Ética BDSM

«Cuando jugamos, nos damos mutuamente permiso y ánimo para explorar más allá en nuestras mentes y aventurarse valientemente en el camino de lo prohibido. Nos abrimos a lo desconocido en el lado oscuro.Y cuando estamos abiertxs a algo, somos terriblemente vulnerables.

Así que, para poder abrirse, y para tener seguridad y estar a salvo mientras jugamos a la violación y la traición, creemos que todas las personas participantes deben entrar en el espacio de la sesión con los principios más elevados, y el firme compromiso de respetar y honrar el valor y la vulnerabilidad que todxs nosotrxs, tops y bottoms, traemos con nosotrxs a la sesión. Nosotras vemos una sesión como un espacio especial y sagrado: Es crucial que respetemos la confianza e integridad de cada individuo en ella.

ConsentimientoEl consentimiento pleno en el SM, o cualquier otra manifestación de la sexualidad, requiere una colaboración activa para el placer y bienestar de todas las personas involucradas. Entramos en nuestro juego con la intención de apoyarse mutuamente de manera activa al explorar sensaciones, el peligro y la vulnerabilidad.

El consentimiento en cualquier situación es algo muy específico: Damos nuestro consentimiento, ambxs top y bottom, a cada detalle y podemos decidir no dar nuestro consentimiento a cualquier elemento del plan de esa sesión. 

La honestidad es obligatoria para tops y bottoms. Puedes entender fácilmente lo que pasaría si una persona sumisa loca-por-agradar consiente un ataque violento que en realidad no es lo que quiere, y tu sigues adelante y lo odia. Tu seguridad y competencia como top son violadas, y te tienes que enfrentar a una persona bottom que está espantada o cabreada sin tener tú ninguna culpa.

Como top, si das tu consentimiento a participar en una sesión que no te da buenas sensaciones, y no compartes tus reservas, y no consigues por arte de magia involucrarte una vez comienzas con la sesión, puedes acabar realizando una sesión incómoda y fría, con poca o ninguna conexión con tu bottom, que puede acabar sintiéndose abandonada, abusada y violada. 

El consentimiento tiene sólo sentido si se puede retirar sin el riesgo de que te critiquen, juzguen o rechacen. Si bottom o top intentan algo en una sesión y les es realmente desagradable, tienen todo el derecho a interrumpir la escena, renegociar el plan y que se escuchen sus preocupaciones sin que se les culpe. El respeto al consentimiento es obligatorio.»

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