El poliamor* ha venido para quedarse.
2 junio, 2015 a las 11:00/ por moscacojoneraEl poliamor no es una moda. ¿Está de moda? Sin duda. Cualquier artículo de prensa sobre el tema se suele convertir en el más leído. Pero eso no quiere decir que vaya a ser una moda pasajera.
El divorcio estuvo de moda en los 70 ¿se ha pasado de moda? No. A pesar de la oposición de algunos partidos, que decían en 1978 que «el divorcio ofende a las conciencias de «millones de españoles» y se dirige contra la unidad y estabilidad de la familia», se ha convertido en una de las opciones posibles, afortunadamente, viendo los índices de éxito del matrimonio monógamo: Se rompen 3 de cada 4 en España… ¿Porque el divorcio va contra la unidad y estabilidad de la familia? Más bien va a ser por la imposibilidad de que funcione la exclusividad absoluta.
«Tu pareja ideal es tu alma gemela, la persona con quien eres sexual y emocionalmente compatible en un 100%, tu “media naranja” con quien compartes los mismos valores respecto a todos los temas. Tu pareja satisfará todas tus necesidades —físicas, emocionales, psicológicas, afectivas, financieras, románticas, sexuales y espirituales. Si es amor de verdad, nunca desearás nada de otra persona» (Opening Up, pag 17)
La «moda» de la «libertad sexual» llegó a España al mismo tiempo, casi en los 80. Playboy llegaba a España en 1978 cuando se había comenzado a publicar en 1953 en EEUU. Se va llegando poco a poco a la idea de que no hace falta que el sexo se dé dentro del matrimonio, ni necesariamente entre un hombre y una mujer. En España, la primera marcha por el Orgullo fue en Barcelona en 1977, cuando «cuatro mil homosexuales se manifestaron por las Ramblas» ¿Se llegó a convertir eso en una moda, terminando en orgías sin parar, en que se acabase forzando a alguien a la homosexualidad? Tampoco. Simplemente pasaron a ser opciones disponibles para quienes quisiéramos optar por ellas. Pero el hecho de que se terminase la dictadura hizo que se tuviese que actualizar todos los derechos a la vez en España, que se había quedado congelada en un mundo militar aparte (menos edulcorado que Cuéntame), mientras que el resto de Occidente avanzaba.
La llamada «moda del poliamor» empieza antes en Portugal, en 2003 por lo menos, con quien compartimos término; se escribe igual en portugués que castellano. De ese año es un documental portugués de 15 minutos llamado así, «Poliamor». En 2004 Juliette, recién mudada a Madrid, crea el grupo Poliamor España en Yahoo. En 2005 aparece la entrada sobre poliamor en español en la wikipedia. Este blog lo inicio en marzo de 2006. En La Jornada (México) ya había aparecido en 2006. Probablemente (al menos según google) el primer artículo sobre poliamor en prensa española fue el 26 de diciembre de 2007 en Público. Y el primer post del blog donde lo cito es el del 12 de febrero en 2007.
En este gráfico de las búsquedas en internet de términos poliamor, polyamor y poliamoria, se puede ver que el interés por el poliamor se desata de manera muy muy marcada en octubre de 2006 y también es obvia la tendencia a que se hable más y más de él. En 2013 fue descendiendo algo y quizá por un par de influencias, retoma su línea ascendente hasta hoy día: La primera, la publicación de Ética Promiscua en junio de 2013 y segundo, la «onda expansiva» del interés por el poliamor en el mundo anglosajón, que sufre dos picos en agosto de 2012 y agosto de 2013, como se ve fácilmente en el segundo gráfico, donde se puede comparar la evolución con la palabra «polyamory».
Igual que en su momento pasó a ser normal ver que el matrimonio no era indisoluble, o que el sexo se podía dar fuera del matrimonio y que no dependía del género de quienes se casaban o formaban pareja, hemos llegado al momento en el que se ha entendido que es posible separar amor y pareja. Se ha entendido que ha aparecido como una opción más el situar más amores fuera de una pareja o repartidos en varias relaciones DE MANERA CONSENSUADA. Porque hasta ahora se ha hecho siempre de manera oculta, a espaldas de la pareja o relaciones que se tuviesen. O se optaba por el sistema de «ojos que no ven, corazón que no siente». No es tan extraño llegar a ese panorama de manera tácita, sin haberlo hablado: «Hace tiempo que no tenemos sexo. Supongo que tiene sus aventuras por su cuenta, yo desde luego tengo las mías por mi lado, pero preferimos no hablar nunca del tema. Yo no quiero perder a mis criaturas». La novedad en el siglo XXI ha sido plantearlo encima de la mesa, aceptar que es inviable la exclusividad total en todos los campos y se buscan acuerdos EXPLÍCITOS. Lo que hace el «poliamor*» es dar a esas relaciones vías de salida que no haya que inventarse desde cero.
Es por eso que el poliamor* ha aparecido como otra herramienta más, como el divorcio, el matrimonio igualitario, el sexo sin más compromiso que estar ahí en ese momento. ¿Recurre todo el mundo a esas opciones? No, sólo quien lo desea, en el momento que lo desea. Eso es lo que sucederá con el poliamor*. Por eso probablemente no va a esfumarse mágicamente, no va a volverse a la situación anterior, como no pasó con el resto de los cambios en las relaciones.
¿Por qué ha sucedido ahora el fenómeno de plantearse el amor fuera de la pareja o parejas? Pues aceptando la hipótesis de Eva Illouz, gracias al uso de internet, uno de las herramientas más potentes contra el amor romántico… Como comenta José Diego Santos Vega, de la Universidad Complutense de Madrid, al hablar de las «Intimidades congeladas» de Eva Illouz, de la experiencia de buscar pareja/s en internet
«Como puede suponerse, esta experiencia se aleja bastante del amor romántico, o sea, de la espontaneidad, de la atracción sexual y el desinterés en el interior de una economía de laescasez; es más, esa racionalización de las relaciones íntimas, esa interacción textual descorporeizada y esa instrumentalización de las interacciones románticas dentro de una absoluta economía de la abundancia o del exceso acaba por destruir dicha experiencia del romance.»
Es decir, no hay atracción corporal, no hay cuerpo que nos produzca cierta «química», sino que el texto o la imagen son las que nos seducen. No encuentras a alguien y «quien sabe cuándo le volveré a ver», sino que una vez localizas a alguien es bastante fácil volver a encontrar a esa persona, y encontrar más y más cosas sobre ella en internet. La persona tiene (o no) un determinado valor en nuestra imagen social en internet, no sólo a nivel personal. Tenemos relaciones que pueden ser comparadas en poco tiempo (podemos comprobar su cotización respecto a otras ofertas que tenemos) gracias al móvil que llevamos en el bolsillo. Facilidad, abundancia, instantaneidad… Es mucho más fácil y emocionante consumir las sensaciones que nos producce todo ese entorno de flirteo, seducción, coqueteo, nos ofrece. Nada que ver con aquella visión dramática del amor. Es mucho más divertido. Por eso no soltamos el móvil. Por eso no vamos a soltar la no-monogamia.
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*Utilizo la palabra poliamor* para referirme a cualquier relación en la que hay más de una relación afectiva de manera simultánea y consensuada.
Fuente de la imagen principal: http://sbs-seattle.com/2013/01/30/polyamory-the-problem-with-polynormativity/, etiquetada para reutilización.