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La cuarta ola del feminismo (The Guardian/Kira Cochrane)-Parte 2 y última.

26 diciembre, 2013 a las 11:00/ por

Sigo con la segunda parte del artículo que comencé a traducir la semana pasada: The fourth wave of feminism: meet the rebel women. Esta es la segunda y ultima parte. La primera parte se puede leer aquí.

«La Fawcett Society siguió mostrando como los recortes en ayudas sociales, servicios públicos y empleo público es una triple amenaza para las mujeres (en 2013 el desempleo femenino alcanzó su cota más alta en 26 años). Rape Crisis South London lanzó una campaña para criminalizar la posesión de pornografía que muestra violaciones. Y 40 Days of Choice se enfrentó al activismo antiabortista que se ha hecho tan preocupantemente presente en Reino Unido últimamente.

El festival de Edimburgo reunió a una sorprendente cantidad de cómicas feministas, incluidas Mary Bourke, con su show Muffragette. Bourke señaló en una entrevista de la BBC como el circuito open-mic (donde puedes ir y actuar directamente) se ha vuelto un «circuito de chistes sobre violaciones» ultimamente. Las monologuistas feministas repondieron rápidamente. Nadia Kamil, 29, actuó con un burlesque feminista, quitándose ocho capas de ropa para mostrar mensajes como «los pubis son normales» y «igual sueldo» resaltado con lentejuelas. También explicó la teoría de la interseccionalidad usando un vocoder y repartió chapas con la frase «Smash the Kyriarchy». (Ella esperaba que su audiencia buscaran más tarde las palabras que les resultaban desconocidas, como «kyriarchy» y «cis«.)

Bridget Christie, con 42, ganó el premio Foster’s Edinburgh comedy con A Bic for Her, en la que arremetió contra los comentarios machistas del piloto de carreras Stirling Moss, y habló del «archivado ético» (ethical filing): Quitar las revistas machistas directamente de las estanterías de las tiendas y tirarlas directamente a la basura. No estaba animando a otras personas a que lo hicieran, insistió. Sólo quería señalar que ella ha estado haciendo eso durante meses —MESES— sin ningún problema.

Las mujeres se manifestaron por Londres con Million Women Rise y Reclaim the Night, y organizaron eventos en 207 países para One Billion Rising, un día de manifestaciones para llamar la atención la estadística de la ONU según la que una de cada tres mujeres será violada o golpeada durante su vida. Como parte de este evento, el parlamento británico debatió si la educación sexual y para las relaciones debe ser materia docente, y seis meses más tarde, en sus vacaciones de verano Lili Evans, de 16 años, comenzó su campaña Campaign4Consent con Necati, pidiendo educación sobre el consentimiento en los colegios.

Hubo una reacción masiva respecto a la misoginia en internet. Criado-Perez destacó la cantidad de amenazas de violanción que recibió en twitter; La escritora Lindy West publicó los comentarios que recibió («Hay un grupo de violadores con más de 9.000 penes que van a por esta zorra gorda», decía uno de ellos) There is a group of rapists with over 9,000 penises coming for this fat bitch,» read one), y la académica y presentadora  Mary BeardLauren Mayberry del grupo Chvrches, y Ruby Tandoh de «The Great British Bake Off«, hablaron claramente de este tema. Si quieres saber cuán profundamente le molesta a alguna gente los avances de la mujer, la cantidad de misoginia online es quizá la reacción negativa más obvia y desagradable por el momento.

Pero los pobres intentos de callar a las mujeres sólo consiguieron que el movimiento creciera en tamaño y repercusión. Convencieron a quienes nunca habían pensado en la misoginia antes que estaba claramente viva y coleando, y convenció a quienes ya estaban convencidas de que había que continuar.

Cuando Nimko Ali, de 29, protestó contra la mutilación genital femenina, con su grupo, Daughters of Eve, recibió amenazas de muerte. Siguió protestando, conscientemente, fuerte, hablando sobre su propia experiencia de la mutilación genital asi como su lista de simpatizantes, poniendo sobre la mesa un tema largamente ignorado. En noviembre Alison Saunders, la nueva directora de Public Prosecutions, sugirió que esperaba que la primera acusación por mutilación genital se iba a llevar a cabo bastante pronto en el el Reino Unido.

Algunas de las que encabezaban las campañas más grandes, incluida Bates, sólo comenzaron a llamarse a sí mismas feministas hace pocos años, lo que muestra lo emergente que es esta ola. Larasi se parte de risa cuando le pregunto si siempre se ha considerado feminista. «Sin duda no», dice. Ha estado trabajando en la organización para mujeres negras Imkaan durante tres o cuatro años y fue criada por una madre feminista, pero no ha sido hasta el último año que ha empezado a usar el término para describirse a sí misma. Comenzó a identificarse específicamente como feminista negra en febrero de 2013. Esto significa que no tiene que elegir un bando, dice, entre los movimientos por los derechos de la mujer y los antirracistas, y ahora es miembro del floreciente grupo Black Feminists en Londres; También hay uno en Manchester.

La mayoría de las activistas con las que hablo se definen como feministas interseccionales —o  dicen que intentan vivir a la altura de esa descripción— y cuando lo menciono a Kimberlé Crenshaw, la profesora de Derechos de EEUU que acuñó el término interseccionalidad en 1989, está realmente sorprendida. La teoría trata sobre como las diferentes maneras de opresión interactuan y aunque como Crenshaw dice, de mil maneras, las feministas actuales generalmente como un intento de dar visibilidad y espacio a asuntos de colectivos marginalizados, y un marco de trabajo para reconocer como clase, raza, edad, habilidad, sexualidad, género y otros asuntos se combinan para afectar a la experiencia de una mujer respecto a la discriminación. Younis considera la interseccionalidad el principio rector de las feministas actuales y Ali sice que ella está constantemente comprobando sus privilegios, para reconocer como se construyen las jerarquías del poder.

Hay mujeres y hombres de todas las edades que se han involucrado en este movimiento; En una de las manifestaciones de  Lose the Lads’ mags en York, por ejemplo, conocí a una activista que había estado en el congreso de liberación de la mujer de 1978. Pero muchas de las personas al frente están en su adolescencia y veintena, y se han formado su visión durante unas décadas en que las actitudes hacia las mujeres fueron particularmente confusas.

Crecieron durante un tiempo en que les decían que el mundo era post-feminista, que el machismo y la misoginia se habían acabado y que las feministas debían recoger sus pancartas. Al mismo tiempo, las mujeres en la esfera pública fueron marginadas o sexualizadas, representadas exactamente de la misma manera que lo habían sido en los años 70, aunque bajo un fino velo de ironía.  Finn Mackay dice que cuando ella comenzó la London Feminist Network en 2004, los dos temas principales que hacían que se unieran más mujeres eran el crecimiento masivo de la industria de la belleza y la «pornificación», la infiltración de imaginería pornográfica en los ambientes convencionales a través de las cajas de lápices de la marca Playboy, por ejemplo, y la moda de la cera en el pubis. Esas preocupaciones han continuado ahí y ayudan a explicar el asunto central de muchas campañas feministas actuales, que se refieren a lo cotidiano en la vida de las mujeres, el machismo cotidiano —las revistas para hombres, la página 3 de The Sun, las páginas pro-violación en Facebook, la publicidad de cirugía estética— y a la petición de representaciones positivas de las mujeres en los billetes de banco y en televisión.

Pero la conciencia feminista de la cuarta ola también ha sido forjada a lo largo de los años de la crisis financiera y el gobierno de coalición, y muchas activistas se han politizado y han sido influidas por otros movimientos, particularmente la campaña de estudiantes contra las tarifas de universidad, pero también la campaña más amplia contra los recortes y el movimiento Occupy. La rápida naturaleza reactiva de muchas de las campañas feministas surgiendo hoy en dia reflejan el trabajo más general de activistas en un duro mundo de desempleo y precariedad, subsidios por desempleo, contratos de cero horas, impuestos por habitación,  y retórica dañina contra inmigrantes, personas con discapacidades y las personas que necesiten ayudas estatales.

Con tantos temas preocupantes, las feministas están luchando en frentes diferentes, y las campañas de estos últimos años han sido comenzadas a menudo de manera individual o por grupos pequeños, que han respondido a asuntos que les afectan directamente, y sobre los que pueden dirigirse de manera apropiada. Holmes y Necati crecieron con The Sun en casa, lo que ha dado forma a su oposición a la página 3. Criado-Perez se escandalizaba con las discusiones en las que sólo había chicos sobre embarazo y tratamiento del cáncer de pecho en el programa Today, por lo que crearon una base de datos de expertas, The Women’s Room, con Catherine Smith en 2012. En los tres primeros días de aquel año, siete mujeres fueron asesinadas por hombres, y Karen Ingala Smith, directora ejecutiva de la ONG Nia empezó a contar el número de asesionatos misóginos. Su proyecto Counting Dead Women [enlace propio] pone nombres e historias a las estadísticas que oímos a menudo, y está pidiendo al gobierno que tome una aproximación integrada a entender la violencia contra las mujeres. 

Por supuesto, hay diferentes opiniones respecto a los temas que debe tratar el feminismo. ¿Cómo no iba a haberlas en un movimiento que representa a la mitad de la población y que pretende la liberación de todas ellas?. Pero lo que es excitante sobre cada una de estas campañas es la manera en que están creando un movimiento capaz de atacar problemas estructurales, sistémicos. Como comenta la filósofa Nina Power, hay adolescentes hoy, creciendo con Twitter y Tumblr, que entienden perfectamente el lenguaje y los conceptos feministas, que son activas en una variedad inmensa de temas, algunas de las cuales con las que hablé están empezando a trabajar en el análisis de la complicada situación de las mujeres, las maneras en que las medidas neoliberales como la retirada del Estado y los bajos impuestos para las personas más ricas han dado forma a la desigualdades actuales.

Las preocupaciones del movimiento cambian constantemente y lo harán probablemente de manera importante cuando las jóvenes activistas de hoy se encuentren con la brecha salarial, los costes de cuidado de su descendencia, la discriminación por embarazo en su propia vida. «¿Cómo va a ser para esta generación» dice Power «que entiende perfectamente estos términos y categorías y analizar a conciencia todos estos temas desde muy jóvenes?». Educadas para que sepan que son iguales a los hombres, las feministas de la cuarta generación se cabrean cuando no se les trata como tales, pero que tienen confianza de sobra para gritar bien alto. Misóginos, andaos con cuidado.

All the Rebel Women: The rise of the fourth wave of feminism de  Kira Cochrane ha sido publicado como uno de los libros cortos de The Guardian (Guardian Shorts Originals) como ebook (£1.99). Se puede ver más en guardianshorts.com sobre ellos.»

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*Kiryarchy: «sistema social o conjunto de sistemas sociales interconectados basados en la dominación, opresión y sumisión»

** Cis = Cisgénero: http://es.wikipedia.org/wiki/Cisg%C3%A9nero

Fuente de la imagen: http://www.flickr.com/photos/ari/8480006077/

2 Comentarios a “La cuarta ola del feminismo (The Guardian/Kira Cochrane)-Parte 2 y última.”

  1. Miguel dice:

    Es obvio lo que ha sucedido; las cosas estaban calmadas digamos alrededor del año 2000; después empezaron las politicas de equidad de género injustas (entiendase fundamentalismo de género), los hombres reaccionaron ante los ataques volviendose particularmente misoginos y/o machistas. Y cómo efectivamente las políticas feministas han conseguido perjudicar a las mujeres a partir de perjudicar a los hombres, ahora ellas reaccionan. Ya quiero ver la campal que se arma; honestamente con una guerra nadie gana, y menos las mujeres . Pero a ver qué pasa.

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