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¿No sería buena idea cambiar el enfoque del acoso, maltrato, abuso…?

4 agosto, 2015 a las 11:00/ por

Quien dice acoso, dice maltrato, abuso y otro tipo de agresiones… Todas las situaciones que se producen en grupo, con un cierto «público», sean a mujeres y sus criaturas, a personas LGTB o a negros. Las soluciones propuestas para este tipo de situaciones se suelen centrar en la persecución y castigo (a veces también reeducación) de quien maltrata, manipula, etc al mismo tiempo que se ofrecen diversas propuestas como soluciones a las víctimas. Es decir, las medidas que se toman, las soluciones que se intentan, se ponen en marcha estrictamente entre las personas agresora y agredida. Incluso las campañas públicas que se hacen se suelen centrar más en la víctima, pero en nadie más.

Hace unos meses comenzó a circular por internet la noticia de que en Finlandia habían conseguido reducir enormemente el acoso escolar a partir de un programa nuevo llamado Kiva. Aquí podéis leer más información dada directamente por la embajada finlandesa en España, no a través de notas de prensa.

 

 

¿Cómo lo consiguieron? Pues no centrándose en las personas agresora y agredida, sino en el entorno de esas personas. Y eso ya nos da una clave de que este enfoque puede ser un buen complemento a lo que ya existe, optemos por las soluciones que optemos, para esas dinámicas dentro de las relaciones emocionales/sexuales (siendo conscientes de las diferencias entre una situación y otra) y sin pensar que Kiva va a ser LA solución que ha de solucionar otras medidas.

Los objetivos de ese sistema son:

«A nivel de la escuela , el objetivo del programa KiVa es ofrecer al personal escolar información básica sobre el acoso escolar y las formas de abordarlo y lograr que el personal se comprometa con el trabajo sobre el acoso.

A nivel de clase , la meta es influir sobre los estudiantes para que, en lugar de aceptar silenciosamente la situación de acoso o alentar a los acosadores, apoyen a la víctima y trasmitan así que no aceptan las prácticas abusivas.

A nivel de los estudiantes , el propósito es abordar los casos graves de acoso de una manera efectiva. Eso siempre incluye una discusión de seguimiento para comprobar que la situación ha cambiado.

«(…) El objetivo del trabajo realizado a nivel de clase es educar a los alumnos sobre su papel a la hora de evitar y detener el acoso escolar . Así, en lugar de aprobar silenciosamente el acoso o alentar a los acosadores, los niños comienzan a apoyar a los compañeros victimizados y, al hacerlo, transmiten el mensaje de que no aprueban el acto. Terminar con el acoso escolar es posible cuando se desarrolla un sentido compartido de responsabilidad y se cambian las normas del grupo.»

Una de las claves puede estar ahí, en no aceptar esas situaciones silenciosamente. Incluso en situaciones violentas física o verbalmente se da a menudo el conocido «síndrome del espectador»: Si estamos mirando varias personas, se difumina la responsabilidad («¿Por qué debo hacerlo yo y no este que tengo al lado?») y al final nadie interviene, dando una lógica sensación de impunidad y de aprobación del entorno a quien tiene esa conducta.

Sin que sea necesario formarse en el programa Kiva (que además cuesta 1000 euros + IVA), sí hay herramientas ya desarrolladas para trabajar con grupos, con la difusión de la responsabilidad, etc. Kiva seguramente no inventa ninguna herramienta, sino que lo que hace es cambiar el enfoque y elaborar un programa ordenado, medible… La cosa sería, con las herramientas de que se disponga, perseguir los mismos objetivos y dinámicas del programa:

«KiVa intenta cambiar las normas que rigen el grupo —indica la profesora—. Dentro del grupo están los otros, esas personas que no acosan, que observan, que son testigos y que se ríen. A través de esa comunicación no verbal transmiten el mensaje de que lo que pasa es divertido o está bien, aunque tengan una opinión diferente. No hay que cambiar la actitud de la víctima, para que sea más extrovertida o menos tímida, sino influir en los testigos. Si se consigue que no participen en el acoso, eso hace cambiar la actitud del acosador. El objetivo es concienciar de lo importante de las acciones del grupo y empatizar, defender y apoyar a la víctima».

Para hacer ese cambio hará falta que sean muchas o por lo menos algunas de las personas que tratan estos temas las que vean que es posible y beneficioso cambiar de enfoque. Otro camino que puede ser largo, pero que a lo mejor puede ayudar a cambiar un panorama de lo más frustrante, viendo que se repiten más y más casos, una y otra vez, porque como puede confirmar cualquier persona en una relación abusiva, estando dentro es complicadísimo darse cuenta de lo que te está sucediendo.

3 Comentarios a “¿No sería buena idea cambiar el enfoque del acoso, maltrato, abuso…?”

  1. ¡Nos ha encantado leer este artículo! Nosotros ya hemos recibido peticiones de ayuntamientos para que nuestro área de sobrevivientes ponga en marcha KiVa en institutos y colegios. ¡A ver qué resultados da!

  2. moscacojonera dice:

    Enhorabuena! ¿y tenéis la certificación/titulación Kiva? porque es un pastón ¿o quieres decir cosas similares. como comento yo?

  3. Hay programas parecidos en varias universidades americanas dedicados más específicamente a reducir el acoso y maltrato sexual. Se trata de que el círculo inmediato del maltratador intervenga mostrando su desaprobación, bien cuando ocurre el acto, bien cuando se sepa. Sin apoyo en su entorno inmediato, el maltratador se ve obligado a cambiar su comportamiento.

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