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Problematiza las ideas, no la vida de la gente

15 abril, 2020 a las 13:59/ por

Esto lo explica Meg-John Barker mucho mejor en Reinventa las reglas. Esas reglas que menciona son esas ideas que tenemos sobre cómo debe ser una relación, cómo deben ser las rupturas, cómo deben ser las relaciones sexuales, cómo debe ser el deseo, cómo debes vivirte como hombre, como mujer, como lo que seas, cómo debe entenderse la sexualidad.

Cuando no haces las cosas como la mayoría, cuando no te gusta lo que a la mayoría, cuando te gustan cosas que la mayoría encuentran poco comunes, es complicado no creer que eres tú quién lleva el paso cambiado, quien va conduciendo en dirección opuesta a todo el mundo. Es complicado no llegar a creer que deberías cambiar para ser como todo el mundo. Ese es el problema de creer que hay una manera correcta de vivir todo lo sexualmente relevante en nuestra vida. Y lo sexual va mucho más allá de nuestros genitales. Es quiénes somos, cómo nos vivimos, qué nos gusta, qué no nos gusta, quién nos atrae, cómo nos relacionamos…

Y todo eso es un material muy frágil…

Cuando tu trabajo, tu compromiso político, tu objetivo, o simplemente lo que te apetece hacer es cuestionar una serie de ideas que te parecen problemáticas por las consecuencias que tienen, es fácil acabar confundiendo esas ideas con quienes las ponen en práctica. En general la gente lo hace lo mejor que puede, y siempre saldrá ganando si amplías su perspectiva y ven más maneras de hacer las cosas, si se las cuentas de una forma que no problematiza su forma de hacerlas. Porque cuando se cuestiona se suele hacer desde una cierta postura de autoridad, de «espera, que te lo explico que no lo has entendido». Un ejemplo: la «heterosexualidad obligatoria», o heteronormatividad, tiene muchas consecuencias negativas.

Pero hoy día veo MUCHO cómo se problematiza la vida de la gente, diciéndoles que «si haces X, perpetúas el sistema etc». Sin saber por qué, ni por qué no, ni qué otras formas alternativas tiene para entender su orientación, por ejemplo. Simplemente, lo que deseas está mal. Tienes algo estropeado. Debes cambiar. Cuando en realidad es la idea, la norma, las cuestiones estructurales las que se deben cambiar. Y eso se hace, si se consigue, con el esfuerzo de muchísima gente durante muchos años, siendo cada vez más, y no echando a quienes no cumplen una serie de normas que se vuelven tan rígidas cómo las que cuestionamos.

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