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Hoy he venido a hablar de mi libro

15 octubre, 2015 a las 11:34/ por

 

Al final ha llegado el día que lo comento abiertamente: La editorial Melusina (que siempre me trata maravillosamente) me ha invitado a que escriba un libro sobre el poliamor y otras opciones no-monógamas desde nuestro punto de vista, en lugar del norteamericano. Hasta ahora nos vamos manejando con guías en inglés, escritas desde la visión de EEUU, no había otra manera. Y en mi caso me parece lógico, lo apoyo totalmente: Es un país donde hay una tradición de décadas en el tema y mucho material escrito, por lo que no parece mala idea no empezar desde cero, no ponernos a inventar la rueda sino ver cuales son sus propuestas y, de ahí, quedarse con lo que parece una buena idea y dejar de lado lo que culturalmente es imposible de aplicar.

 

 

Esa es la propuesta con «mi libro» (no tiene título todavía): Dar una visión que encaje culturalmente de otra manera, que recoja lo que está sucediendo en la no-monogamia actualmente y en español (es decir, tanto en nuestro país como Latinoamérica en la medida de lo posible, porque LA es INMENSAMENTE grande y diversa). Y así se irá sumando poco a poco lo que he leído estos años, mi opinion en algunos de estos temas, lo que voy aprendiendo en el Master, lo que aprendo en los congresos y reflexiones sobre estos temas, lo que aprendo hablando con quienes le damos vueltas a estos temas en castellano… 

Y por ahora poco más puedo contar, porque acabo de empezar. Ahí estoy, intentando compaginar todo lo demás (¡que ya era complicado!) e intentando mantenerme dentro de los conocidos consejos de Henry Miller para escribir:

1. Trabaja en una sola cosa hasta que la termines.

2. No empieces más libros nuevos, no añadas más material a ‘Black Spring’ (el libro que estaba escribiendo en aquel momento)

3. No te pongas nervioso. Trabaja con calma, felicidad y pasión en lo que sea que te traigas entre manos.

4. Trabaja de acuerdo al programa y no a tu humor. ¡Detente! cuando se cumpla el tiempo que has acordado contigo mismo

5. Cuando no puedes crear puedes trabajar (cuando no estas inspirado haz otras cosas. Corrige, reescribe, ordena capítulos).

6. Consolida cada día lo que haces en vez de ir añadiendo nuevos fertilizantes.

7. ¡Mantente humano! Queda con la gente, ves a sitios, tómate una copa si te apetece.

8. ¡No seas un caballo de carga! Trabaja solo por placer.

9. Sáltate el programa cuando quieras, pero vuelve a él al día siguiente.Concéntrate. Haz cribas. Excluye

10. Olvídate de los libros que quieres escribir. Piensa solo en el libro que estas escribiendo.

11. Primero de todo escribe. La pintura, la música, los amigos y el cine. Todo eso, vendrá después.

 

 

A pesar de lo complicado del trabajo que tengo por delante, me hace muchísima ilusión. Algo parecido a tener una criatura… te quita horas de sueño, te costará mucho dinero, te quitará tiempo, tendrás que dedicarle mucha energía pero, si es lo que deseas, te da también muchas alegrías. Y así me lo planteo.

Ya os iré contando durante el proceso de escribirlo cómo va yendo las cosas, y ya os invitaré a escribirme por si vuestra historia personal os parece que puede aportar algo interesante. Aquí la cosa va a ser entender qué hace diferente (donde lo hace) nuestra manera de entender la no-monogamia. ¿Estamos heredando la cultura anarquista de principios del siglo XX en Cataluña?¿Estamos poniendo en práctica lo que investigó el feminismo hispano a principios del XXI?¿Es otra opción a sumar al «viva la fiesta» típico de nuestro país?¿Será el nuevo lema turístico, «sangría, playa, sexo y poliamor»?¿Es herencia de nuestro gusto por lo norteamericano?… 

 

*El título viene de la anécdota de Paco Umbral en televisión, que dijo en directo que él a lo que había ido era a hablar de su libro.

 

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3 Comentarios a “Hoy he venido a hablar de mi libro”

  1. Marina dice:

    ¡Felicidades, Miguel! Qué buena noticia poder leerte a lo largo de un libro entero. Mucho ánimo, te dejo la técnica del escritor en 13 tesis de Walter Benjamin:

    1. Quien se proponga escribir una obra de gran envergadura, que se dé buena vida y, al terminar su tarea diaria, se conceda todo aquello que no perjudique la prosecución de la misma.

    2. Habla de lo ya realizado, si quieres, pero en el curso de tu trabajo no leas ningún pasaje a nadie. Cada satisfacción que así te proporciones, amenguará tu ritmo. Siguiendo este régimen, el deseo cada vez mayor de comunicación acabará siendo un estímulo para concluirlo.

    3. Mientras estés trabajando, intenta sustraerte a la medianía de la cotidianidad. Una quietud a medias, acompañada de ruidos triviales, degrada. En cambio, el acompañamiento de un estudio musical o de un murmullo de voces puede resultar tan significativo para el trabajo como el perceptible silencio de la noche. Si este agudiza el oído interior, aquel se convierte en la piedra de toque de una dicción cuya plenitud sepulta en sí misma hasta los ruidos excéntricos.

    4. Evita emplear cualquier tipo de útiles. Aferrarse pedantemente a ciertos papeles, plumas, tintas, es provechoso. No el lujo, pero sí la abundancia de estos materiales es imprescindible.

    5. No dejes pasar de incógnito ningún pensamiento, y lleva tu cuaderno de notas con el mismo rigor con que las autoridades llevan el registro de extranjeros.

    6. Que tu pluma sea reacia a la inspiración; así la atraerá hacia ella con la fuerza del imán. Cuanta más cautela pongas al anotar una ocurrencia, más madura y plenamente se te entregará. La palabra conquista al pensamiento, pero la escritura lo domina.

    7. Nunca dejes de escribir porque ya no se te ocurra nada. Es un imperativo del honor literario interrumpirse solamente cuando haya que respetar algún plazo (una cena, una cita) o la obra ya esté concluida.

    8. Ocupa las intermitencias de la inspiración pasando en limpio lo escrito. Al hacerlo se despertará la intuición.

    9. Nulla dies sine linea– pero sí semanas.

    10. Nunca des por concluida una obra que no te haya retenido alguna vez desde el atardecer hasta el despuntar del día siguiente.

    11. No escribas la conclusión de la obra en tu cuarto habitual. En él no encontrarás valor para hacerlo.

    12. Fases de la composición: ideas-estilo-escritura. El sentido del fijar un texto pasándolo en limpio es que la atención ya sólo se centra en la caligrafía. La idea mata la inspiración, el estilo encadena la idea, la escritura remunera al estilo.

    13. La obra es la mascarilla funeraria de la concepción.

    (Walter Benjamin. Dirección única. Alfaguara. Traducción de Juan J. del Solar y Mercedes Allendesalazar)

  2. Xabier dice:

    Pues no me queda mas que desearte muchísima suerte y que pronto lo disfrutemxs todxs. Un abrazo y a trabajar!

  3. jam dice:

    Pues felicidades y animos! aqui estamos para lo que convenga…intelectualmente hablando… :P

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