Pues por dos razones:

El tener publicidad sólo se hace con un fin: sacar un dinerillo.
Una vez que empiezas a tener esos ingresos, es fácil caer en la tentación de querer aumentar o al menos mantener esos ingresos. Con lo que empiezas a pensar más o menos conscientemente qué es lo que querrán leer tus lectores, y empiezas a hacer no lo que te apetece, sino lo que aumenta las visitas…

La segunda razón es que con el tiempo nos empieza a parecer imposible hacer nada sin publicidad, sin patrocinadores. «¿Organizamos una carrera popular? Vale,.. pero Adidas me ha pedido que me tatúe su logo en la espalda…».

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