¿Sabéis la historia de los seis sabios y el elefante, en la que cada uno examina una parte del elefante y parece que están palpando cosas diferentes? O algo parecido a la temperatura, que dicha en grados centígrados o farenheit, sigue siendo la misma. Pues algo parecido pasa con nuestra faceta sexual (nuestra identidad, deseos, fantasías, gustos, prácticas, proyectos, acuerdos y mil cosas más), que se ha ido estudiando desde muchos puntos de vista y, a menudo, están hablando de lo mismo con términos muy diferentes.

Eso sucede que la sexología sustantiva (que intenta explicar por sí sola todos los fenómenos que nos suceden en todo lo relativo al sexo) y otras teorías. La cuestión de la sexolgía sustantiva es que no pretende «derrocar» a otras teorías con las suyas, sino que lo que te da es la perspectiva para saber de dónde hereda cada teoría: Del concepto de degeneración, del de libido, del de sexo/género, etc. Las muchas teorías que han ido explicando todos esos fenómenos. Y la realidad es que hay similitudes en algunas propuestas desde diferentes teorías y a @snow_felina, Juncal, Bruno y a mí (hasta donde sabemos) nos interesa mucho ir señalando donde están las equivalencias entre unas teorías y otras.

Eso sí, aparte de interesarnos esas equivalencias, quien ha hecho el trabajo de enlazar una pieza de ese gran puzzle es @snow_felina. En concreto, señaló lo similar que es el concepto de androginia de Sandra Bem, que aparece en el libro «Queer. Una historia gráfica» de Meg-John y el de intersexualidad de Hirschfeld*, de la sexología de inicios del siglo XX. Que aunque sea de hace tanto, iban muy por delante Hirschfeld, Marañón, Havelock Ellis, Bloch, etc pero se le hizo más caso al enfoque de Freud, Reich…

Lo que dice la androginia de Bem se puede leer en la misma foto que hizo @snow_felina:

En realidad, lo de que no existen esos dos-y-solo-dos lo decía la sexología a inicios del siglo XX. Decían que «hombre» y «mujer» eran dos figuras idealizadas, dos conceptos y que no somos hombre O mujeres, sino que todo el mundo es una mezcla a muchos niveles y de manera muy compleja y variada. Este concepto de intersexualidad NO se refiere a los genitales, no se refiere a un «estadio intermedio» sino a un

«concepto que da cuenta de los polos y gamas del continuo de los sexos en el que se sitúan los modos masculino-femenino. El término es fundamentalmente teórico y no clínico. No se padece de intersexualidad, se es intersexual porque no hay sexos al cien por cien absolutos sino dentro de su reparto en el continuo de los sexos» (fuente)

«es justamente la que nos permite abandonar el anterior esquema de la dimorfía (o binarismo), con su “efecto O”, y pasar al “efecto Y” de la intersexualidad.» (fuente)

Lo bueno es que, en la sustantiva, el concepto de intersexualidad (este, no el genital) encaja con todo el marco de referencia para explicar el sexo en todas sus dimensiones. Algo que se echa de menos cuando nos metemos en otros jardines y, sí, una teoría nos parece una explicación que nos ayuda en un tema… pero al mismo tiempo nos complica otros asuntos. La sexología sustantiva, que recoge esas aportaciones, suma otras muchas, y da joyas como que sea cada cual quien sepa qué es, quién es…. en lugar de decidirlo en el parto en 3o segundos mirando al bebé, ni la psiquiatría, ni la psicología, o otras joyas sobre los líos con la identidad, los deseos, prácticas y placeres, sobre … todo en el sexo en realidad. Por eso la emoción al descubrirla y ver cómo encaja con lo anterior. Si alguien tiene curiosidad, puede ver el índice de la guía más exhaustiva de contenidos, La Teoría de los Sexos, o leer el PDF que está online, Sexo: Historia de una Idea, que es una versión mucho más reducida y manejable para quien le resultan todos conceptos nuevos.

Por cierto, ahí está Hirschfeld, con sus amistades en Berlín. Es el señor de la derecha, de bigotón y gafas.

http://www.crossdreamers.com/2014/12/magnus-hirschfelds-theory-of.html

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