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Poliamor ¿se es o se está?

13 enero, 2016 a las 23:39/ por

La pregunta es fácil de responder: Depende de tu manera de entender el poliamor (y no monogamia). Hay quien lo considera una orientación, algo que es parte de naturaleza, y quien lo considera una práctica, una decisión que tomas voluntariamente.

 

 

Lo cuenta Kimchi Cuddles #478, uno de los comics de referencia en relaciones poliamorosas.

(Traducción de las viñetas)

«¿El poliamor es una orientación o simplemente una elección?
Bueno, algunas personas tienen relaciones poliamorosas sin tener una identidad poliamor, y otras se identifican como poliamorosas aunque no coincida con el tipo de relación que tengan en ese momento»

La gente puede estar en relaciones monógamas y seguir siendo poliamor, lo mismo que una mujer bisexual no se vuelve heterosexual si tiene una relación con un hombre.
«Te quiero…. y a las tetas también».

Puedo elegrir estar en una relación heterosexual y monógama pero eso no va a sacar la lesbiana que hay en mi o eliminar el pasado poliamoroso. Siempre serán parte de mí incluso si no los pongo en práctica»

 

Como bien explica, cuando se considera una orientación, no se deja de ser poliamor porque tengas una relación monógama lo mismo que no dejas de ser bisexual por tener una relación con un hombre o una mujer.

 

 

Y del mismo modo que se puede adoptar el lesbianismo político —que defiende que la orientación se puede elegir— es de suponer que es posible hacer lo mismo con la no-monogamia. Eso sí, en ese caso, es importante no caer en lo que he comentado en otras ocasiones: Aprenderse un discurso intelectualmente y al mismo tiempo desconectarse de las propias emociones y necesidades, porque lo que hoy acabamos ocultándonos, nos acabará estallando más adelante por otra vía.

Es decir, la influencia de las emociones en procesos psicosomáticos. La importancia que se le da puede ser mayor o menor, pero siempre existe alguna relación:

«En lo que se refiere a la inhibición de las emociones, desde que Freud pusiera de manifiesto la relevancia de la represión emocional en la génesis de alteraciones psicosomáticas, la inhibición de las emociones ha sido considerada como una de lasvariables principales que inciden en la enfermedad. No obstante, debemos decir que la inhibición por sí sola no causa indefectiblemente alteraciones somáticas, ni es inherentemente insana. De hecho en ocasiones puede ser un mecanismo adaptativo (Pennebaker, 1993). Sólo en el caso que confluyan otras características, como una excesiva activación somática, o interferencia con las estrategias de afrontamiento adecuadas, la inhibición puede ir en menoscabo de la salud y ser un agente etiopatogénico de envergadura. Así pues, las relaciones significativas que se han constatado en ocasiones entre inhibición emocional y trastornos psicofisiológicos posiblemente sean debidas al hecho de que la inhibición es un proceso activo que, lejos de disminuir la activación autonómica, la incrementa durante  periodos de tiempo prolongados, interfiere con los procesos cognitivos implicados en la asimilación del problema y estrategias de resolución, al tiempo que produce con facilidad condicionamiento de las reacciones de inhibición (Wegner, Shortt, Blake y Page, 1990; Pennebaker, 1993).» (fuente)

Es decir, es conveniente no dejar que la ideología no nos deje ver cuáles son nuestras emociones. Y eso sí, esas emociones nos indicarán qué necesidades tenemos que cubrir para encontrarnos a gusto. Y reconstruyendo la manera de cubrirlas, entonces sí que no hará falta recurrir a modelos contrarios a esa ideología.

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