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Lenin hablando de sexo en 1920

16 abril, 2014 a las 11:00/ por

Por si tenéis curiosidad, estas eran las opiniones de Lenin sobre el sexo. Es fácil hacerse un lío y confundir las opiniones de Clara Zetkin con las de Lenin, porque aunque es un extracto de «Mujeres, matrimonio y sexo» del libro de Clara Zetkin «Recuerdos de Lenin»… casi todo lo que se lee es Lenin hablando y hay cuatro frases de Clara… Por eso he diferenciado lo que dice Lenin, que es el texto con sangría y lo que dice Clara Zetkin, a la izquierda. Bien poco…

¿Y por qué el interés sobre lo que decía Lenin? Pues en mi caso porque en esa misma época, y frente a esas opiniones, estaba la otra cara de la moneda, uno de mis referentes (y de Dossie Easton y Janet Hardy, y tanta gente): Wilhelm Reich. No hace falta que os esforcéis un solo tuit en desacreditarlo, ya se encargó mucha gente — por ejemplo, con su expulsión de los círculos comunistas— de hacerlo en su momento y hoy día poca gente lo toma en serio por sus trabajos sobre la energía orgónica. Sigo sin entender como alguna gente no es capaz de entender que se pueden aceptar algunas ideas de una persona y no por eso hay que comprar el pack completo (lo contaba Alicia Murillo el otro día). ¿Tenéis que tener referentes intelectuales intachables con quien estéis de acuerdo con TODO lo que dicen?¿Y se os salva alguien con ese sistema, os queda algún referente a salvo?. Es curioso como quien critica tus referentes rara vez te dice cuáles son los suyos, rara vez te dice a quien respeta, admira… Criticar sale siempre muy barato en internet.

«Mientras que algunos lo califican como uno de los pensadores más «lúcidos y revolucionarios» del siglo XX, cuyos libros fueron quemados; otros aseguran que sus ideas y teorías bien podrían catalogarse como delirios. Fue expulsado de los círculos comunistas y de la escuela psicoanalítica por lo radical de sus planteamientos, perseguido por los nazis en Alemania por su libro Psicología de masas del fascismo, expulsado de Dinamarca y Noruega por presiones del gobierno nazi, y, finalmente, juzgado en Estados Unidos durante la Caza de Brujas del Senador McCarthy, donde se le diagnosticó esquizofrenia progresiva, siendo lanzados sus manuscritos a la hoguera en el Incinerador Gansevoort de Nueva York el 23 de octubre de 1956 (lo que sólo logró aumentar la curiosidad por su persona). Un año después, Reich murió en la cárcel de un ataque al corazón, un día antes de apelar su sentencia.». Podéis leer más sobre él en la wiki http://es.wikipedia.org/wiki/Wilhelm_Reich

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Yo leí  «La revolución sexual» con 20 o 21 años… y de ahí llegamos a este lío en que me he metido. La idea que más recuerdo del libro es que no es posible que te pongas a «transformar el mundo» a tu alrededor si de puerta adentro de tu casa sigue habiendo los esquemas y dinámicas de siempre. Y obviamente, sigue valiendo hoy día. A estas alturas de la Historia sigue habiendo debates parecidos a esto (Primero la revolución, luego nos ocuparemos de los problemas de las mujeres), como pasaba en el 15M… Lo que creo que pasa a menudo es que se olvida que hay muchas discriminaciones relacionadas, simultáneas y que se tiene que tener la cabeza puesta simultáneamente en todas ellas, no vaya a pasar como cuando las mujeres apoyaron la lucha contra la esclavitud…

«A partir de esa fecha, las mujeres de EE.UU. empezaron a luchar de forma organizada a favor de sus derechos, tratando de conseguir una enmienda a la Constitución que les diera acceso al voto. Como les había ocurrido a las francesas durante la Revolución de 1789, las sufragistas también fueron traicionadas. Después de todo su trabajo en contra de la esclavitud, la recompensa fue que en 1866 el Partido Republicano, al presentar la XIVª Enmienda a la Constitución que por fin concedía el voto a los esclavos, negaba explícitamente el voto a las mujeres.» (Feminismo para principiantes, Nuria Varela)

Con esos antecedentes en la Revolución Francesa y el derecho al voto casi 100 años después… igual no es plan que ahora vuelva a pasar lo mismo. Los cambios tienen que darse todos a la vez. Y ahora, tras el rollazo inicial, lo que decía Lenin sobre el sexo. Si pensamos en el contexto histórico…hay que pensar que Wilhelm Reich y él eran contemporáneos, cuando Lenin murió, Wilhelm tenía 27 años. El primer libro de Reich se publicó un año después de la muerte de Lenin, «La Revolución Sexual» doce años después. Fue el estalinismo, cómo no, quien se encargó de expulsarlo del Partido Comunista. Y luego el macarthismo también. Porque tuvo la mala suerte de escribir en una época de fascismos varios…

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Clara Zetkin

 

Este texto salió de aquí (en formato PDF), vía un tuit de @luzhilda que lió ladediosescristo en twitter. Si queréis ver mucho más del libro de Zetkin, aquí se puede ver

La razón por la que publico el texto, obviamente, no es por escribir «qué malo el comunismo» (aunque ya verás como hay alguien que lo usa para eso), la palabra ya está demonizada de sobra. Y la verdad, para mi tiene más peligro la realidad en la que vivimos gracias a gobiernos conservadores que la visión de Lenin sobre estos temas…siempre que no se apliquen como base para proyectos futuros, claro está.

Por cierto, el texto destacado en negrita lo he ido decidiendo por mi cuenta, llamando la atención sobre las partes que más me chocaban. Y al fin, el ladrillazo. Estos son los «Recuerdos de Lenin» de Clara Zetkin:

«Tu lista de faltas, Clara, es aún más larga. Me han dicho que las cuestiones de sexo y matrimonio son los temas principales que se tratan en las tardes de lectura y discusión de las camaradas. Son las principales materias de interés, de instrucción y educación política. Apenas pude dar crédito a mis oídos cuando lo supe. Con el primer país de dictadura proletaria rodeado por los contrarrevolucionarios del mundo entero, la situación en Alemania por sí sola requiere la mayor concentración posible de todos los proletarios y de las fuerzas revolucionarias para derrotar la contrarrevolución que crece y se incrementa por todas partes.

Pero las camaradas trabajadoras discuten problemas sexuales y la cuestión de las formas de matrimonio en el pasado, presente y futuro. Creen su deber más importante el instruir a las mujeres proletarias en estas materias. El panfleto más ampliamente leído es, según creo, el de una joven camarada vienesa sobre el problema sexual. ¡Qué despilfarro! ¿Qué hay de cierto en este escrito que los trabajadores no hayan leído va en Bebel hace tiempo? Sólo que no de una manera tan aburrida ni tan pesadamente escrita como en ese panfleto, sino escrito con fuerza, con amargura, agresivamente contra la sociedad burguesa. 

La extensión de la hipótesis freudiana parece culta, incluso científica, pero es ignorante, torpe. La teoría freudiana es la última moda. Desprecio las teorías sexuales de los artículos, discursos, panfletos, etc., en resumen, de esa particular literatura que florece exuberantemente en la sucia tierra de la sociedad burguesa. Desprecio a aquellos que están siempre contemplando los diversos problemas del mismo modo que los santones se miran el ombligo. Me parece que estas florecientes teorías sexuales, que son principalmente hipotéticas, y a menudo con hipótesis bastante arbitrarias, surgen de la necesidad personal de justificar anormalidades personales o hipertrofias en la vida sexual propias de la moralidad burguesa.

Este respeto oculto por la moralidad burguesa me parece tan repulsivo como curiosear en las materias sexuales. Por muy salvaje y revolucionaria que sea la conducta sigue siendo en realidad bastante burguesa. Es principalmente un hobby de los intelectuales y de los sectores más cercanos a ellos. No hay sitio para ella en el partido, en la clase consciente, en el proletariado militante» 

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Interrumpí aquí, diciendo que las cuestiones de sexo y matrimonio, en una sociedad burguesa implican muchos problemas, conflictos y sufrimientos para las mujeres de todas clases y rangos sociales. La guerra y sus consecuencias habían acentuado grandemente los conflictos y sufrimientos de las mujeres en materias sexuales, habían traído a la luz problemas que antes se les ocultaban. A esto se unían los efectos de la revolución. El viejo mundo de pensamientos y sentimientos empezaba a tambalearse. Los viejos vínculos sociales que se están embrollando y rompiendo, existen tendencias hacia nuevas relaciones ideológicas entre hombre y mujer. El interés mostrado por estas cuestiones es una expresión de la necesidad de entendimiento y reorientación. Indica también una reacción contra la hipocresía y falsedad de la sociedad burguesa. Las formas de matrimonio y de la familia, en su desarrollo histórico y dependencia de la vida económica, están calculadas para destruir la superstición existente en las mentes de las trabajadoras referida al carácter eterno de la sociedad burguesa. Una actitud histórica, crítica hacia esos problemas debe conducir a un examen implacable de la sociedad burguesa, a un descubrimiento de su naturaleza real y sus efectos, incluyendo la condena de su moral sexual y su falsedad. Todos los caminos conducen a Roma y todo análisis realmente marxista de cualquier sección importante de la superestructura ideológica de la sociedad, de un fenómeno predominantemente social, debe conducir a un análisis de la sociedad burguesa y de sus propias bases, debe acabar en la realización, hay que destruir todo esto. 

Lenin movió la cabeza sonriendo. «Ahí lo tenemos. Estás protegiendo a tus camaradas y a tu partido. Por supuesto que lo que dices es cierto. Pero sólo disculpa los errores cometidos en Alemania; no los justifica. Son y seguirán siendo errores. ¿Puedes realmente asegurarme con seriedad que las cuestiones de sexo y matrimonio se discutieron desde el punto de vista de un materialismo maduro, vivo, histórico? Para eso se requiere un conocimiento profundo y multilateral, el dominio marxista de una gran cantidad de material. ¿De dónde puedes sacar fuerzas para eso ahora? Si existieran, entonces los panfletos como el que mencioné no se usarían como material de estudio en los círculos de lectura y discusión. Se distribuyen y recomiendan, en lugar de criticarse. ¿Y cuál es el resultado de este proceder fútil, no marxista de la cuestión? ¿Que las cuestiones de sexo y matrimonio no se entienden como parte de la amplia cuestión social? iNo, peor! La gran cuestión social aparece como un adjunto, una parte, de los problemas sexuales. El hecho principal se convierte en asunto secundario. Eso no sólo pone en peligro la claridad sobre la cuestión misma, sino que enturbia las ideas y la conciencia de clase de las mujeres proletarias en general.*

Lo último pero no lo menos importante. Hasta el sabio Salomón decía que cada cosa a su tiempo. Yo te pregunto: iEs ahora el momento de entretener a las proletarias con discusiones sobre cómo uno ama y es amado, cómo uno se casa y es casado? Por supuesto, he aquí lo que en el pasado y futuro y entre las diferentes naciones se llama con orgullo, materialismo histórico! Ahora todas las ideas de las camaradas, de las mujeres del pueblo trabajador, deben dirigirse hacia la revolución proletaria que es la que crea las bases para una auténtica renovación en el matrimonio y en las relaciones sexuales. Por el momento otros problemas son más urgentes que las formas matrimoniales de los maoíes o el incesto en la antigüedad. La cuestión de los soviets está todavía en la agenda del proletariado alemán. El tratado de Versalles y sus efectos sobre la vida de la mujer trabajadora, paro, caída de los salarios, impuestos, etc. En resumen, yo mantengo que esta clase de educación política, social para las mujeres proletarias es falsa, bastante falsa. ¿Cómo has podido callarte al respecto? Tienes que utilizar tu autoridad.»

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«No he dejado de criticar y reconvenir a las principales camaradas de los distintos distritos», dije a mi enfadado amigo. El mismo sabía que nunca se reconoce a un profeta en su propia tierra 0 familia. Con mi crítica me he mantenido abierta al ataque de fuertes reliquias de ideología socialdemócrática y filisteísmo pasado de moda. Pero finalmente la crítica ha empezado a tener efecto. Las cuestiones de sexo y matrimonio dejaron de ser el tema central de discusión. Pero Lenin siguió con el hilo de la cuestión aún más lejos.

«Ya sé, ya sé, dijo. Yo también he sido acusado por mucha gente de filisteísmo en esta materia, aunque para mí es repugnante. Hay demasiada hipocresía y mentalidad estrecha. iBien, lo estoy sobrellevando con calma! Los pajaritos de pico amarillo que han salido del huevo de las ideas burguesas son siempre. terriblemente inteligentes. Tendremos que dejar que siga. También el movimiento juvenil está atacado por la enfermedad del modernismo en su actitud hacia las cuestiones sexuales y en estar exageradamente preocupado por ellas.

Lenin dio un irónico énfasis a la palabra modernismo e hizo una mueca al decirlo. «También he dicho que las cuestiones sexuales son el estudio favorito de vuestras organizaciones juveniles. Se supone que hay una escasez de oradores duchos en la materia. Tales concepciones erróneas son particularmente nocivas y peligrosas para el movimiento juvenil. Pueden contribuir muy fácilmente a una sobreexcitación y exageración en la vida sexual de algunos de ellos, a un derroche de salud y fuerza juvenil. Contra esto también tienes que luchar. Hay muchos puntos de contacto entre los movimientos de las mujeres y de la juventud. Nuestras camaradas tienen que trabajar sistemáticamente junto a los jóvenes, lo que supone una continuación, una extensión y exaltación de la maternidad desde la esfera individual a la social. Todo el despertar de la vida social y de la actividad de las mujeres debe alentarse, de forma que puedan desechar las limitaciones de su filisteo hogar individualista y de su psicología familiar. Pero volveremos a esto más tarde.»

«Al igual que nosotros, una gran parte de la juventud está interesada en la revisión de las concepciones y moralidad burguesas en lo que se refiere a las cuestiones sexuales. Y debo añadir, una gran parte de nuestra mejor, nuestra más prometedora juventud. Lo que dijiste antes es cierto. En las condiciones creadas por la guerra y la revolución los viejos valores ideológicos desaparecieron o perdieron su poder de cohesión. Los nuevos valores están cristalizándose lentamente, en la lucha. En las relaciones entre hombre y hombre, entre hombre y mujer, los sentimientos y las ideas se están revolucionando. Se están instituyendo nuevos límites entre los derechos y deberes del individuo y los derechos de la comunidad. La cuestión es todavía un fermento totalmente caótico. La dirección, las fuerzas del desarrollo de las distintas tendencias contradictorias no están claramente definidas todavía. Es un proceso lento y a menudo muy doloroso de decadencia y crecimiento y en particular en la esfera de las relaciones sexuales, la corrupción, la inmundicia del matrimonio burgués, con su dificultad de divorcio, su libertad para el hombre y esclavitud para la mujer, la hipocresía repulsiva de la moralidad y las relaciones sexuales llenan de disgusto a nuestra más activa y mejor gente…* 

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La nueva actitud de la gente joven hacia cuestiones de la vida sexual está por supuesto basada en un principio, y una teoría. Muchos de ellos Ilaman a su actitud «revolucionaria», y «comunista» y creen honestamente que así es. Eso no nos impresiona a nosotros los viejos. Aunque no soy sino un sombrío asceta, la llamada nueva vida sexual, de los jóvenes y algunas veces de los viejos, me parece a menudo puramente burguesa, una prolongación de los burdeles burgueses. No tiene nada en común con la libertad amorosa tal como la entendemos los comunistas. Tienes que ser consciente de la famosa teoría de que en la sociedad comunista, la satisfacción de los deseos sexuales, del amor, será tan simple y poco importante como beber un vaso de agua. Esta teoría del vaso de agua ha vuelto locos, bastante locos, a nuestros jóvenes. Ha resultado fatal para muchos chicos y chicas. Sus partidarios mantienen que es marxista. iPero gracias por ese marxismo que directa e inmediatamente atribuye todo el fenómeno y los cambios en la superestructura ideológica de la sociedad a su base económica! Las cosas no son tan simples. Un tal Federico Engels lo dijo hace mucho tiempo con respecto al materialismo histórico. 

Creo que esta teoría del vaso de agua es completamente antimarxista y además, antisocial… Desde luego, la sed debe satisfacerse. ¿Pero, es que un hombre normal en circunstancias normales bebe de los charcos en vez del arroyo, o bebe de un vaso con el borde grasiento de muchos labios? No obstante, el aspecto social es el más importante de todos. Beber agua es por supuesto una cosa individual, pero en el amor están implicadas dos vidas y surge una tercera, una nueva vida; es lo que le da su interés social, lo que genera un deber hacia la comunidad.

Como comunista no tengo la menor simpatía por la teoría del vaso de agua, aunque lleva el refinado título de la satisfacción del amor. En cualquier caso, esta liberación del amor no es ni nueva, ni comunista. Recordaras que hacia la mitad del siglo pasado en la literatura romántica ya se preconizaba como la emancipación del corazón. En la práctica burguesa se convirtió en la emancipación de la carne. Por esa época el predicador estaba más capacitado que lo está hoy, y por la práctica, no puedo juzgar. No intento predicar el ascetismo con mi crítica. De ningún modo. El comunismo no traerá el ascetismo, sino la alegría de vivir, la fuerza de la vida y una vida amorosa satisfecha ayudará a conseguirlo. Pero en mi opinión la actual hipertrofia generalizada en materias sexuales no da fuerza y alegría a la vida, sino que la quita. En plena revolución eso es malo, muy malo. 

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La gente joven, especialmente, necesita la fuerza y la alegría de la vida. Deporte sano, natación, carreras, largos paseos, ejercicios corporales de todo tipo y múltiples intereses intelectuales. Aprender, estudiar, preguntar en común tanto como sea posible. Esto dará más a la gente joven que las eternas teorías y discusiones sobre, los problemas sexuales y el llamado vivir con plenitud,. iCuerpos sanos, mentes sanas! Ni monje ni Don Juan, la actitud intermedia de los filisteos alemanes. ¿Comprendes, joven camarada…? Un espléndido muchacho de gran talento y aun así tengo miedo de que no salga de él nada bueno. Titubea y vacila de una aventura amorosa a otra. Eso no lo hará durante la lucha política, durante la revolución. Y no apostaría yo por la responsabilidad, la fortaleza en la lucha de esas mujeres que confunden sus romances personales con la política. Ni por los hombres que corren detrás de cada falda y se enredan con cualquier jovencita. iNo, no! eso no cuadra con la revolución*.»

Lenin se levantó, golpeó la mesa con la mano y se paseó por la habitación durante un rato. «La revolución exige concentración, incremento de fuerzas; de las masas, de los individuos. No puede tolerar situaciones orgiásticas como las de los decadentes héroes y heroinas de D’Annunzio. La relajación en la vida sexual es burguesa, es un fenómeno de decadencia. El proletariado es una clase ascendente. No necesita intoxicarse con narcóticos 0 estímulos. La intoxicación puede provenir tanto por la exageración sexual, como por el alcohol. No debe olvidarse la vergüenza, la inmundicia, la brutalidad del capitalismo. La fuerza para luchar contra él proviene de una situación de clase del ideal comunista. Necesita claridad, claridad y otra vez claridad. Y repito, ningún debilitamiento, ni desperdicio, ni destrucción de las fuerzas. El autocontrol y la autodisciplina no significan esclavitud, ni siquiera en el amor. Pero perdóname, Clara, me he salido del punto de partida de nuestra conversación. ¿Por qué no me has llamado al orden? Se me ha ido la lengua. Estoy profundamente interesado por el futuro de nuestra juventud; es una parte de la revolución. Y si aparecen tendencias nocivas, deslizándose desde la sociedad burguesa hacia el mundo de la revolución —como las raíces de la cizaña que se extiende— es mejor combatirlas a tiempo. Tales cuestiones son parte de la problemática de la mujer.»

 


 

8 Comentarios a “Lenin hablando de sexo en 1920”

  1. Azrael Arcangel dice:

    Hombre, no vamos a descubrir ahora que en materia sexual la izquierda marxista tradicional era tan reaccionaria como la derecha católica, aún desde discursos distintos. La frase «hipertrofias en la vida sexual propias de la moralidad burguesa», y la crítica del sexo como hobby de la burguesía que hace Lenin, en realidad no andan demasiado apartadas de la realidad, porque parece evidente que las preocupaciones del proletariado, especialmente fuera del primer mundo, andan más por la supervivencia que por la calidad del orgasmo. Por eso la propaganda de la izquierda reivindicándose como adalid de la libertad sexual no es más que usar el sexo como reclamo publicitario. El sexo hedonista no es más que otro de los patrimonios de la burguesía, y el mensaje subliminal de la izquierda es que está incluido en el pack de beneficios de una sociedad presuntamente igualitaria, pero en cuanto rascas un poco y ves la mentalidad de los ideólogos te das cuenta de que son tan mojigatos por motivos políticos como otros por motivos religiosos.

    Yo tengo un amiguete del PCE que se inventó el calificativo «beatas de pelo rojo», que para mí define perfectamente el percal. Hay también beatos, claro, y aunque hayan pasado casi cien años de la Revolución de Octubre, aún citan a Lenin como los católicos a Juan XXIII, así que recordar este texto viene al pelo.

  2. Diana dice:

    Pelígrosísima la idea de que follar bien es una cosa burguesa, quizás en otro tiempo era así (tiempos en los que tener tiempo para el placer era sólo lujo de unxs pocxs), pero no es aplicable a nuestra actualidad («primermundista, blanca, europea/yanky) en absoluto, cuando somos capaces de perder horas dando vueltas por un centro comercial y no de emplear ni un sólo minuto en hacer un buen cunilingus o en dilatar el ano de nuestro compañero.

    Un abrazo y gracias por el post, está maravilloso
    Diana

  3. […] cui qualunque cosa che abbia a che fare con la sensualità, la seduttività, diventa oggetto della sega moralista del o della leninista di turno. Infine chi assume certi toni quando parla di “antisessismo” poi realizza ancora la […]

  4. […] QUI un articolo su Lenin in rapporto a donne e sessualità e aggiungo qui un pezzo tratto da un post di […]

  5. […] il compagno Lenin considererebbe questi pensieri non rivoluzionari… così tant* compagn* che hanno una idea della politica che prescinda dal tema della […]

  6. […] che realizzi 5o misure di sovradeterminazione, oppure finiremo un po’ così, come ai tempi di Lenin o di […]

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