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¿Quién es tu confidente en tus relaciones poliamorosas?

29 julio, 2021 a las 13:18/ por

 

CONFIDENTES Y RELACIONES MONÓGAMAS

En las relaciones monógamas desde siempre se ha recomendado tener confidentes. Por mucha, muchísima, infinita confianza que tengas con tu pareja, siempre viene bien tener más personas alrededor a quiénes contarles nuestros problemas. Y que sean personas a quiénes les podemos contar todo. Sin filtro. Siendo parciales, con una visión que puede ser injusta, culpabilizadora, victimista… da igual. Para eso se tiene confidentes: para poder contarlo todo, todo, todo como te dé a ti la gana y que te devuelvan qué ven.

En las relaciones monógamas eso es muy útil, porque sirve como una válvula de escape para soltar el mal humor, la frustración, la ira que nos provocan otras cosas (el trabajo, la familia, la política…) y que no siempre vale la pena soltar a nuestra pareja (monógama) si solo nos vemos un par de horas al día… En vez de desperdiciar ese poco tiempo soltando bilis, se puede aprovechar para conectar de otras maneras… aunque siempre se nos va a ir llenando la mochila de pequeños detalles que nos afectan y que necesitamos soltarle a alguien.

¿Ventajas de tener confidentes?
El más importante me parece que, si no sueles dar toda la importancia que deberías a tu intuición, tu confidente, si te conoce bien, puede ser un buen «espejo retrovisor». Puede ser alguien que, conociendo todos los aspectos de tu vida, conociendo tus relaciones anteriores, tu forma de entender la vida, te puede dar buenos consejos. Suelen ser el salvavidas en los casos de gaslighting, son quiénes estarán ahí cuándo te hayas dado cuenta de la tristeza que cada día iba ocupando más espacio en tu relación.

¿Problemas con confidentes en relaciones monógamas?
1 Que los consejos que te dan sobre tu pareja se suelen basar en la lógica… y no siempre funciona la lógica en las relaciones.
2 Que en las relaciones monógamas hay una vigilancia constante contra los vínculos profundos con terceras personas, con lo que si hay mucha confianza con esa persona, alguna gente lo considera, erróneamente, como un problema, como alguien CONTRA la relación, cuando en realidad está ayudando a ser una válvula de escape.

 

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LOS PROBLEMAS DE LAS RELACIONES NO MONÓGAMAS

Lo que sucede es que la cuestión de tener confidentes en las relaciones no monógamas (poliamor, anarquía relacional, etc) es más complicadas por dos razones:

1 EL SESGO MONÓGAMO
Es muuuuy común que una inmensa mayoría de la gente tenga muchos prejuicios sobre las relaciones no monógamas o, como mínimo, desconocimiento de cómo funcionan y de qué es posible y qué no. Con lo que el feedback que se recibe de confidentes suele estar teñido de desconfianza hacia ese tipo de relaciones. O directamente, incomprensión. O, si no critican tu relación, puede que estén esperando en silencio y que, cuando falla tu relación, te digan… «¿¡VES!? Te lo dije que no podía funcionar!»

2 COMUNICACIÓN, COMUNICACIÓN, COMUNICACIÓN
Esas tres palabras repetidas son un mantra muy habitual en las relaciones poliamorosas: que hace falta mucha comunicación. Y es cierto. El problema está en que se pone mucho foco en hablar, comunicar, contarlo todo. TODO.  Y debido al punto anterior (que no hay mucha gente con quién hablar cuándo surgen los problemas), todo se intenta resolver hablando y hablando. Y no siempre es la solución porque hay algo que NO sucede en las relaciones entre dos personas: las continuas retroalimentaciones (positivas y negativas) de los miembros de esa relación, que explico en el punto 3.

Así, en las relaciones poliamorosas, las recomendaciones de hablarlo TODO con los miembros de la relación pasa a ser algo similar al efecto nocivo que tiene en las relaciones monógamas, al no contar con terceras personas ajenas a la red con problemas con quiénes hablar y que nos puedan reflejar cosas que, quizá, no estamos viendo.

3 LA INESTABILIDAD INEVITABLE
Es algo que conté con el esquema de Samuel Díez del curso de Sexología Avanzada, que explica por qué tener dos relaciones es TAN inestable.

Como mínimo, en una relación no monógama entre tres personas, hay SIETE sistemas que cambian SIMULTÁNEAMENTE Y PERMANENTEMENTE. Por eso, al decir algo una persona a otra, siempre tiene efectos positivos o negativos en el resto de sistemas. Y si se dice algo a un miembro de ese sistema, y se oculta, también está afectando, INEVITABLEMENTE, a ese mismo sistema.

Por eso, tener confidentes (o poder contarlo en un espacio desconectado de esa red afectiva) ayuda a esa misma red. No todo hay que lanzarlo dentro de la centrifugadora de esos (como mínimo) siete sistemas sin poder predecir cuál será el resultado. A veces necesitamos contar situaciones que nos afectan mucho emocionalmente… y que tienen su sitio en algún punto de nuestras redes afectivas que no afecte directamente a ese sistema de siete frentes. Personas que son como satélites de la relación. Otros miembros de otras redes afectivas que tenemos, o deberíamos ir construyendo, a nuestro alrededor.

 

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