Aprovecho lo de la webcam para contar lo que me sucedió a mí con la web y el «telesexo», o sea, el sexo virtual o como se quiera llamar… Yo le llamaría más bien sexo a distancia. Por eso lo de tele-sexo.

Me compré una webcam hace años, con el otro ordenador.
Claro, recien comprada, no se me ocurrió otra cosa que meterme en los canales de usuarios con webcam del irc, de los chats. Llevó su tiempo, sus buenas horas, ponerme «mojamuto» durante unos días para ir encontrando dónde meterse y dónde no.

Y encontré, al poco de comprarla (¿quizá la primera semana?) en un sitio normalito (no era #zoofiliacam, quiero decir, sino #webcam o algo semejante), una chica, Mariana se hacía llamar. Una chica guapa. Unos 30? años.
Era colombiana. Decía buscar «clean chat» (o sea nada de porno).

Y allí estábamos hablando un día, habla que te habla, contándome sus malas experiencias con un chico con el que había tenido una historia de pareja virtual (¿¿??) y que la había grabado en vídeo una vez que ella se habia desnudado con la webcam. Allí estaba ella bebiendo un poco de tequila mientras tecleaba, y hablando hablando me dijo:

«Pon las manos donde pueda verlas (para que no pudiese accionar nada para que la grabase). Esto te va a gustar» Y yo allí, con la manos a la vista de la cámara, pude ver como se desnudaba, se masturbaba delante de la cámara, se corría y más tarde se vestía.
Tomo muy normal, nada «peliculero», sin pedir dinero después ni cosas raras…

O sea, por vocación.

Es normal entender que después de eso metí la cámara en un cajón y me dediqué a salir por ahí, a volver a la vida normal… (no me gusta estar tol dia pegado a la pantalla, ya trabajo así…).
Ahora me he comprado otra cámara con el nuevo ordenador… pero poco uso le he dado, sólo una vez…

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