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¿Las relaciones abiertas
están hechas para ti? (Ejercicio)

15 octubre, 2014 a las 11:00/ por

Con esto de las relaciones abiertas pasa como con cualquier causa. Es inevitable (creo) pasar una época en que quieres convencer a todo el mundo de lo buena idea que es tener relaciones abiertas. Pero la cosa ha cambiado. Actualmente, cuando doy alguna charla o taller sobre el tema suelo empezar preguntando por qué se quieren meter en semejante lío como el de las relaciones abiertas. Porque soy consciente de que ven todas las ventajas posibles que puede tener el practicarlo. Pero quizá no ven las desventajas que tendrá esa elección.

Y es que, aparte de las desventajas prácticas (menos tiempo libre, más compromisos, etc) o de las que ya se prevén (como duplicar/triplicar/multiplicarn tus sensaciones de inseguridad, o celos, o lo que suelas sentir…), está una que quizá no se han planteado pero creo que es la más cansada y más engañosa: Que a tu alrededor la INMENSA mayoría de gente te va a decir que te estás equivocando.

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No te lo dirán como fundamentalistas anti-no-monogamia, pero sí con todas esas frases propias del amor-culebrón*: «Cuando te enamores de verdad, ya verás como cambias», «cuando encuentres a una persona que te quiera…», «me parece que te estás equivocando», y mil frases más. Y claro, a veces es muy cansado estar nadando todo el tiempo contracorriente y parece más fácil rendirse, como cuando te insiste la sociedad tus padre o tu madre con la boda, o con tener descendencia, o que vayas a comer los domingos o que te vistas de otra manera… Y parece que de repente, al responder a sus expectativas (tener una sola pareja) se tranquilizan y te es más fácil vivir…a costa de tu felicidad, claro.

Y sucede también algo muy humano, y explicado por la psicología social: Si no tienes una comunidad a tu alrededor que te apoye, si eres la única persona en tu grupo de amistades que defiende algo así, es MUY probable que acabes creyendo que sí, seguramente te has equivocado con tu idea de las relaciones abiertas.

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Para tener las ideas bien asentadas cuando el entorno o una buena pregunta nos hacen dudar, me parece un buen ejercicio este que propone «Opening Up» (mientras trabajo en la traducción ya aprovecho para que sea útil antes de estar publicado). Consiste en hacerse un listado de las «ventajas y retos» —Taormino lo prefiere a «pros y contras»— de estar en una relación abierta. Y para que sea más fácil ponen unas cuantas razones que se pueden aplicar (o no) en tu caso. Y es bastante probable que los «retos» sean similares a los que te vas a encontrar. ¡Buena suerte con tu lista!

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Ejercicio: Ventajas y retos

Hacer una lista de las pros y contras puede ser útil para que valores si las relaciones abiertas es una elección correcta para ti. Me gusta pensar [a Tristan Taormino] en las ventajas y desventajas como ventajas y retos. Estos son algunos para ayudarte a empezar:

Ventajas:

  • Evitar la sensación de represión, de limitación.

  • Tener la libertad para reconocer o seguir el impulso de las atracciones, los deseos.

  • Tener la libertad de crear relaciones que te funcionen

  • Tener varias parejas sexuales y experiencias

  • Tener múltiples relaciones simultáneas

  • Cubrir diferentes necesidades con diferentes personas

  • Explorar dinámicas sexuales o de relación diferentes

  • No necesitar que se termine una relación para empezar otra

  • No necesitar serlo todo para una única pareja y viceversa

  • Enfrentarse al reto de aprender y desarrollarse mediante las relaciones

  • Vivir de manera honesta

  • Trabajar en la conciencia propia, los celos, o en otros problemas.

 

Retos

  • Más relaciones significa más trabajo

  • No tener tiempo suficiente

  • No tener la sensación de seguridad en una relación

  • Requiere unas buenas habilidades de comunicación y negociación

  • Requiere introspección y una honestidad profunda

  • Tener que enfrentarse regularmente a sentimientos de celos e inseguridad

  • Desaprobación por parte de amistades, familia, comunidad, sociedad

 

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*Amor-culebrón es la expresión que uso yo para llamar a lo que se llama habitualmente «amor romántico», «amores Disney» o «Amor De Verdad»® cuando se está hablando de no «comprarse» con la monogamia una buena cantidad de expectativas irreales, como que las dos personas tengan que coincidir en todo, satisfacerse mutuamente por completo, que no necesiten a nadie más y así por los siglos de los siglos o hasta que la muerte o el divorcio los separe. Cuando se critica al amor romántico se cree que se está criticando ser «moñas» (las cenas con velas, los mimos, los corazoncitos…) y, claro, provoca rechazo natural decir que se va contra eso. La idea es ir contra el mito de Romeo y Julieta, y otros muchos mitos igual de nocivos, como el amor ideal.

 

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