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Mearse en los principios fundamentales del movimiento olímpico o los derechos humanos.

11 febrero, 2014 a las 11:00/ por

Si os digo la verdad a mí no me sorprende la homofobia institucionalizada, y alentada socialmente a niveles brutales, que hay en Rusia. Digamos que me parece previsible. Tan previsible como si a alguna mente privilegiada se le ocurriese celebrar Juegos Olímpicos en Uganda. Supongo que ya habéis visto el repugnante video de 4 minutos de Human Rights Watch con la recopilación de muchos ataques a personas LGBT. Si habéis tenido la suerte de evitarlo, os lo pongo aquí debajo, avisando que es desagradable… Está ininglis. 

Lo que ya me parecía menos previsible, pero parece que es inevitable, es que la gente, twitter, facebook, reaccionen ante eso, ante la LGBTfobia de Rusia. El país lo lleva un ex-agente de la KGB y ex-director de la continuación de la KGB y nadie se atreve a llevarles la contraria teniendo el grifo del gas de toda Europa… (que por eso EEUU quiere cortarles el paso de los gasoductos por Ucrania, (mapa) por eso lo que está pasando allí, derivado de las guerras del gas). ¡Que me lío!.

La reacción a esa LGBTfobia rusa me parece igual de curiosa que extrañarse por las continuas exhibiciones de fundamentalismo de los curas y sus superiores. Antes contra homsexuales, ahora con el feminismo: «El feminismo ideológico es un paso en el proceso de deconstrucción de la persona”. De verdad ¿sorprende eso viniendo del fundamentalismo que ya sabemos es profundamente misógino?… Por eso ni en twitter, ni facebook, ni aquí suelo estar continuamente enlazando la tontería semanal que pueden soltar, sólo de cuando en cuando, como ahora. Como siempre digo, es bastante probable que alguien fundamentalista diga algo fundamentalista. Es bastante probable que alguien que odia todo lo que no sea heterosexual, diga algo a favor de las personas LGBT.

Lo que sí me escandaliza, me parece muy preocupante, es que dé exactamente igual mearse encima de la Carta Olímpica. Hace un par de días (creo que) me llamaban naive en twitter por eso, por esperar algo de respeto por esa Carta Olímpica. Si no sabéis qué es, se define como «la lista de reglas para la organización de los Juegos Olímpicos, y para regular el Movimiento Olímpico» . Se puede leer íntegra aquí (PDF). Es la base de toda esa historia de juntar a todas las naciones, el idealismo, los derechos humanos… 

El más claro e idealista es el principio fundamental nº 6: » El Movimiento Olímpico tiene por objetivo contribuir a la construcción de un mundo mejor y más pacífico, educando a la juventud a través del deporte practicando sin discriminación de ninguna clase y dentro del espíritu olímpico, que exige comprensión mutua, espíritu de amistad, solidaridad y juego limpio.». Ya di la lata con ese tema en agosto. Sobre ese principio se ha organizado un movimiento de reivindicación, Principle6.org (Principio 6), reclamando precisamente que se respete ese principio de no discriminación. Y mientras se está en esa lucha, los medios de comunicación, como en agosto, vuelven a destacar las migajas. La primera, Cheryl Maas, una atleta lesbiana que enseña sus guantes con arcoiris a la cámara… Y ahora la medalla de Ireen Wust, que se vende como todo un logro por haberla ganado siendo abiertamente lesbiana, segun dice la prensa… cuando por cierto, es abiertamente bisexual

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Ireen Wust

 

 Y ahí estamos de nuevo, esperando a ver qué migajas nos caen, como hicimos en agosto. Y me parece igual de preocupante que intentar igualarnos en (ausencia de) derechos a China, que dé igual los negocios que hagamos con quienes les dan igual los derechos humanos (sea China con muchos derechos humanos, o EEUU en su política exterior), que nos quedemos con calma mirando los Consejos de Ministros de los viernes mientras que, con la disculpa de la crisis, van desapareciendo derechos por los que se luchó durante décadas… Los derechos por los que no luchas acaban desapareciendo… porque mientras que a ti te parecen lo más natural, parte de tu entorno, algo que estará siempre ahí, la verdad es que hay alguna gente que lleva décadas deseando quitártelos. Y cuando tienen oportunidad lo hacen.

A mí no es que me dé vértigo que estemos en una época en que no tengamos una línea roja acordada entre los grupos sociales con intereses diferentes como podían ser los Derechos Humanos y que haga tiempo que esos derechos se han convertido en algo relativo, en algo que depende de si hay buenos negocios de por medio. Que los derechos reproductivos, que suelen ir de la mano de los sexuales, se vayan recortando de manera tan salvaje basándose en las posturas más integristas (si el aborto no puede ser, tampoco puede serlo la fecundación in vitro ni la investigación y uso de células madre…). Que se siga permitiendo tanta intervención fundamentalista en la legislación, en las normas que van a condicionar mucho las condiciones en que intentamos llevar la vida que queremos llevar.

No, no es eso lo que me preocupa. Lo que sí es que las instituciones, organizaciones, organismos «neutrales» que había para vigilar el cumplimiento de esos derechos con alguna autoridad más allá de lo local y voluntarista no hagan su trabajo. Que al Comité Olímpico se la sople todo. Que los derechos constitucionales den igual. Que los Derechos Humanos se queden en algo anecdótico, algo de lo que se habla cuando se celebra algo o cuando se muere quien los defendía. Cambiar el idealismo (que tan lejos nos ha ido llevando a tener derechos que nunca se habían imaginado y que nos igualaban a todo el mundo en derechos) por el pragmatismo.  

 

 

 

Fuente imágenes

http://www.principle6.org/index_es.html
http://www.sdpnoticias.com/gay/2014/02/09/patinadora-lesbiana-gana-medalla-de-oro-en-sochi-2014

 

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