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La ventaja de lo LGTB, queer y poliamor frente al BDSM y swinger

25 febrero, 2013 a las 11:00/ por

Le veo una ventaja a ser gay, lesbiana, transexual, bisexual, queer y/o poliamor: Te obligan a replantearte muchas cosas. Ser LGBTQ te obligan primero a plantearte cosas sobre ti, sobre lo que habías aprendido, lo que esperaban de ti. Tanto tu identidad, como orientación, apariencia de género… Te obliga a buscar otros modelos, referentes, distintos a los que le son suficientes a todo el mundo pero a ti no (películas, novelas, publicidad, cultura…). Algo parecido pasa con el poliamor. Tienes que cuestionarte muchas cosas. Y es ahí donde creo que está la clave: Cuestionar.

Algunas situaciones vitales te obligan a cuestionar lo establecido, el statu quo, lo que se considera «normal». En ser LGBT, queer o poliamor hay una gran pega: Es muy complicado serlo sólo en el armario. O se sufre llevándolo oculto, frente a la vida tan relajada que pueden disfruta por ejemplo la heterosexualidad, o la monogamia. Quieres salir con tu/s pareja/s a la calle, a tomar algo, a cenar… y no es fácil llevarlo todo el tiempo como algo oculto, te sientes como si te hubiesen privado de ciertos derechos por la única razón de no pertenecer a una «supuesta mayoría» (¿cuantas personas 100% heterosexuales existen?).

Ese sufrimiento, esa complicación te hace repasar las bases de lo que haces. Te hace preguntarte por qué haces una cosa y no otra. Te hace examinarte, encontrar tus contradicciones, leer, escuchar, aprender… Eso, que puede parecer sólo una desventaja yo lo veo como una ventaja. No sólo por el crecimiento personal, por el aprendizaje sobre nuestra propia vida y lo que nos rodea sino como herramienta para cambiar cosas a nuestro alrededor. ¿Cómo? Es lo que habla Moscovici sobre por qué las minorías son capaces de influir en las mayorías. La idea de Moscovici es, resumida, que la mayoría sigue el comportamiento de la mayoría por imitación: Casarse, comprar coche, tener una sola pareja, etc. Mientras que las minorías muchas veces se han replanteado su situación, su vida, sus razones para hacer lo que hacen. Con lo que, al hablar con la mayoría, al exponer sus posturas, al mostrar sus comportamientos, tienen la capacidad de hacerles replantearse por qué hacen las cosas. Y hacer que, a lo mejor, cambien. O cuestionen lo que existe.

«La influencia de la minoría es el resultado de la mayoría siendo persuadida para que examine el punto de vista de la minoría. Esto puede arrancar un proceso de conversión en el que las actitudes comienzan a tener un cambio real. Debido a que es una conversión auténtica, la influencia de la minoria dura a largo plazo. En contraste, la conformidad aparente en público como resultado de una influencia de la mayoría* puede no cambiar el punto de vista personal del individuo y volverá a él una vez se haya liberado de la influencia normativa.

La fuente de su impacto deriva de lo que Moscovici llama estilo de comportamiento, cuyo aspecto más importante es la consistencia, es decir, estar de acuerdo entre sus miembros (al menos públicamente) y continuar haciéndolo durante un período de tiempo, con lo que serán capaces de hacer que la mayoría comience a cuestionarse su postura y a abrir la puerta a ser influida.

*La mayoría influencia o castigando de alguna manera desviarse o marginando y expulsando del grupo

Fuente: http://as-psychology.pbworks.com/w/page/9174282/MajorityInfluence

Frente a esto está el mundo BDSM y swinger. Dos gremios, dos conjuntos de prácticas sexuales en los que he oído más de una vez ¿por qué la gente tiene que saber que hago estas cosas?. Comportamientos para los que no es indispensable «salir del armario». Por eso tantas personas practicantes de BDSM no salen de él (excepto en el mundo gay y poco más) y lo mismo con las parejas swinger. Y en el que, desgraciadamente, parece que se mantienen más firmes los patrones más «heteronormativos». No es casualidad que por ejemplo en EEUU por ejemplo el mundo swinger se considere más cercano al partido conservador que al demócrata. 

¿Quieres decir esto que BDSM y swinger  son mundos peores? Desde mi punto de vista no necesariamente. Es como el porno: En una sociedad heteropatriarcal parejo-centrista (¿eihn?), en una sociedad, digamos, machista lo normal es que se produzca porno machista, cine machista, publicidad machista, comportamientos machistas y prácticas sexuales machistas. Y si esos comportamientos no se cuestionan…ahí se quedan por defecto, porque es lo fácil.

No lo malinterpretemos. Con esto no digo que hay que salir del armario. Con esto no llego a la conclusión maniquea de LGBTQ y poliamor son buenos, BDSM y swinger son malos. No… En BDSM y el mundo swinger, AFORTUNADAMENTE, hay también que se replantea las cosas, quien busca otras maneras de hacer, en lugar de simplemente vivirlo como una práctica privada sin cuestionarse absolutamente nada. Quienes transgreden los límites de su «gremio» y terminan mezclándose con otras corrientes, otros puntos de vista. Pero simplemente creo el mundo BDSM y swinger no llevan «de serie» ese germen de replanteárselo todo necesariamente. Pero me alegro de que haya quien lo hace.

 

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