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¿Sumisa, heterosexual y feminista? (Editado y republicado)

31 enero, 2013 a las 11:00/ por

Este tema me lo encontré en Fetlife en el grupo Feminist Kinksters, con el título ¿La sumisión de la mujer significa opresión? (en inglés el original). Y enlazaban y copiaban un par de artículos de la revista «Bitch». El comienzo del primer artículo es interesante, sobre BDSM y feminismo, pero lo dejo para otro día (¿mañana?). Hoy centremos el tema en lo de ser sumisa y feminista.

ACTUALIZACIÓN 31 ENERO 2013.

Esta es una versión del post publicado ayer. El de ayer era un traducción literal de los artículos enlazados. Como suelo hacer, escribí a la revista y a la autora. La revista contestó al poco que lo que autorizaban era una cita de 5 líneas y que el resto estuviese resumido con mis propias palabras. Durante la mañana de ayer llegó la contestación de la autora, que dijo que su tarifa por publicar el artículo es de 60 libras esterlinas. Nos encantaría que la cosa fuese tan bien como para pagar no ya por colaboraciones sino también por lo que traducimos…pero por ahora no es el caso. Así que ha tocado reescribir el post, sin citar textualmente la fuente.

Disculpas a quienes ya lo habían leído por encontrarse hoy casi el mismo. Pero como el tema creemos que es interesante, lo volvemos a publicar, porque sólo estuvo publicado un par de horas y así lo puede leer más gente. 

Primera postura, en contra de la sumisión sexual femenina: «La sumisión significa opresión»: 
Fuente original. http://bitchmagazine.org/post/thinking-kink-female-submissives-BDSM-feminist-magazine-sex-consent

El parecido de muchas situaciones que se dan en el BDSM cuando domina un hombre a una mujer hace que algunas feministas no acepten que les digan que es una sumisión consensuada. No es sólo desde fuera del BDSM. Dentro del BDSM también hay mucha gente que se queja del machismo que hay en el ese ambiente. Que se hacía una asociación automática entre ser mujer y ser sumisa, independientemente de sus gustos, fuera dominantes, sumisas o switch.El BDSM es complicado de defender por las feministas especialmente cuando se reproducen situaciones que, desde fuera, se parecen en todo a una relación abusiva. 

Muchas feministas dan por hecho que la sumisión dentro del dormitorio es una señal de que esa sumisión también se da en otros terrenos, especialmente viviendo en una sociedad en la que es sencillo, por defecto, caer en situaciones discriminatorias en ese sentido. Y se teme esa entrega del poder por su peso político, por sus consecuencias más allá del dormitorio, que las tiene. 

«La escritora de izquierdas Yasmin Alibhai recordaba ideas de hace 30 años la semana pasada cuando comentó que la atracción hacia el BDSM es simplemente una estrategia para quitar el poder a las mujeres según iban acercándose a la igualdad. «Se les tiene que recordar su lugar y deben re-aprender la sumisión«. Por lo que la profesora de universidad B. Fahs puede que tenga razón al decir que «todas las conductas sexuales tienen el peligro de ser distorsionadas…por fuerzas regresivas» cuando la popularidad de un libro es interpretada como evidencia de que «cansadas de la lucha por la igualdad, las mujeres quieren refugiarse en que un hombre les de órdenes en el dormitorio«.

Si esa sumisión es utilizada por la prensa conservadora para apoyar su causa contra el empoderamiento de las mujeres ¿significa eso que hay que evitar ser sexualmente sumisas?. Según el artículo original, Norma Ramos dice que sí. Que se debe trabajar en enfrentarse a ello cuando se está viviendo en una sociedad en que está generalizada la violencia sexual contra las mujeres.

 

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Y la otra postura: «Nola sumisión no significa opresión»: 

Enlace original: http://bitchmagazine.org/post/thinking-kink-female-submissive-pop-culture-sub-dom-feminist-magazine-sexuality

Por lo visto siempre parece raro que una mujer decida sobre lo que le gusta sexualmente, sea lo que sea, aunque sea someterse a un hombre. 

«¿Cuándo fue la última vez que oiste a un hombre que disfrute de los servicios de una dominatrix ser acusado de que realmente no quería su salario, o su voto, o una vida libre de violencia?. Especular que las mujeres disfrutan de la sumisión sexual porque «el libre albedrío es una carga muy pesada para las mujeres del siglo veintiuno» es adoptar un punto de vista paternalista de la inteligencia y sexualidad de la mujer. Las personas se excitan con muchas cosas que no son necesariamente indicativas de cómo es el resto de su vida. ¿Y por qué nadie considera nunca que es sólo cuando el estatus de una persona en la sociedad no está en cuestión que entonces se tiene la seguridad suficiente para entregar el poder?.»

Criticando a las mujeres que optan por la sumisión sexual, las feministas están victimizándolas, están dando a entender que no son autónomas, no son capaces de decidir por sí mismas. Como dice Cliff Pervocracy en el artículo original, hay que plantearse la difícil pregunta de ¿saben las mujeres lo que quieren cuando se someten sexualmente?¿lo hacen empoderadas?. Y si se es feminista cuesta justificar la postura de que, en realidad, las mujeres no saben lo que quieren.

La foto, de aquí

7 Comentarios a “¿Sumisa, heterosexual y feminista? (Editado y republicado)”

  1. Dora dice:

    Me parece un tema interesantísimo. Llevo meses leyendo posturas para poder escribir sobre la relación entre feminismo y BDSM. Soy feminista y me gusta esta práctica sexual y soy consciente de que muchas feministas no lo comprenden o lo estigmatizan. Sin embargo, algunas corrientes del feminismo, como la LGTBQ, sí acogen el porno y las fantasías sexuales como forma de entender la libertad de la mujer, tanto sexual como real, y las separan de lo que no es fantasía ni un papel: la vida real en la que ni mucho menos tienes por qué seguir con tu rol de sumisión o dominación.

  2. Manuel dice:

    Toda la cuestión parece un tanto ridícula cuando el % de hombres que les gusta el BDSM, tanto como desde el lado dominante como desde el lado sumiso, es muy superior.

    Basta con darse una pequeña vuelta por Internet para darse cuenta de la cantidad, pero CANTIDAD de hombres buscando una dómina sin encontrarla.

    • moscacojonera dice:

      Discrepamos.Yo creo que el número de hombres y mujeres está bastante igualado. Otra cosa es internet, pero eso no es un reflejo fiel de la realidad. En España por ejemplo la comunidad BDSM virtual es inmensa, descomunal. Y en la realidad, nada de nada…
      …que lo has matizado en tu segundo comentario. Eso es, pero creo que es un fenómeno con más factores, llevo viéndolo desde los tiempos del IRC: Entran 10 chicos y 10 chicas. Los chicos entienden que tienen que estar metiendo ficha con ellas sin parar. Ellas se acaban agobiando y acaban 10 chicos solos. El decimoprimer chico que llegue dirá «vaya, sólo hay hombres». Y no, es que se ha dado tanto la lata que se han ido. Pasa también en fiestas «sexuales». Y te lo aseguro: A ese tipo de fiestas se apuntan tanto chicas como chicos.

      Y es SENSATA, segura y consensuada. «Sana» es una mala traducción de «sane».

  3. Manuel dice:

    Quiero matizar: cuando digo «les gusta el BDSM» quiero decir que «buscan de manera activa y visible por a través de foros y chats gente que les guste el BDSM».

    La cantidad de mujeres que busquen de una manera menos visible compeñeros o compañeras para una relación BDSM, al ser eso mismo, menos visible, la desconozco.

  4. Manuel dice:

    De todos modos, y concluyendo, la cosa es tan sencilla como dejar que los hombres y las mujeres, las mujeres y los hombres que disfruten siendo sumisos, sumisas, dominantes o dóminas, tanto heterosexuales como homosexuales puedan disfrutar de su sexualidad (sana, segura y consensuada) tranquilos sin que venga nadie, NADIE, léase Iglesia Católica, léase feministas de salón, a decirles lo que deben hacer y como deben de vivir sus vidas.

    Que parece que hay gente muy de izquierdas, muy feminista y muy comprometida a la que le gusta meterse a vigilar lo que ocurre en los calzoncillos y en las bragas de los demás tanto como a cualquier obispo.

  5. Sumisa {EA} dice:

    «El parecido de muchas situaciones que se dan en el BDSM cuando domina un hombre a una mujer hace que algunas feministas no acepten que les digan que es una sumisión consensuada.»
    Empezamos no distinguiendo apariencia de realidad y acabamos escribiendo las chorradas que ha escrito Catherine Scott.
    El consenso implica autonomía moral y es una relación entre dos iguales: por ello, el parecido con la sumisión real e impuesta se diluye. No hay consenso posible entre dos personas que no sean iguales. Sin igualdad NO HAY CONSENTIMIENTO

    No es sólo desde fuera del BDSM. Dentro del BDSM también hay mucha gente que se queja del machismo que hay en el ese ambiente.
    En las discotecas hay machismo. En el misionero a oscuras por debajo del camisón hay machismo. El machismo es estructural, no es una conducta o rasgo individual. El BDSM tiene tanto de machista como la sociedad en general: y dentro de esa sociedad hay mujeres y varones feministas. Pues eso.

    Que se hacía una asociación automática entre ser mujer y ser sumisa, independientemente de sus gustos, fuera dominantes, sumisas o switch.
    MENTIRA. FIN.

    El BDSM es complicado de defender por las feministas especialmente cuando se reproducen situaciones que, desde fuera, se parecen en todo a una relación abusiva.
    No se reproducen en el sentido bourdieano porque no salen de la intimidad sexual de una pareja o grupo de personas hacia la sociedad. O eso, o Catherine no entiende lo que es la reproducción: es de suponer, viendo que tampoco entiende a sus iguales mujeriles como sus iguales, y duda de nuestra capacidad de raciocinio, juicio, autonomía e independencia. Gracias, Catherine, eres una feminista de salón de la hostia. Y no, en «La dominación masculina» Pierre no hablaba del Master Right.

    Muchas feministas dan por hecho que la sumisión dentro del dormitorio es una señal de que esa sumisión también se da en otros terrenos, especialmente viviendo en una sociedad en la que es sencillo, por defecto, caer en situaciones discriminatorias en ese sentido.
    Muchas feministas… O sea, si todas las moscas comen mierda hay que comer mierda. Muchas feministas están equivocadas, son paternalistas y son extremadamente MACHISTAS. Como Catherine.

    Y se teme esa entrega del poder por su peso político, por sus consecuencias más allá del dormitorio
    De ahí la insistencia en la sensatez.No era gratuíta.

    Si esa sumisión es utilizada por la prensa conservadora para apoyar su causa contra el empoderamiento de las mujeres ¿significa eso que hay que evitar ser sexualmente sumisas?. Según el artículo original, Norma Ramos dice que sí.
    O sea, que para empoderarme tengo que hacer lo que me diga Norma o lo que me diga Catherine, y no lo que yo considere. Me he liado. O yo no entiendo lo que es empoderamiento, o Catherine es una machista irremediable.

  6. […] forma independiente, leía hace unos meses un artículo de un blog muy recomendable (http://www.golfxsconprincipios.com/lamoscacojonera/sumisa-heterosexual-y-feminista/), que discutía si se podía ser mujer, tener fantasías de sumisión y considerarse feminista. El […]

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