Estamos en una guerra que secuestra los cuerpos no migrantes para hacerlos el centro de la polémica ¿Quién ha colocado todos esos temas en el centro? La extrema derecha y los movimientos antidemocráticos, como sucedió en los años 80.

Si olvidamos la Historia, nos podría parecer que el cuerpo (blanco) se ha convertido en protagonista del siglo XXI. Olvidando la Historia, tendríamos que prestar atención a la extraña coincidencia por la que, de repente, el cuerpo y la sexualidad humana se han convertido en debates centrales: el aborto, la transexualidad, el consentimiento (pero sólo centrado en el deseo, o no, de relaciones sexuales), las identidades y orientaciones relacionadas con el sexo y la atracción, la maternidad de madres no gestantes…

Algo que nos puede dar una pista de por qué sucece esto de nuevo (como en los años 80) es que todos esos temas han convertido nuestros cuerpos en campos de guerra. Ahora hay legislación contra el aborto (interrupción voluntaria del embarazo) en 14 estados de EEUU, un derecho que estuvo protegido en ese país entre 1972 y 2022. En 49 estados de EEUU se están presentando leyes contra la población trans, de las cuales se han aprobado casi 100. Se dan inmensos retrocesos democráticos en Polonia, Hungría, Rusia al problematizar toda orientación sexual que no sea heterosexual. Se aprueba la ley del sí es sí, que coloca en el centro el deseo de las mujeres y… ¿tiene que estar tan claro ese deseo? Un tema al que le da muchas vueltas Katherine Angel y más autoras. La cuestión de las identidades se convierte en polémica para los medios de comunicación. National Geographic lo llamaba “Gender revolution” en 2017. Y de los medios de comunicación salta a todas las esferas de la vida. En Italia, a las madres no gestantes se les retira el reconocimiento de filiación sobre sus peques con su compañera gestante con efecto retroactivo a 2017.

Pero hay una última pieza del puzzle que nos demuestra que, REALMENTE, el centro no es el cuerpo, sino que el cuerpo solo es un campo de batalla. Solo es una diana que se utiliza para enfrentar, dividir, polarizar, castigar, regular, legislar y aplicar una moral antidemocrática.

Al mismo tiempo que se aplica la ley al cuerpo que se conquista denominándolo como propio (“de nuestro país, de nuestro color de piel, de “nuestra” sociedad, las “familias” españolas, my children etc) se ignoran las consecuencias en los cuerpos pobres y estigmatizados. Se ignoran las consecuencias en los cuerpos migrantes. Teniendo polémicas tan tan tan violentas en redes sociales y medios de comunicación, resulta llamativo que no son parte de esa polémica, por ejemplo, los miles de cuerpos muertos en el Mediterráneo. En 2022 fueron 2.400. No se convierte en polémica la idea de que el mar Mediterráneo sea el más mortífero del mundo… porque lo es para personas migrantes. De las fronteras hacia dentro, en “territorios de supremacía blanca”, se vigila y evita que se escriba la Historia como fue realmente (cuatro siglos de venta de seres humanos basados en la idea de raza y todo lo derivado de esa idea). La polémica gira en torno a la teoría crítica de la raza (una reflexión profundísima sobre la sociedad en la que vivimos), que seguro que llegará a Europa en otras versiones. De puertas adentro de los Estados, se han ignorado los cuerpos pobres durante la pandemia. Se ignoran los cuerpos sin atención a su salud mental, que impacta constantemente en sus cuerpos, si no puedes pagarlo. Se ignora los cuerpos que se van quedando por el camino cuando no pueden pagarse ir a su dentista, o una óptica, unos cuidados mínimos. Las personas dependientes, cientos de miles, esperando ayudas minúsculas mientras se mueren… Todos esos cuerpos no son parte de las polémicas.

¿QUIÉN HA COLOCADO EL CUERPO (NO RACIALIZADO) EN EL CENTRO?

Nombrar el cuerpo no racializado da la pista. Si nos comparamos con el Fary, salimos ganando porque nunca seremos tan burdamente machistas. Nos parecerá que algo hemos avanzado, que nos hemos “deconstruido”. Si nos comparamos con manifestaciones supremacistas, nos parecerá que nuestro racismo no es tan preocupante.

No resulta creible que los grupos más vulnerables (población racializada y/o trans), o con más estigma (aborto, trans, racializada, etc), o porcentualmente más pequeños (personas trans), se hayan confabulado en un contubernio judeomasónico para conseguir que sólo se hable de “sus” temas ¿Alguien se puede creer que, por ejemplo, en el Estado español, los medios de comunicación controlados por familias de derechas, no hayan podido contener la fuerza imparable de esos colectivos?¿O más bien esas polémicas se han usado para sus fines? Los objetivos de esos medios siempre son: Llamar la atención (más audiencia significa vender más caros los espacios para publicidad*) y servir de plataforma para sus ideas.

Estamos en una guerra que secuestra los cuerpos no migrantes para hacerlos el centro de la polémica ¿Quién ha colocado todos esos temas en el centro? La extrema derecha y los movimientos antidemocráticos, como sucedió en los años 80.

ACOSO Y DERRIBO EN REDES SOCIALES

Es una guerra porque cada uno de esos temas va acompañado de un bullying brutal en redes sociales. Todos esos temas se han convertido en guerras crueles y muy agresivas en el nuevo ecosistema mainstream de la “realidad” del siglo XXI: se genera, a menudo mediante bots, un interés inmenso en un tema en redes sociales, esa actividad en redes sociales la recogen los medios de comunicación para que la retroalimentación redes sociales y televisión amplifique la polémica… y eso pasa a ser parte de los debates enfrentamientos de toda la sociedad.

Y en esos enfrentamientos, quienes están DE PARTIDA en una situación más vulnerable, más precaria, sea económicamente, socialmente, mental o físicamente, son quienes menos pueden soportarlos… así que se teminan retirando a un segundo plano POR SUPERVIVENCIA. Ese era el objetivo: que el pensamiento antidemocrático ocupe el centro y extermine los “grises”, que sólo exista la opción de estar a favor o en contra, que no puedan ser cuestiones pensadas como todo derecho humano: cuestiones complejas, que hay que pensar, debatir, comprender, construir, cultivar… Algo que requiere tiempo y que, hoy día, está secuestrado por la urgencia aplicada al cuerpo y todo lo relacionado, de una manera u otra, con la sexualidad para conseguir así que se preste atención a cada idea de los movimientos antidemocráticos. Si hablaran de política económica, de lo que harán con los servicios públicos, de cómo cuidarán de los más vulnerables, nadie les prestaría atención.

• Los ingresos por publicidad del grupo Atresmedia (Antena 3, La Sexta, Onda Cero…) en 2022 han sido 700 millones de euros… habiendo descendido respecto al año pasado. Por hacer una comparativa, el presupuesto destinado a la lucha contra la violencia de género en 2023 es de 160 millones, el mayor destinado nunca a este problema.

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