Guía sobre lo que debes saber sobre poliamor si eres profesional de la psicología (publicado por la NCSF) (6)
3 junio, 2020 a las 16:24/ por moscacojoneraPreocupaciones específicas de las personas poliamorosas
Mucho se ha escrito en el pasado sobre relaciones «abiertas» y/o multilaterales (Constantine y Constantine, 1972, 1973, 1977; Ellis, 1972; Hunt, 1969; Knapp, 1975; Libby, 1977, 1978; Macklin 1978; Neubeck, 1969 y Ramey, 1976). Muchas personas se sienten felices y satisfechas con sus relaciones poliamorosas. De todos modos, cuando aparecen los problemas, a menudo suele ser en los campos explicados a continuación. Los Constantine (1972, 1973) señalan que los problemas de comunicación y las diferencias de personalidad sobre los problemas comentados más a menudo, pero también son comunes los problemas relacionados con el compromiso, con la satisfacción de necesidades, posesión y celos, miedo al abandono, culpa y la naturaleza de las actividades sexuales. Las personas en relaciones multilaterales se pueden tener que enfrentar a retos relacionados con la formación de esas relaciones y la integración de sus miembros. Eso incluye el tiempo y energía requerido para el proceso y búsqueda continua del consenso, la disponibilidad de suficiente tiempo a solas, territorialidad, las obligaciones derivadas de diadas anteriores y asuntos relacionados con diferentes crecimientos personales. Para alguans personas puede haber problemas que surjan debido a miembros de la relación reticentes o demandantes, y en algunos casos, una diversidad de asuntos legales que deben tener en cuenta (ver más abajo).
A veces, las personas que quieren explorar las relaciones abiertas o multilaterales se encuentran con un conflicto interno porque experiementan emcoiones y miedos que la ideología pública de la «nueva apertura» les dice que no deben de tener. Por un lado, pueden experimentar culpa basada en una socialización más tradicional, que condenase los estilos de vida no monógamos y, por otro lado, culpa por el nuevo sistema de valores, que considera los celos y el deseo de un compromiso monógamo como «inmaduros». La terapia puede necesitar ayudar a quien acude a consulta para ayudarle a explorar el significado de los sistemas que le pueden haber influido.
Un problema frecuente experimentado por personas con estilos de vida alternativos es la ausencia de referentes apropiados. Puede que no dispongan de referentes en los que fijarse al pensar en los patrones de interacción en sus vidas, o se fijan en diferentes modelos y expectativas de su pasado, que les lleva a abundantes pruebas y errores, inseguridades y conflictos de roles en las relaciones.
Es a menudo comentado por terapeutas (Constantine y Constantine, 1972; Macklin, 1978) que, una vez que son capaces de manejar y aceptar un estilo de vida, sus clientes en relaciones no tradicionales tienden a presentar problemas que son muy similares a los que presentan parejas de relaciones más tradicionales. Cuestiones como una mala comunicación, diferentes grados de compromiso, expectativas diferentes y la búsqueda de un equilibrio entre autonomía e intimidad son comunes en ambas. Constantine y Constantine (1972) señalan que el trabajo con clientes en matrimonios con elementos multilaterales es, en muchos casos, «una mera extensión del asesoramiento diádico» Macklin (1978) recoge un excelente resumen de los problemas que se presentan más comúnmente en las parejas con relaciones no tradicionales (las notas entre paréntesis indican una clasificación más amplia de esas preocupaciones, como se analiza en mayor detalle más abajo).
Mala comunicación con sus relaciones (Relación)
Malas habilidades para resolución de conflictos (Relación)
Sentimientos de culpa por su estilo de vida o por el efecto en otras personas (Emocional)
Sentimientos de posesión y celos, como sentirse que le han dejado de lado o excluído; sentir que pasa tiempo insuficiente con quien tiene una relación; miedo a la pérdida de poder o control sobre la persona con quien tiene una relación; miedo a la pérdida de la relación (Francis, 1977) (Emocional; Relación).
Diferentes grados de liberación intelectual y emocional (como, la persona que se ve incapaz de vivir cómodamente de acuerdo a las ideas que ha adoptado intelectualmente) (Emocional)
Críticas de personas relevantes de su entorno (Social)
Falta de apoyo externo por parte de un grupo con quien compartir abiertamente los detalles de su estilo de vida personal, y la sensación de retraimiento, aislamiento, soledad y dudas que se derivan de eso (Social; Emocional).
Problemas sociales
Pueden estar teniéndose que enfrentar a ciertas realidades externas que les crean estrés. Puede que estén experimentando miedo o rechazo de otros miembros de su familia de quienes creen que les rechazaran si descubren que tienen ese estilo de vida en particular. Pueden temer las reacciones de sus colegas de trabajo y superiores, así como las repercusiones negativas en sus carreras profesionales. Puesto que ciertos estilos de vida no tradicionales incluyen conductas que son consideradas ilegales en algunos estados [de EEUU], el riesgo a la mala reputación o que decidan forzarles a cumplir la ley, les puede llevar a sentir ansiedad. Ese miedo a la crítica, el rechazo y la recriminación puede llevar a intentar mantener secreto su estilo de vida y ese entorno, como una «olla a presión», puede provocar serios problemas en la relación. En terapia se debe ser consciente que algunos problemas en relaciones no tradicionales pueden deberse al estrés resultante de esos conflictos entre valores internos/externos y no necesariamente a la relación per se.
Discriminación por parte de la población mayoritaria, de quienes te contratan, de quienes te alquilan vivienda, de colegas de trabajo
Un reto al que tienen que enfrentarse las personas poliamorosas es la etiqueta de desviación (Knapp, 1975; Mann, 1975). Cuando una relación no es mantenida en secreto, las personas poliamorosas a menudo sienten que necesitan probar al resto que su forma de vivir es viable (Falco, 1995).
A pesar de que la comunidad poliamorosa percibe su estilo de vida del que se derivan muchas cosas buenas, esto a menudo es rebatido por quienes no lo son. Las personas en relaciones poliamorosas se enfrentan a la desaprobación social y la discriminación legal similar a la experimentada por lesbianas, gays y bisexuales (Peabody, 1982)
Necesidad de mantener en secreto sus relaciones o llevar una doble vida
Los miembros de la mayoría de religiones mayoritarias pueden excluir a las personas poliamorosas y (como en el ejemplo de la triada a la que se le cuestionó la custoria de su hija, Cloud 1999) sufren discriminaciones legales. Las uniones poliamorosas no son reconocidas por la iglesia o el Estado, y los derechos asociados al matrimonio no están disponibles para el miembro de la relación que no se ha casado. Muchas de las formas de discriminación a las que se enfrentan gays y lesbianas son compartidas por la comunidad poliamorosa (Browning, Reynolds y Dworkin, 1991).
Mantener un secreto tan grande e importante supone un estrés importante (Browning et al, 1991) Existe un miedo a que alguien lo descubra y se les aislen las personas que lo desaprueban. Está el estrés derivado de la falta de reconocimiento de una de las relaciones: por ejemplo, el miembro de la relación a quien no se invita a las reuniones familiares y las fiestas del trabajo puede sentirse excluído y menospreciado. Si esa persona poliamorosa tiene criaturas que no son conscientes del tipo de acuerdo, puede ser necesario buscar momentos y espacios para encontrarse a solas, en lugar de la comodidad de hacerlo en casa. Las personas poliamorosas puede que asistan a terapia para aprender nuevas formas para manejar esos factores de estrés.
Desaprobación familiar
A menudo, las personas poliamorosas deciden no desvelar sus relaciones múltiples a personas fuera de ellas, ya que perciben que no se acepta su forma de vida por parte de la sociedad mayoritaria (Peabody, 1982). Se puede excluir del conocimiento de la situación incluso a miembros cercanos de la familia (Ziskin y Ziskin, 1975; Weber, 2002).
Problemas relacionados con la revelación de la relación poliamorosa a las criaturas
Un estudio de Watson y Watson (1982) halló que, aunque el 75% de personas poliamorosas querían que sus criaturas supieran cuál era su estilo de vida, sólo el 21% había informado realmente a sus criaturas sobre todos los detalles de las relaciones con sus otras parejas. «Algunas incorporan a sus criaturas cuando están en compañía de sus rekaciones secundarias, y señalan que disfrutan el proceso de ser un referente alternativo para sus criaturas. Otros progenitores sienten que comentar cuál es su estilo de vida les iba a molestar a sus criaturas, o no lo comprenderían, o lo comentarían abiertamente con el vecindario y en el colegio». Una encuesta del año 2000 a personas poliamorosas mostró que dos décadas más tarde, el 45% todavía no era capaz de «salir del armario» con sus propias criaturas (Weber, 2002)
Ausencia de protección legal de la propiedad, herencias, parentalidad y custodia de menores
En un caso que llegó a ser notorio en 1999, una niña fue sacada de un hogar poliamoroso tras la petición de custodia por su abuelo y su abuela, basándose en que el ambiente de la casa era inmoral según la biblia. No se encontró ninguna prueba de maltrato ni abandono, y por parte de profesionales de salud mental se comprobó que la niña era mentalmente estable; pero aún así la familia de la niña tuvo que luchar en los tribunales para recuperar a su hija; e incliso entonces, sólo les devolvió la niña cuando uno de los tres progenitores se mudo fuera de la casa (Cloud, 1999) (Emens, 2004)
Aprovechando que el próximo 6 de junio daré una clase sobre este tema en la Autónoma, para quienes no pueden asistir pero les interesa información relacionada con psicología y poliamor continuo con la traducción del folleto de la NCSF «Qué se debe saber, como profesional de la psicología, sobre las relaciones poliamorosas» que se puede consultar o descargar en PDF de la web de Pink Therapy.
Esta es la sexta entrega, después de haber traducido hace años las dos primeras partes, que se pueden consultar aquí y aquí y como continuación a la tercera parte, que se puede leer aquí. La semana pasada traduje la cuarta. Aquí está la quinta.
Escrita por Geri Weitzman, Joy Davidson, y Robert A. Phillips. Publicada para la NCSF por James R. Fleckenstein, y Carol Morotti-Meeker ©2014 NCSF. Traducción: miguel vagalume, 2020.