Orgullo fetishBDSM
24 noviembre, 2006 a las 17:41/ por moscacojoneraUn día de estos, pronto, lanzaré en Club Sumisión (el foro sobre sado más activo y concurrido de España, creo)el comentario de la «salida del armario» de nosotros los pervertidos.
Ya hay en el foro un «hilo» dedicado al tema de salida del armario.
En general las reacciones suelen ser (ojalá supiese algo de sociología y supiese sistematizar esto un poco) :
– Yo no tengo que ir contándole a la gente lo que hago, no veo que la gente vaya por ahí contando lo que hace en la cama con su pareja.
– No quiero hacerlo porque es complicado y/o peligroso.
– No vale para nada.
Con lo que ya me iré preparando para la que caerá… porque este proyecto (una colección de fotografías de nosotros, que se recoja en una exposición y un libro para el que ya hay editor) no intenta ni representar a toda la comunidad bdsm, ni intenta ser «la verdad» sobre el bdsm en España, ni siquiera que se acerque al bdsm desde el punto de vista más acertado…
Solo intenta ser un primer paso para que existan más opciones. Si nos planteamos España hace 50 años (o menos) uno se planteaba ser «normal» o lanzarse a todo un mundo marginal para poder ser gay como estilo de vida. Hoy en día se contempla como una opción, sin contar con que te vayan a matar por ello o partirte la cara. Se ha pasado a considerar algo más normal, aunque solo se limite a ciertas zonas más urbanas (creo).
Pues eso me gustaría. Que se vea como una opción. Que puedas contarle a los amigos que te gustan algunas perversiones, como he hecho yo con amistades que no tienen ninguna relación con este mundo y ver que no pasa nada. Claro que hay que contarle que a él le pasa lo que a todos. Que hablas de masoquismo y la gente dice «es que a mi no me gusta el dolor».
Joder ni a mí. No existe un solo masoquista que se pille los dedos con la puerta y diga: «UHmmm, hostia, que gusto, maaadre mía». Lo que gusta son las sensaciones intensas y ciertas sensaciones intensas producen dopamina y se sienten como placer … he encontrado un artículo por ahí. Además de esa relación con el placer, hay muchos más ingredientes que me gusta como están explicados en «Teoría Queer. Políticas bolleras, Maricas, Trans, Mestizas», libro que ya comenté hace poco. Juegos de poder, teatralización, sexualización de otras partes del cuerpo,…
Pues lo dicho, ya iré contando cómo avanza.