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Los derechos por los que no luchas, desaparecen.

2 julio, 2013 a las 11:00/ por

Son esas cosas que crees que nunca van a pasar: Que se encierre arbitrariamente a la gente y «¿por qué me iban a encerrar a mí? Yo no he hecho nada». Pero también nos parecía imposible hace diez años que en España se fuesen a bajar sueldos, echar a gente que pensaba que tenía un trabajo para toda la vida, dejar a gente sin sanidad pública, cerrar colegios, eliminar trayectos de tren sin avisar y todo lo que vemos que está sucediendo. Y lo que queda por venir; no tengo una bola de cristal, está todo explicado aquí, y esta es la versión resumida en vídeo.

Desaparecen los derechos humanos. Y no hablo de países en guerra «al viejo estilo» (armas, tanques…), ni de los países que te dicen que son dictaduras, sino en tu país, en el mío. Escándalos como el del espionaje mundial a gente normal destapado por Snowden habrían sido impensables en los años 70, y ahora son material de debate, noticias, pero nada más. Desaparecen los derechos en la puerta sur de España y nadie se entera… Y lo hemos visto: Los derechos por los que no luchas, desaparecen. Aunque pareciese que iban a ser eternos; no lo son.

El trailer lo estamos teniendo en Grecia: Primero fueron a por inmigrantes, para encerrar a miles en la cárcel. Después fue la operación Thetis a por drogadictxs y personas sin techo, que han aumentado mucho con la crisis. Las meten en furgones policiales y las llevan fuera de Atenas, a Amigdaleza, un centro de detención de inmigrantes. Luego trabajadoras del sexo «testadas de VIH a la fuerza, humilladas publicamente  y encarceladas». Y ahora le ha tocado al colectivo transgénero. A las detenciones (arbitrarias y con abusos) de personas transgénero hay que sumarle las multas de 700 euros cada vez que las detienen.  Aquí más sobre el tema.

Esto recuerda mucho a la dichosa cita que siempre se repite en estos casos:

«Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata,
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté, porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a llevarse a los judíos, no protesté, porque yo no era judío,
Cuando vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera protestar.»

Fue escrito por Martin Niemöller, que era fan de Hitler…hasta que tuvo que cambiar de idea.

En total en Grecia se ha encerrado a unas 5.000 personas, encarceladas sin juicio. Cárceles que no se parecen para nada a las españolas de Soto del Real, con piscina y squash o la de Pamplona. Se parecen seguramente más a nuestros CIEs, centros de internamiento de inmigrantes, con su ejemplo máximo en joyas como el de Málaga. Han pasado por ellos sobre 36.000 personas. Llevan 30 años ahí y no todo el mundo sabe que existen. La historia se repite, como los campos de concentración que hubo hasta 1947. En Grecia es lo que se usa, esos centro de internamiento de migrantes.

Personalmente no creo que sea algo que sólo va a pasar en Grecia. Como enlacé más arriba, las recetas del FMI siempre han ido acompañadas de violencia para que se «aceptasen» sus ideas. Desde su primer experimento, Pinochet en Chile, hasta sus experimentos más recientes. Y en el sur de Europa compartimos algo: 

Compartimos un pasado dictatorial muy reciente. Preferiría equivocarme y que no compartamos también un futuro parecido a lo que está pasando en Grecia.

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La imagen, de aquí

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