De todos modos, tiende a haber más hombres que mujeres en las áreas «relativamente heterosexuales» de la comunidad SM (hay áreas sólo para hombres y sólo para mujeres también) y muchos de esos hombres están buscando mujeres para compañeras de «juego» ocasionales o estables. (Un buen número de mujeres y parejas están buscando también mujeres).

Por lo tanto, puede que consigas decenas de amables ofertas —y desafortunadamente, unas pocas no tan educadas— para tomar un café u otras reuniones. No hay nada malo o equivocado en esas ofertas pero, de nuevo, ve despacio y no te involucres seriamente con ningún hombre (o mujer o pareja) en particular demasiado rápido. En concreto, sé relativamente lenta a la hora de dar información personal sobre ti a otras personas como tu número de teléfono, dónde trabajas, tu email y similares.

Dado que la competición por nuevas mujeres puede ser ocasionalmente intensa (por cierto, no dejes que te asuste demasiado en este punto), no te olvides que la persona que demuestra la mayor agresividad al encontrarte puede que no sea la mejor persona con la que involucrarte. Realmente, y  a menudo, lo opuesto suele tener más posibilidades de ser cierto. Los hombres más amables se contienen por educación mientras que los desagradables se te lanzan.

Mantén abiertas tus opciones de elegir. Intenta conocer y tener conversaciones con muchos hombres distintos. Es importante que no permitas que ningún hombre (o mujer o pareja) monopolice tu tiempo y atención. Recuerda que a menudo es mejor involucrarse con la gente ligeramente más reservada.

(Por cierto, una vez que tengas algún conocimiento y algo de perspectiva, el conocer potenciales compañerxs de juego via anuncios personales puede ser útil, puesto que no habrá competición directa cuando estés hablando por teléfono o si os reunís en un restaurante). 

También, cuanto más «conocido» es un hombre, más seguro es probable que sea. Como regla general, un hombre al que se le conoce por haber estado en la comunidad SM local más de un año es probablemente relativamente seguro (aunque existen excepciones). Uno menos conocido es mas cuestionable. De nuevo, tómate tu tiempo.

Otro punto clave: En absoluto tienes ni la más mínima obligación de actuar de manera sumisa hacia un hombre hasta después de que ambos hayáis negociado eso, y lo hayáis hecho como iguales. Si un imbécil intenta insistir en que le llames «Señor» o «Amo» o intenta darte órdenes, tu «alarma de personas desagradables» debe empezar a sonar bien alto, y tú debes dirigirte hacia otro sitio, rápido. (Las negritas puestas por Yento).

Por cierto, una amiga mía que es una mujer sumisa con mucha experiencia cree que es inversamente proporcional lo bueno que es un dominante y lo rápido que saca el tema de la felación.

Por otro lado, una educada y amable aproximación de un dominante es una señal muy positiva. Los buenos dominantes tienden a acercarse de manera comedida, atenta y respetuosa.»

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