Micro-machismos: Histéricas
22 diciembre, 2011 a las 10:00/ por moscacojonera(…) “1- Cuando mi hermana tenía unos 8 o 9 años, un viejo se le acercó en la plaza y le dijo: “Te doy un caramelo y me das un besito”.
2- Cuando yo tenía unos 12 años, fui con una amiga a la fábrica en ruinas que teníamos delante de casa. Apareció un viejillo con boina, amable, que se puso a hablar con nosotras y a seguirnos mientras íbamos por la fábrica pisando cascos de vidrio. Cogió confianza y me agarró del brazo. “Déjame que te levante, para ver cuánto pesas”. Yo solté el brazo, me aparté rápido. Me saltó una alarma. Y nos fuimos. Mi amiga me dijo: “Pero chica, cómo has reaccionado”. Me pregunto por qué reaccioné así y por qué otras crías no lo hacen. Qué hace que te salte esa alarma.
3- Con 13 años, un día esperaba a mi madre en la calle, junto al portal. Vino un chico de mi edad por mi derecha, muy pegado a la pared donde yo estaba. Me saltó también la alarma. Yo agarraba una carpeta y me la subí hasta la altura de las tetas, como protección. Pasó a mi lado y noté un pellizco fuerte en el coño. Me subió un escalofrío hasta la cabeza, me quedé helada, violada de algún modo. Recuerdo cómo me sentí ese día y muchos días después. Al día siguiente teníamos una celebración familiar, recuerdo la ropa que llevaba, las fotos que nos sacamos, yo con mi cara pálida y mis ropas verdes, triste, mancillada, recordando lo del día anterior. Siempre siento una gran tristeza cuando veo esa foto, tantos años después.
4- Unos años más tarde, ese mismo chaval empezó a pegar en el culo con la raqueta a una vecina. Otro día, pasaba con la bici por el parque y le pegó una torta en el culo a una amiga.
5- Con 16 años, en un tren me senté al lado de un hombre. Tras un rato de charla, empezó a agarrarme la mano. Luego me pidió que le diera un beso. No me atrevía ni a moverme. Me ofreció 40.000 pesetas por irme con él a un hotel.»
«(…) No nos enteramos o no nos queremos enterar, pero todo ese ambiente de suave agresión acaba coartando la libertad de andar tranquilas por la vida sin que les molesten por el hecho de ser mujeres.
¿Acaso los hombres no padecemos acosos o presiones? Sí, claro, pero en un grado muy inferior, que no nos condiciona tanto. No hasta el punto de que se nos desarrolle una actitud psicológica temerosa, a la defensiva, que nos limite la libertad de andar tan panchos por la vida.»
Excelente post me ha hecho recordar mis pequeñas experiencias algunas aún no verbalizadas. A veces me pregunto si han influido en ser como soy y sentir la sexualidad tal y como la vivo ahora.
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Tambien. Me pregunto si hay alguna chica/mujer que no ha tenido estas experiencias? Lo dudo
También. Me pregunto si hay alguna mujer/chica que no ha pasado por estas experiencias. Lo dudo
Siempre me he preguntado por qué hay tantas mujeres que rechazan a los chicos desconocidos, que sólo hablan con amigos de amigos, que son muy reprimidas sexualmente… igual algo de esto es parte de la explicación.
No entiendo muy bien el artículo, parece como que pretendiera justificar la histeria.
Vivir histérica no debe ser muy agradable, como cualquier otro problema mental, lo mejor es solucionarlo. La idea «como me agredieron de pequeña me van a agredir siempre» es algo que te hace infeliz, obviamente.
No puedes, o no debes, asociar erróneamente las cosas. En la vida de una mujer hay infinitamente más hombres que no la agreden que los que la agreden, ¿compensa vivir eternamente agresiva y con miedo?
La referencia, además, no debe descontextualizarse. Hay entornos donde la vida humana no vale nada, extrapolar esas situaciones a nuestro entorno no ayuda a entender las cosas de manera positiva.
Una opinión.