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El problema de la polinormatividad (1)

1 mayo, 2013 a las 11:00/ por

Hace no mucho Andrea Zanin, que escribe el blog Sex Geek, revolucionó un poco las calmadas aguas de la comunidad poliamor al publicar un artículo, en parte, sobre la versión más mainstream del poliamor. No pases el ojo rápida

Hago trampa y traduzco los extractos escogidos por Poly in the Media, un gran blog que va recogiendo las apariciones del poliamor en los medios de comunicación mayoritarios.

 

El problema de la polinormatividad.

El poliamor está consiguiendo un montón de atención de los medios hoy día. Es llamativo, la verdad y ha sido un cambio muy importante en los últimos cinco a diez años. El problema, que no es raro, es que  la forma de poliamor que está consiguiendo más atención en los medios es, con mucho, la que es lo más parecida posible a la monogamia tradicional, porque es la menos amenazante al orden social dominante.

Hace diez años mi postura era mucho más vive-y-deja-vivir. Ya sabes, diferentes cosas para personas diferentes. Yo hago poliamor a mi manera, tú a la tuya,  y en general estamos haciendo algo no-monógamo por lo que entendemos que tenemos algo en común que es diferente de la norma… Así que en esto buscamos lo mismo,¿verdad?

Hoy día, de todos modos, he llegado a la conclusión que me lo tomo mucho más en serio. Me refiero en serio como de ofenderme seriamente, no de camaradería. Fundamentalmente, creo que hacemos cosas radicalmente diferentes. El movimiento poliamor —si puede llamarse así, lo cual es debatible por varias razones— está empezando a romperse por los mismos puntos que se ha roto el gay/lésbico/queer…

En lo más basico, diría que el poliamor de alguna gente tiene buena pinta para la mayoría y el de otras personas no. La mayoría, el mainstream, adora sentir que van a la última, son sexys y cool. Les gusta absorber cualquier moda reciente para convencerse de que están haciendo algo nuevo y excitante… Al grupo mainstream le gusta hacer todo esto mientras erigen nuevas barreras contra cambios de valores reales, fundamentales que pueden desestabilizar la estructura de Cómo Funciona El Mundo. En este caso esa estructura es la prioridad de la pareja.

Los medios presentan una clara lista de normas poliamor y muestra abrumadoramente personas que hablan y practican poliamor dentro de esas normas. Me referiré a esto como la polinormatividad

Estas son las cuatro normas que conforman la polinormatividad como la veo:

1. El poliamor comienza con una pareja. … Con esta norma, la premisa completa de multiples relaciones es reducida a lo que suena, básicamente, como un hobby para una pareja tradicionalmente comprometida a largo plazo que decide hacerlo junta, como ir a bailes de salón o aprender a esquiar. Mucho de lo radical de re-pensar las relaciones humanas se pierde…

2. El poliamor es jerárquico. … Con este modelo es completamente normal el poner los sentimientos de una persona por encima de los de otra como principio. ¿Y pensamos que eso es un avance?
Esto es precisamente es lo que da lugar a la controvertida (?) Declaración de Derechos de las Relaciones Secundarias de Franklin Veaux (Tacit) o un post reciente que se convirtió en viral sobre cómo tratar bien a las parejas no-principales (nota como estos nos son artículos de los medios mayoritarios). Esos posts me pusieron enferma. No porque digan algo malo sino porque —de acuerdo con lo que dicen las relaciones secundarias, que son precisamente las personas a las que debemos escuchar sobre esto— significa que un montón de gente polinormativa necesita que se les diga que no traten a otras personas como una mierda. Estos posts son un curso básico sobre una buena educación humana básica. Que incluso sean remotamente necesarios, no digamos si son extremadamente populares, es algo realmente inquietante.
…Dejadme aclarar mi postura en esto por si acaso. No hay nada malo en una pareja de hecho comprometida y seria, a largo plazo. Tampoco hay nada malo con quedar de manera informal… No estoy jugando con las palabras en esto. Estoy hablando sobre… tratar seres humanos reales, vivos.

3. El poliamor requiere un montón de reglas… Las reglas son implícitamente marcadas por la pareja primaria, la «pareja poliamor». Al menos así es como se explican la mayoría de las discusiones sobre reglas. Algunos libros y webs te dirán (a ti, que presumiblemente eres parte de una pareja monógama que-va-a-ser-poliamor) que es superimportante no sólo tener reglas sino marcarlas antes de que empieces y te dediques a la cosa del poliamor. Si alguna vez quieres obtener una confirmación muy clara del estatus de secundarias de las otras relaciones, este es: Las reglas se establecen antes incluso de que aparezcan y no tienen nada que decir al respecto. De nuevo… ¿nos parece esto un avance?

Ahí está la cosa. La cantidad de reglas tiene una relación inversamente proporcional a la cantidad de confianza (gracias Rubén por la traducción de la frase)

4. El poliamor es heterosexual o casi…. Y también de gente guapa, joven y blanca. Si los medios mayoritarios le diesen demasiadas líneas en sus páginas al poliamor LGBQ, la gente podría pensar que el poliamor es algo gay y eso no vendería tanta revistas. Por lo que el típico artículo polinormativo es algo como «Conoce a Bob y Sue. Son una pareja poliamor. Son una relación principal y quedan a la vez con las mismas mujeres».

 Estos artículos buscan mostrar la fantasía de gente medianamente atractiva teniendo sexo deliciosamente transgresivo (pero no demasiado transgresivo) mientas que se mantienen firmemente dentro de los límites de la relación convencional basada en construir una pareja todo lo humana posible dadas las circunstancias. Esa fantasías vende. Al resto no nos hace ningún favor.

La imagen, de aquí

12 Comentarios a “El problema de la polinormatividad (1)”

  1. caterina dice:

    Pues estoy muy de acuerdo, si. No sólo porque de alguna manera el valor de la polinormatividad como elemento disruptivo políticamente sea cuestionable (joder, es «normatividad») sino porque tb cosas como las que se dicen en la Secondary Bill Of Rights son tan hiper de cajón y tan reales a la vez…
    De nuevo, el problema con las normatividades es que hagan creer que solo hay un camino, que sienten dogma y academia: ojalá otras formas de relacionarse vayan visibilizándose y legitimándose socialmente (dentro de las prácticas no monógamas) como esta visión del poliamor. Pero, importante, creo que deben seguir llamándose poliamor. Porque si no le dejamos a la polinormatividad el terreno para decir «ves? es que lo tuyo es —(no-monogamia, afectos divergentes, anarquía relacional, x) PERO NO ES VERDADERO POLIAMOR»

    mñe

  2. Ruben dice:

    «La cantidad de reglas tiene una relación inversamente proporcional a la cantidad de confianza»

  3. Igmuthankawin dice:

    *Rules have an inverse relationship to trust… = Las reglas están en relación inversa a la confianza.
    Era por despejar el (?)

    Lo que viene en realidad a ser la clave del artículo. A partir de que el poliamor empieza con una pareja, y de que es esa pareja lo único que importa. Esa pareja no confían entre ellos, ni mucho menos en las personas que eventualmente se incorporen, así que son necesarias reglas para proteger la continuidad de esa pareja en detrimento de los recién llegados. hasta el punto de que es necesario recordar que también son seres humanos. Aunque con menos derechos.

    ¿Seguro que ésto es poliamor?

    DaMa PuMa.

  4. laura dice:

    el poliamor no nace de una pareja, creo que uno mismo puede asumirse poliamoroso sin necesidad de tener a «un otro» uno mismo debe bastarse siempre para asumirse ante cualquier postura, género, relación en la vida

  5. Roma dice:

    La verdad es que yo no tengo ningún interés en que «lo mío» se considere «verdadero poliamor», por lo que no siento la necesidad de defender ese territorio como mi territorio. De hecho sigo buscando cuál es ese territorio en el que me quiero ubicar en lo que se refiere a afectos y sexualidades y cómo y con quien lo vamos construyendo. En esa búsqueda y en ese ubicarme me identifico mucho más con el concepto de anarquía relacional que con el de poliamor, y me es útil la perspectiva de ruptura con la monogamia obligatoria.

    Imagino que hay un mundo de recursos, grupos, personas, textos, etc. sobre poliamor que desconozco, y con el que habrá personas que se identifiquen y deseen hacer una especie de genealogía o cartografía y vincularse con todo ello, y sentirse parte de esa comunidad. Entiendo que identificarse con el término poliamor puede ser una manera de establecer ese vínculo. Por el momento algunas personas hemos llegado aquí por otros caminos y desde otras comunidades, y claro que siento afinidad por muchos aspectos del «poliamor», pero no al 100%, sigo buscando y construyendo otros caminos.
    Me parece importante tener en cuenta que las formas de relacionarse (afectiva y/o sexualmente) más allá de la monogamia se están construyendo también en otras comunidades más allá de la reconocida como «poliamor», comunidades con sus propios códigos, lenguajes, referentes, etc.
    Compartamos, confluyamos, contaminémonos, construyamos junt+s, pero no desde una hegemonía y un «afuera», y reconozcamos la capacidad de cada unx de autoidentificarse.

  6. moscacojonera dice:

    De todos modos, ojocuidao, el artículo va contra la actitud DE LOS MEDIOS al recoger un sólo modelo de poliamor o relaciones afectivas abiertas como el «verdadero», no a lo que se hace en la realidad o a gente que sigue ese modelo…excepto cuando no tratan a las otras personas como seres humanos.

    Pero vamos, eso último nos parece mal a todo el mundo que estamos en esto, creo yo…

  7. Roma dice:

    Sí, mi comentario iba en respuesta al de Caterina:
    «De nuevo, el problema con las normatividades es que hagan creer que solo hay un camino, que sienten dogma y academia: ojalá otras formas de relacionarse vayan visibilizándose y legitimándose socialmente (dentro de las prácticas no monógamas) como esta visión del poliamor. Pero, importante, creo que deben seguir llamándose poliamor. Porque si no le dejamos a la polinormatividad el terreno para decir “ves? es que lo tuyo es —(no-monogamia, afectos divergentes, anarquía relacional, x) PERO NO ES VERDADERO POLIAMOR”.

    Con mi parrafada de antes quería decir que no a tod+s nos sirve el concepto de poliamor como paraguas, aunque me parece totalmente legítimo que a otras personas sí :-)

  8. Jesús dice:

    Permiso para hacer un copia&pega en la web de Poliamor Madrid :)

  9. […] es eso? Pues si queréis una visión completa, este artículo que @lamoscacojonera ha traducido es muy buen punto de […]

  10. Goizane dice:

    Pues yo no sólo he visto que ésta sea la imagen que se da en los medios. También en foros de poliamor y demás veo muchas de estas actitudes. De las últimas veces que he leído cosas de éstas me ha dado la impresión de que son como parejas heteromonógamas convencionales pero con un número determinado de miembros que es superior a dos. Y está bien que puedan ser así, por qué no voy a poder tener una relación convencional con más de una persona.

    El problema principal es el mismo que tiene la monogamia, que se está dando por hecho que las relaciones tienen que ser de determinada manera. La relajación de poder conocer a más de una persona se pierde entre la tiranía de normas (no te cuento si eres «la secundaria»). Sobre la heteronormatividad, no sé, mientras que las relaciones entre mujeres sí las he «visto» a menudo, la política implícita del pene único me parece bastante imperante.

  11. […] polinormatividad de manera crítica. San Google no tardó en remitirme a un par de artículos de Golfxs con principios que, a su vez, traducían extractos de un artículo de Andrea Zanin publicados por Poly in the […]

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