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Básicamente, todo puede ser erotizado. Algunas personas tienen interes sexual en los enemas, algunas personas tienen interés en aplastar bichos, a algunas les excita que les tiran tartas a la cara… (…)

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El miedo y la excitación a menudo van de la de la mano. Son como dos lados de la misma moneda. Cuando estamos incómodxs o experimentamos algo poco placentero, buscamos formas de atar nuestras ansiedades o distanciarnos de esa experiencia. Así que una manera de hacer eso es tomar un sentimiento incómodo y convertirlo en un sentimiento más cómodo, placentero o positivo.»

Es esa última parte, la que resalto, es la que más me interesa, porque he descubierto que es algo que hago constantemente. Y las situaciones que sea, por incómodos, molestas, complicadas de procesar que sean, las erotizo. A veces casi inmediatamente. Es algo difícil de explicar, pero lo hago.

No es como la broma habitual de que si eres masoquista me excitará tener un dolor de muelas. Lo hago más bien cuando son cosas que provocan más bien un dolor «emocional» o psicológico y no físico, el dolor físico no me excita normalmente. Y claro, tiene que haber cierto componente masoquista para poder procesar esas cosas como algo que se puede erotizar, si no, no hay manera :-)

Gracias a Cristobal, del grupo de bisexuales del COGAM, por enviarme el vídeo.

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