y uno de los futuros que se contemplan para quien estudia el Master es ofrecer los servicios de educación sexual en colegios. Proyectos de educación sexual para que sea aprobada por el colegio, las familias, o quien tenga la responsabilidad. Algo que en este momento es más necesario que nunca, ahora que —ya lo he dicho muchas veces— en España la reciente ley Wert (o LOMCE) ha eliminado lo poco que quedaba de educación sexual en el colegio. La LOMCE «elimina por completo cualquier rastro de la educación sexual». Como si la sexualidad fuese una cosa sólo de mayores de edad.

Como si la mejor manera de solucionar, por ejemplo, los retos de la transexualidad infantil fuese ignorarlos hasta que sea mayor de edad. ¿Se están tratando de la mejor manera posible esos casos de transexualidad en menores? Quizá quien no tiene un caso así en su familia piense que lo mejor es que su familia intenta solucionar los problemas de sus menores transexuales en otro ámbito que no sea el colegio. Que vaya al centro de salud, a terapeutas… El problema con esa estrategia es que el resto del colegio no aprenderá nada sobre la transexualidad, y seguirán pensando que es algo raro, que por un lado está la gente normal y por otro, la transexualidad.

Y así cuando aparezcan menores gays, lesbianas, transgénero, intersexuales, etc se seguirá dejando fuera a cada grupo, creyendo que son cuatro casos, aunque sean tantos en realidad. Se seguirá sin seguirá sin saber cómo tratar esa diversidad que, guste o no, existe siempre, por mucho que se esconda bajo uniformes. Y no, esas criaturas no esperarán a los 18 años para ser bisexuales, gays, lesbianas, transexuales y demás. Yo empecé a hacer cosas con mis compañeros con 10 años…

En el Máster voy aprendiendo qué conceptos básicos deberían tratarse en esa educación y que ayudarían a que todo el mundo viviese mejor, pero no. Como cada día nos van sonando mejor las propuestas anarcocapitalistas (cada cual que se busque la vida), de la derecha más injusta, extremista y radical, sólo me confirma que vivimos en tiempos en que hay cosas que se podrían mejorar, pero no. Probablemente, irán a mucho peor.

 

¿Por qué no me interesa en absoluto ayudar a esa infancia/juventud?

1. La educación sexual fuera del colegio
Porque vivimos en una época en que se considera que la sexualidad es algo prescindible al educar a menores (la LOMCE o ley Wert es una buena muestra, pero lo ve así toda la derecha europea…), mientras que en España se regula por ley la enseñanza (y existencia) de las creencias católicas. El sexo es un asunto privado, la religión un asunto público; un mundo al revés… o bueno, no recuerda a unos tiempos antiguos y casposos en España. ¿Y por qué no considero esa educación infantil/jovenil un campo en el que luchar porque cambie? Pues también por una segunda razón.

2. La era del riesgo
Vivimos en una época en la que se considera que debe haber una protección absoluta de la infancia, en 360º. Compartiendo eso absolutamente, también sé, por mi propia infancia, que el sexo se descubre pronto, se pone en práctica pronto y se investigan perversiones varias bien pronto; yo investigaba mi lado BDSM con 12 años… 6 años más tarde ya había tenido una buena época de mi vida dedicada a Investigación y Desarrollo del BDSM :-) Y en mi caso yo no sabía ni cómo sacar el tema en familia… y mi entorno social tampoco ayudaba demasiado, por lo que lo practicaba en privado, hasta que me fui a Brighton y vi que la gente lo practicaba con toda tranquilidad (algo que aún no ha llegado del todo, ni llegará) y terminé metido en este lío del «activismo sexual».
Dado que existe esa protección 100% de la infancia no quiero dedicarme a algo que pueda dar EN LO MÁS MÍNIMO la impresión de que no lo estoy respetando. La mejor manera de que algo no parezca sospechoso es no hacerlo en absoluto. Es algo a lo que prefiero que se dedique el profesorado de los colegios o profesionales con preparación específica; entre mis colegas de Máster hay profesionales de la psicología, educación especial, pedagogia, trabajo social… Todo suyo, ahí no voy a ser competencia.

Por ejemplo, han desaparecido —y me parece comprensible— los profesores de natación, ¿quizá de gimnasia también? y sólo quedan profesoras. Los datos son claros

«En su mayoría, los abusadores son varones (entre un 80 y un 95% de los casos) heterosexuales que utilizan la confianza y familiaridad, y el engaño y la sorpresa, como estrategias más frecuentes para someter a la víctima. La media de edad de la víctima ronda entre los 8 y 12 años (edades en las que se producen un tercio de todas las agresiones sexuales). El número de niñas que sufren abusos es entre 1,5 y 3 veces mayor que el de niños.» (fuente)

Entendamos las estadísticas… si el alcohol, drogas o psicofármacos están en la mitad de los accidentes en carretera, no quiere decir que el 50% de la gente conduzca bajo los efectos de esas sustancias. Simplemente nos ayuda a entender qué sucede en los casos de accidente.

Ya consideraría que he hecho mi parte si lo que recolecto, traduzco y escribo también llegase a ser útil, a interesar a algunas familias que se encuentran en esas situaciones o para quienes se dediquen a la formación. Desde luego no me contactan (muchas) personas en esa situación, con lo que entiendo que —con buen criterio— prefieren recurrir a otros materiales pedagógicos.

2. La educación obligatoria es… obligatoria.
La tercera razón, y con la que no tengo tampoco la mínima duda, es que si hay algo que caracteriza mucha de la educación que se recibe durante la infancia y juventud es que es OBLIGATORIA. Y eso hace que perciban la información que reciben como proveniente de unas fuentes mucho más incuestionables (y por lo tanto se lo creen o se enfrentan, pero no es voluntario) que la que se recibe a partir de los 18 años. No me interesa en absoluto quien está recibiendo la educación en ese entorno, eso lo dejo para quien le interese. Si hay algo que valoro infinitamente es que, quien llegue a leer este blog, Ética Promiscua, Opening Up, etc lo ha hecho por curiosidad, necesidad, inquietud… pero nunca por imposición, manipulación, presión, obligación.

Por eso prefiero que la información llegue en todo caso a padres, madres y personas encargadas de la formación, personas que filtren y adapten esa información a cada caso concreto. Ya me parece que he hecho mucho si esas personas responsables de la educación y formación tienen una visión de la realidad como más diversa de lo que pensaban en un principio.

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La imagen principal salió de https://www.flickr.com/photos/osmont/3884786263/

 

 

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