Sexo en grupo: Bajarse los pantalones y perder los papeles.
9 abril, 2014 a las 11:00/ por moscacojonera¿Por qué cuando se está en una situación relacionada con sexo más allá de una pareja parece que ya no valen las reglas sociales? Cuando están dos personas en una situación previa a que haya sexo parece que, en general, se aplica lo que hemos visto en las películas (porque rara vez habremos podido ver a otra gente en la intimidad ni nos han dado lecciones de etiqueta del «apareamiento»). Vaya desde el arrebato con el cartero o de Instinto Básico, a lo más acaramelado, se entiende que hay unos ritmos, parece que se suele atender a las señales que envía la otra persona.
Pero ¡ah, misterios de la vida!, cuando se entra (o piensa) en una fiesta de sexo en grupo o de sexo en público (no necesariamente lo mismo) de repente parece que la palabra que viene a la cabeza es «orgía». Y junto con la palabra viene, obviamente, la idea que se tiene de cómo es una orgía: Todo el mundo folla con todo el mundo. Y empiezan a revolotear en torno al debate (si se habla entre dos o más personas) una serie de palabras e ideas: liberación, libertad, represión, explorar, llevar a la realidad tus fantasías…
Suena muy bien aparentemente…pero también tiene a menudo un eco parecido a «soy una persona políticamente incorrecta, que llama a las cosas por su nombre, harta de las limitaciones de esta sociedad hipócrita que bla ,bla, bla». Parece que algunas de esas personas están conteniendo todo el día sus ganas de mandar a la mierda a todo el mundo. Parece que tiene la idea de que cualquier norma es un problema. Cuando en realidad creo que si las cosas son como deben ser, esas normas deben proteger a la parte más débil de cada situación (aunque de eso no tengamos costumbre socialmente en España). De otra manera, si todo el mundo juega con las mismas reglas (o sin ellas), van a ganar, como siempre quienes tienen una conducta más depredadora, más invasiva.
Eso sucede también en este tipo de eventos. Si no se protege a quien va por primera vez, a quien necesita algo de tiempo, a quien tiene dudas sobre sus prácticas sexuales, quienes tienen un comportamiento no-normativo (el que sea), se acaban quedando en ese espacio las personas más «resistentes», las que tienen más tablas… En serio ¿lo quieres convertir en una situación de fuerza?.
Es la analogía que suelo hacer yo con tener un bar y el borracho. Mucha gente al montar un bar comienza con una fantasía de qué va a ser su bar: «Un sitio donde se pueda hacer de todo, no como otros bares de donde nos echaban si hacíamos [tal cosa]». «Quiero que sea como Shortbus». «Quiero que sea como un local de los años 20 en Zurich». Pero luego hay que pagar el alquiler, la luz, impuestos, la SGAE, sueldos de quienes trabajan para ti….y resulta que sí, esa idea estaba muy bien pero entre semana tiene que entrar de todo lo que pase por la puerta para poder llegar a fin de mes. Ahí tienes a un borracho acoplado bebiendo, que se tira horas en tu bar, que consume, pero con el codo apoyado en la barra, va dando la lata a quienes están allí tranquilamente. Y te parece que tiene de haber de todo, no le echas del bar, ni a quienes son incompatibles con la idea que tenías de bar… Y años (meses?) más tarde te acabas encontrando con un bar con un par de borrachos en la barra y una gente habitual que no te gusta nada…porque la gente que te gustaba se ha acabado yendo a otro sitio dónde se sentía más cuidada.
Con el sexo pasa igual… Si tienes un local swinger, por ejemplo, donde «se va a lo que se va», acabarán desapareciendo quienes empiezan y necesitan ir poco a poco. Eso que se llama «hablar demasiado». O espacios sexuales de cualquier tipo. Porque puede haber espacios para todo el mundo. Puede haber cuartos oscuros y similares para quienes no tienen el más mínimo problema de tener sexo en público, en grupo o lo que les surja. Y que fuera de esas zonas, de esos cuartos oscuros, siga funcionando el sentido común. ¿Vas tocando las tetas de las chicas que te presentan?¿Acaricias los culos que ves en un bar y te atraen? ¿Por qué de repente dejan de funcionar las normas que usa todo el mundo en la calle? Miradas, lenguaje corporal, tantear…. Claro que en la calle hay quien no sabe dónde está la línea, qué puede hacer y qué no. Hay un arma secreta que siempre te dará la solución correcta: PREGUNTAR.
De todos modos —igual son mis prejuicios— pero creo que estas situaciones de comportamiento depredador justificado en el «¡Cómo te pones, vaya carácter! No te lo tomes así, aquí todo el mundo viene a disfrutar» suelen darse en espacios mixtos, donde se supone que las relaciones van a ser heterosexuales. Nunca he visto que en un espacio así se tenga el mismo tacto y permisividad cuando es un hombre el que se acerca a otro hombre. Por eso preferimos en las fiestas de Golfxs con principios o en las que tenemos algo que ver con su organización, que se aplique lo que dice Ética Promiscua, nos parecen una manera mucho más agradable de vivir. Y por eso nos gusta que haya hombres a quienes les gusta el sexo con otros hombres. O el género que sea con el género que sea… y que se sepa interactuar con toda la variedad de personas, gustos, prácticas, relaciones, apariencias, etc con las que nos gusta convivir.
En todo este tema puede ayudar que retome dos textos de Ética Promiscua (Ethical Slut) que traduje hace años para el blog. El primer texto resume maravillosamente qué debes hacer si no sabes comportarte. Léelo. A lo mejor crees que sabes hacer las cosas y te estás equivocando…
Qué hacer y qué no hacer en tu primera fiesta de sexo en público
“El consenso es imprescindible. La gente ingenua asume a veces que cuando dos, o tres, o cuatro personas ya están teniendo sexo, no hay problema en sumarse directamente y empezar a toquetear a todo el mundo. Bueno, pues sí lo hay, porque no pediste permiso a nadie y porque no sabes qué desean estas personas o cuáles son sus límites. Por lo que podrías hacer algo equivocado, y las personas a las que te quisiste sumar tendrán que dejar de divertirse con lo que estaban haciendo para ponerse a resolver lo tuyo y tendrán un enfado justificable. Contigo. ¿Cómo vas a conseguir llegar a un consenso con las personas que ya están bien calientes follando?. ¿Darles un toque en el hombro y decir “¿podrías parar un momento para preguntaros si puedo unirme?”. Prácticamente no existe ninguna manera de unirse a una sesión de sexo que ya ha comenzado a no ser que ya seáis amantes previamente todas las personas implicadas en esa situación, e incluso en esa situación debes ser prudente.
Cuando nosotras nos preguntamos si sería buena idea unirnos a nuestras amistades que ya han empezado a jugar, normalmente miramos desde una distancia prudencial hasta que alguien nos mira y nos hace señas para que nos acerquemos, o no. Respetar los límites, como dijimos antes, es obligatorio para que todo el mundo sienta la seguridad suficiente para jugar libremente y sin límites. No seas la persona que convierte el ambiente en poco seguro. Si estás jugando en una fiesta y alguien invade tu espacio, tienes todo el derecho a decirle a esa persona que se aleje.
Es correcto también informar a tus anfitriones de personas molestas y de quienes llegan a ser agobiantes flirteando: Quienes organizan estos eventos desarrollan habilidades para hablar con la gente sobre cual es la conducta apropiada y explicarles por qué las normas son las que son, y si la persona no las aprende, tienen el poder de eliminarla de la lista de gente invitada.”
(Publicado aquí originalmente)
Y esto que vale para cualquier persona que puede ir por primera vez, con ese lío mental de no saber qué esperar de un evento así.
Cuidado con tus expectativas
terminar lo que esté haciendo para poder iros.
Publicado originalmente en 2012 aquí mismo
Fuente de las imágenes
https://www.flickr.com/photos/clintjcl/5123764363
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