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El final de los derechos civiles: De los años 60 a los años 20.

10 julio, 2023 a las 9:00/ por

En este caso no soy agorero, ni es parte de la campaña electoral en nuestro país. En un lugar al que le resultan irrelevantes nuestras elecciones están pasando cosas que muestran de forma MUY CLARA la realidad que estamos viviendo.

El derecho al aborto en EEUU estuvo protegido por su constitución desde 1973 hasta junio de 2022. ESTUVO. Se ha terminado. Ya no existe ese derecho a nivel nacional en EEUU sino a que ahora pasa a depender de cada Estado y de la lucha legal en cada uno de esos Estados y en cada caso. Pasa de ser un derecho a ser material de debate. Ese derecho, que parecía que nunca desaparecería, ha desaparecido como derecho civil (protegido por el Estado) después de 50 años.

El pasado jueves, 30 de junio de 2023, Tribunal Supremo de EEUU (el mismo que ha terminado con la protección constitucional a nivel estatal del derecho al aborto), acaba de permitir la discriminación si eres LGTBI, algo que también parecía que habíamos conquistado para siempre. El Tribunal Supremo ha reconocido el derecho de un diseñador de webs de bodas a negarse a hacer ese trabajo para parejas de hombres o mujeres. Como dice el artículo, eso permite discriminar a otras minorías por su identidad u orientación.

¿Afectará a Europa esa pérdida de derechos? Creímos que no nos iban a afectar los ataques de 11S en Nueva York o la crisis de las hipotecas subprime… y aún seguimos en el fango de esas crisis. La forma de hacer política por Trump se parece MUCHO a la que usan los movimientos conservadores y antidemocráticos en nuestro país… Mi impresión es que, lamentablemente, sí nos va a afectar.

Las luchas colectivas por nuestros derechos: De los años 60 a los años 20

Nuestros derechos recibieron un reconocimiento internacional después de la Segunda Guerra Mundial ¿Qué pasó después de la SGM? Después del horror nazi y todas las salvajadas hechas durante la guerra, se pensó que era necesario proteger los derechos humanos. Y en 1948 se firmó la primera declaración de los derechos humanos.

A eso se fueron sumando muchos factores que hicieron posible, que en los años 50, se diera la llamada Lucha por los derechos civiles: la población afroamericana luchaba por tener los mismos derechos que la población blanca yy que esos derechos fueran garantizados por el Estado. Se suele considerar que empezó en los años 50 con el boicot a los autobuses que obligaban a las personas racializadas a ir en la parte de detrás del autobús (estudiar por separado, diferentes fuentes para beber, baños para aseo…) y que terminó en 1969 con el asesinato de Martin Luther King, con esos derechos siendo reconocidos y protegidos.

Lo mismo pasó con la lucha feminista. Se consigue legislación contra la discriminación contra las mujeres en el trabajo. En 1969 es la primera vez que se aplica el divorcio en EEUU sin tener que alegar ninguna causa para ello (derecho que no llega a nuestro país hasta 2005).

En 1969 son las luchas de Stonewall y desde entonces, también estaba (ESTABA) garantizado que no te discriminarían por ser LGTBI. Sobre esa base (tener los mismos derechos que la población LGTBI) se argumentaba para defender los derechos de las unidades familiares que, por primera vez en la Historia, desde 2020, en algunas ciudades de EEUU, no dependían de quienes se acostaran con quienes, sino de que existiera un acuerdo de cuidados para que se les otorgara los mismos derechos que a otras familias.

Fueron años de luchas colectivas para que TODO EL MUNDO tuviera los mismos derechos. La victoria de los movimientos conservadores y antidemocráticos consiste en convertir que esos derechos colectivos, derechos civiles, es decir, garantizados por el Estado, pierdan esa protección para ser algo que debe ser luchado en los tribunales, Estado por Estado, caso por caso. Se hace creer que sigue existiendo esa libertad sigue existiendo porque, de forma individual, cada cual puede luchar por ellos. Pero la realidad es que, en las batallas judiciales, necesitas mucho dinero, tiempo y/o energías que la mayoría no tenemos. Y las clases con más dinero, más conservadoras y más interesadas en que no cambie nada tienen más. Por eso desde la derecha más parecida a Trump se pone tanto énfasis en que no se luche colectivamente.

Para conseguir terminar con esos derechos civiles (colectivos y protegidos por el Estado), los movimientos conservadores y antidemocráticos usan, como estrategia, la conocida como lawfare o lucha jurídica. Esa es la forma de dar ese «golpe blando» para terminar de forma, aparentemente, democrática con esos derechos de quienes no son hombres, blancos y heterosexuales. Ese tipo de lucha jurídica también se conoce como «persecución judicial, instrumentalización de la Justicia, judicialización de la política, guerra jurídica o guerra judicial». Que nació, precisamente, para cuestionar la protección de los derechos humanos ante el ejército de EEUU.

De nuevo, volvemos a tener, como en los años 60, una única opción: la lucha colectiva por recuperar nuestros derechos.

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