Poliamor «de verdad» ®
29 octubre, 2014 a las 11:00/ por moscacojoneraA propósito del brillante artículo de Brigitte Vasallo que publicó Pikara recientemente, «El poliamor is the new black», sobre la moda repentina del poliamor y sobre las falsas expectativas que se ponen en él, el otro día me encontré de nuevo el poliamor estudiado por Opening Up —que ya comenté, estoy traduciendo y ojalá se publique el próximo verano— y tenía mucho que ver con lo que hemos hablado estos días.
No existe el Poliamor De Verdad®, no hay una única manera de tener una relación poliamor. Si ya nos hemos escapado del corsé de las relaciones monógamas ¿por qué buscarse un nuevo corsé?¿por qué convertir nuestras relaciones en varios matrimonios simultáneos? Es algo que de vez en cuando conviene recordar: Cuando buscamos maneras alternativas de crear nuestras relaciones, es preferible que evitemos la tentación de escoger como modelo la relación de otras personas, porque no nos va a valer para nuestra relación. Son demasiadas variables, biográficas (sobre nuestro pasado, nuestro presente) y de expectativas sobre la relación, de lo que esperamos de ella, como para que un único modelo de poliamor valga para todo el mundo.
Esa tentación de copiar un modelo ajeno, e intentar hacer que nuestra vida coincida con él, probablemente la hemos aprendido de los mitos del amor-culebrón (otro nombre posible para el «amor romántico», «amores Disney» o «Amor de Verdad®«), de ese intento de hacer encajar nuestra vida en el molde de «la pareja perfecta», como el príncipe intentando encajar el zapato en el pie de la Cenicienta. Y cuando encaja ese zapato —o lo que es lo mismo, cuando encaja nuestra pareja en ese modelo de relación— nos creemos la pareja elegida. Y volvemos una y otra vez, una relación tras otra, a intentar adaptar nuestras realidades tan distintas siempre al mismo zapato: El de que la «pareja perfecta», el alma gemela, la «media naranja», la aspiración imposible de cumplir de que la que persona con quien estamos sea nuestro «todo», de que una única persona cubra el 100% de nuestras expectativas y esperanzas. Como dice Daphne Rose Kingma en «Opening Up»:
“Cuando nos enamoramos, no decimos simplemente: “Oh, madre mía, que mente más maravillosa tienes, será un placer hablar contigo durante los próximos cincuenta años”. Lo que estamos realmente diciendo es: “Oh, madre mía, qué mente más maravillosa tienes; también espero que seas un gran amante, un gran padre, una magnífica cita para un viernes por la noche, que me consueles cuando esté triste, que seas mi cómplice en sociedad, mi compañero político, la persona a quienes mis padres adorarán, así como mi gurú, el hombro donde llorar y mi Banco Nacional personal.”
Esto dice Opening Up, sobre el poliamor.
«Para distinguir el poliamor del swinging y de la no monogamia en pareja [pareja no monógama], las relaciones poliamor se caracterizan normalmente por ser “sexuales y amorosas”, una manera resumida de decir que el poliamor incluye no sólo sexo, sino también relaciones emocionales. Pero basándome en mi investigación, “sexuales y amorosas” no capta los matices y la complejidad de las relaciones poliamorosas, o la manera en que el poliamor no sólo rechaza los modelos convencionales sino que amplía nuestras ideas sobre qué constituye una relación. Yo definiría poliamor como el deseo o la práctica de mantener varias relaciones significativas, íntimas, simultáneamente. Esas relaciones pueden incluir muchos elementos, incluidos amor, amistad, cercanía, intimidad emocional, contacto habitual, compromiso, cariño, flirteo, romance, deseo, contacto erótico, sexo y conexión espiritual.
Ahora bien, hay swingers y parejas no monógamas que podrían argumentar que mientras que sus relaciones externas se basa principalmente en el sexo o el BDSM, también hay conexión emocional o algunos de los elementos de la lista anterior. Crear falsas dicotomías como sexual versus emocional, informal versus compromiso, o desenfadada versus seria, simplemente nos mete en un montón de problemas. Algunas de las personas a quienes entrevisté conceptualizaban y construían sus relaciones de todas las maneras que he comentado antes pero decían que no eran poliamorosas. Dos personas pueden definir su relación de maneras muy similares y aún asi, una se llama a sí misma no monógama y la otra poliamorosa. Recuerda: No te bloquees con las etiquetas si sientes que te están limitando; define tus relaciones como tú necesites. (…)
Ideas y actitudes
No hay una única manera de ser poliamor. Algunas personas poliamorosas juzgan a otras, diciendo, “Bueno, ella no es realmente poliamorosa”, pero esa actitud es contraproducente. La belleza del poliamor es que te libera de fronteras y límites arbitrarios, así que ¿para qué construir unos nuevos? Disfruta de la libertad de definir el poliamor y tus relaciones de cualquier manera que desees. Ahora bien, dicho eso, hay algunas similitudes en las ideas e prácticas básicas de las personas poliamorosas. No toda persona poliamorosa comparte todos los valores comentados más arriba, pero fueron repetidos una y otra vez por las personas a quien entrevisté.
(…) Como grupo, las personas poliamorosas tienen el valor de pensar con libertad más allá de la monogamia y vivir de maneras no convencionales. Reconocen la importancia del crecimiento personal, para ellas mismas como individuos, para sus relaciones. En general, se implican activamente con sus parejas y trabajan sus relaciones; después de todo, es bastante difícil que sea posible ir con el piloto automático o pasar de una persona a otra cuando se tienen varias relaciones. Muchas de las personas poliamorosas a las que entrevisté dijeron que se debe permitir que las relaciones se conviertan en lo que se acaben convirtiendo. En otras palabras, no intentes definirla o limitarla; en su lugar, deja que esa relación evolucione orgánicamente hacia donde quiera que vaya. Por ejemplo:
“En un mundo monógamo, si tienes a alguien con quien te encanta besarte y no estás saliendo con nadie más, hay cierta presión para que decidas si vas a llevar la relación al siguiente nivel o si no vas a volver a repetir. Tengo amistades con quienes me encanta besarme y eso es todo. Yo dejo que esas relaciones sean como son y me siento cómoda así.” (Ruby Grace)