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La relación poliamorosa perfecta

22 febrero, 2019 a las 11:47/ por

¿Cómo es en la práctica, en el día a día, una relación amorosa? Pues cada una es diferente, con sus glorias y sus miserias,  a pesar de que haya unos modelos que prometen paraísos. Películas, novelas, relatos, ideales, expectativas de pareja… la realidad de una pareja no es decepcionante, sino que es, simplemente, la vida, con sus cosas buenas y sus cosas malas, a pesar de que esa relación se base en el amor, en los sentimientos, en las promesas… Lo mismo sucede con las relaciones poliamorosas: cada una es diferente y, como en las relaciones exclusivas, las hay tóxicas, las hay normaluchas, las hay emocionantes y las hay memorables.

Cada vez que cambia la mentalidad en algo, da impresión de que ese «algo» está por todas partes, sea el poliamor, asexualidad, menores transexuales, agresiones sexuales. De repente parece que no nos dejan de hablar de esos temas cuando en realidad, se habla tanto de esos temas como de los orgasmos, las bodas por lo civil, los divorcios o saber los gustos sexuales de alguna celebrity… pero esos temas ya no nos llaman la atención, ya no son una novedad.

Eso sucede con el poliamor, que de momento llama la atención. Y, como todo tema que aparece en los medios de comunicación, estamos deseando hacer un juicio rápido, como si participáramos en una tertulia de radio, dando cada día la Solución Definitiva para terminar con la ultraderecha, para tener una sociedad realmente democrática, para terminar con la violencia de género, para encontrar una manera de relacionarse que satisfaga a todo el mundo, para solucionar los problemas de vivienda, de precariedad, de salud pública, de educación, para encontrar la solución a lo de Catalunya, para saber qué hacer con los miles de muertos en el Mediterráneo. Queremos tener la solución para todo en un mundo que es muy complejo y donde no sirven de nada las soluciones simples, porque no todo el mundo piensa igual y nunca ha sido buena idea exterminar a quienes no piensan como tú.

Del mismo modo que no existe el Amor de Verdad™ que dice la Vasallo, del mismo modo que no existe la Relación Amorosa Perfecta™, porque todas fallan por algún lado, lo mismo le pasa a las poliamorosas ¿Que son aprovechadas de manera muy diferente por hombres y por mujeres*? Claro, igual que el resto de relaciones, vaya un descubrimiento…

Donde sí tiene un problema el poliamor, o cualquier otra «propuesta relacional», es cuando vende un discurso que, en el día a día, se va a caer a pedazos. Como dice Almudena Hernando, lo que dices puede mentir, pero lo que haces nunca miente. Lo que haces deja un rastro. Y ese rastro va a decir la verdad de lo que haces, independientemente de lo que vayas contando, sea verdad o mentira.

Ese rastro se recogerá dentro de un tiempo en Europa y Latinoamérica. En EE.UU. ya se va recogiendo, de la mano de Elisabeth Sheff, que estudia desde hace más de dos décadas familias poliamorosas, se van encontrando formas de tratar con los celos como Kathy Labriola, que lleva más de dos décadas atendiendo en su consulta a personas en relaciones poliamorosas, abiertas, swinger y similares.

 

https://www.flickr.com/photos/digiyesica/2140681016/

https://www.flickr.com/photos/digiyesica/2140681016/

 

Y mientras se van recogiendo esos datos, nos vamos guiando con lo poco que hay escrito, desde la experiencia, sobre el tema, no por personas perfectas, por Sagrados Corazones, por mentes preclaras, sino por quienes han sido capaces de aplicarlo en el día a día sin dejar «cadáveres» por el camino, sin ir dejando un rastro de personas destrozadas. Vulnerabilizarse siempre puede provocar dolor, por eso no es nada fácil cuando queremos hacerlo. La ruptura de las relaciones (sea amorosas, o una amistad profunda o con quien te asocias en algo importante) siempre duele, es inevitable. Pero el ensañamiento es lo que se puede evitar, el que no sea algo más doloroso de lo que supone esa ruptura.  Aunque en broma se llamen «biblias» a guías como Ética Promiscua, Opening Up o Más Allá de la Pareja, no dejan de ser guías que nos dan pistas de qué hacer en la práctica, en el día a día, contado por quienes han recogido historias de vida de mucha gente duante muchos años, y lo que les ha salido bien y lo que les ha salido mal.

Las alternativas al matrimonio como esclavitud de las mujeres se llevan planteando, como mínimo, desde 1788 (Mary Wollstonecraft / Mary: A fiction), con una larga tradición en el amor libre propuesto desde ciertos entornos anarquistas, siguiendo por las propuestas de autonomía erótica de las mujeres y las críticas a la monogamia, a los intentos hippies y posteriores. Propuestas una y otra vez que aspiran a ser La Definitiva, olvidando que cada cual va a tener que adaptarlo a su propia vida, necesidades, circunstancias, momento vital… y que no todo se soluciona desde la razón. Nos relacionamos con todo el cuerpo, y ahí, han caído más de dos y más de tres, poniendo sus ideas por delante de sus emociones. Y el resultado no fue siempre bueno. Hay una buena lista de comunidades creadas por hombres en los 70 que no han terminado precisamente bien. Por eso con el tiempo las propuestas han ido partiendo de autoras desde los 80 (mujeres y personas no binarias): De Ryam Nearing, Deborah Anapol, Dossie Easton, Janet Hardy, Meg-John Barker, Andie Nordgren…  además de las citadas en las propuestas de autonomía erótica, un testigo tomado en nuestro país y latinoamérica por una larga lista de autoras.

En el mundo real, las cosas cambian mucho más lentamente de lo que se desearía desde el activismo. Si no, no estaríamos décadas después manifestándonos por las mismas cosas…

Hace más de diez años sólo existían tres opciones: Swinger, poliamor o engañar a alguien. Parte del problema del poliamor, en concreto, es que nació teniendo que diferenciarse de dos grupos con los que coexistía: swingers y el engaño.  Y por eso el énfasis posterior en el amor y en la ética. El poliamor, y toda propuesta utópica, nace con el mismo problema del amor: prometer un paraíso, una realidad diferente, una huida de la cotidianidad (la religión terrena del amor, U. y E. Beck). Igual que en inglés se matiza, muy conscientemente, que el sexo seguro nunca es seguro 100% («safer», en lugar de «safe»), convendría matizar en el poliamor y similares que las guías y consejos son útiles para hacer las cosas de una forma MÁS ética, admitiendo que es posible hacerlo sin ética ninguna. Exactamente igual que las relaciones exclusivas.

 


 

*(por quienes se perciben como hombres y como mujeres)

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