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«El asunto holandes» (I)

26 enero, 2007 a las 12:32/ por


Hoy se inician varios capítulos.

Otro es el asunto de «la holandesa». Está relacionado con «El Rolls Royce de los Strap On» (consolador con correas), que contaré otro día.

Hace años, usando ICQ , similar al Messenger, me puse a buscar gente de determinadas características. Este programa te permite por ejemplo poner «busco chicas 25-35 años, que vivan en tal y tal pais, que le gusten tales cosas». Te aparecen los resultados, puedes añadir/dejar un mensaje a esa gente y ver si hay buenas coincidencias.

Yo fui buscando chicas dentro del BDSM en países nórdicos. En otros sitios, lo aclaran expresamente. Y me encontré una en Holanda, que sonaba bien. No ponía nada de BDSM pero sonaba interesante. Le dejé un mensaje y comenzamos a charlar, charlas subidas de tono en ICQ.

Hablamos hablamos hablamos y al final, interesada en conocerme, me dijo que le buscase un sitio para quedarse un fin de semana (yo compartía piso). Pillé una habitación cerca de mi casa.
Se vino (no tenía problema de dinero, tenía un curro importante) y estuvimos paseando por ahí, por la calle con un collar que algunos me habrán visto (ayer por ejemplo). Le gustaba meterse y salirse del papel cuando le daba la gana, cosa que comparto. Le gustaba cortarme, hacer que me atascase, que perdiera los papeles. Molaba el juego.

Holandesa, 1.80, morena en cola de caballo, muy buena planta.

Uno de los días que estuvo quedamos en su habitación en la que tenía pensado darme un repaso. Sabía de mis líos con el género y vino dispuesta a echarme el polvo del siglo.
Se trajo un preciosísimo strap-on (del que daré detalles en otra ocasión) y me folló estupendamente.
Me dejó el collar.

Después del buen fin de semana seguimos de chateando durante un tiempo. Y me invitó a ir a su casa y asistir a una fiesta BDSM en La Haya. Todo pagado. Como suena. ¿Quién es capaz de decir que no?
Allá me fui, dos o tres días creo. Vuelo a Bruselas, visita turística, tren a La Haya, visita a La Haya. Paseos, cafés y preparación para la fiesta. Al final, por problemas con el ayto. tuvieron que llevársela a Oss, un pueblecito de 7000 habitantes , allí cerca y hubo que quedarse allí a dormir.

La fiesta, pues sí, un flipe. Celebración de los 30 años (30!!!) de una asociación BDSM holandesa. Un teatro lleno por todas partes.[corrección 10:18, 27-01-07: era un teatro, pero al que le habían quitado las butacas, quedaba un espacio diáfano donde estábamos todos. Cuando digo todo lleno, me refiero a que también la zona de camerinos, donde habían puesto pequeños stand de tatuajes, ropa, mobiliario bdsm,…] Había estado en fiestas en Brighton, pero no en Londres… Esta era grande grande. Modelitos de todos los tipos. Un alucine.

Durante toda esta «relación», esta chica es la que más me ha enseñado, de la gente que conozco, sobre el rollo BDSM. Cómo pegar, dónde pegar, probar las cosas en uno mismo antes de dar para saber la sensación que produce… Nada gurú, muy relajada.

Al final, fue pasando el tiempo, la cosa se fue distanciando, se mudó a Miami, yo seguí conservando mi buena costumbre de querer enviar cartas muy muy buenas, (y de tanto esperar se me acaba pasando un año…) que al final, normal, se cansó y ya no me escribe. A veces me llega algún email de esos masivos, pero nada más.
Fue muy bonito mientras duró.

Ya saben parte de la historia. En la segunda parte, intentaré dar todos los detalles posibles del mejor strapon que he visto/sentido nunca.

2 Comentarios a “«El asunto holandes» (I)”

  1. ya me has dejado intrigado…

  2. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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