Coincido en lo del modo en que está escrito: a veces recuerda al típico manual de “como lo hice”. Pero eso no me pareció un handicap excesivo, el contenido es demasiado interesante como para fijarse en esos detalles.
Estoy leyéndolo y me resulta molesto en muchos momentos.
Acabo de salir de mi primer intento de poliamor y las razones para irme han sido los celos, sentir que no estaba siendo cuidada por mi compañero y sobretodo por la asimetría emocional (el con varias en su entorno habitual, yo en el extranjero abriendo camino y centrándome afectivamente en el que vive en España).
Las protagonistas hablan siempre desde tener pareja consolidada, es decir, tienen el poder emocional: ellas con su pareja estable y van jugando y órbitando con otros secundarias, por ej una cuenta que por fin encontró a uno de ellos que ejerció de papá. Nunca habla desde el saberse secundario, desde la amargura de pasarte la Nochebuena solo bañándote en tu mierda porque eres segundo plato. Hablan desde el privilegio de ser la bisagra desde la que órbitan el resto de “parejas” – más bien amantes. Y así al leerlo todo me duele, porque nunca habla desde la sensación de saberse secundario, nunca habla desde la tripa removida ni desde el miedo o el abandono, como si eso no existiera y como si sentirlo fuera un problema ajeno a ellas. Tampoco habla con una perspectiva de género. No es lo mismo lanzarse al puterio siendo un hombre que siendo una mujer. Nuestros riesgos físicos y emocionales lamentablemente son diferentes.
Los límites que propone para no herir me sacan de mis casillas por lo básicos: que haya consentimiento (en serio que aún hay que explicar esto?) y que sea seguro (en serio?) Yo esto lo doy por hecho, no necesito que me aconsejen sobre esto.
Como maneras de cuidar a las orejas propone que tu amante no use la corbata de tu pareja (esa que le regalaste por su cumpleaños) mientras espera en el sofá a que terminéis vuestra tarea. Ese escenario, me imagino siendo el amante o las pareja y se me abren las carnes. Es que nadie ve que eso es totalmente innecesario? Me parece una fanfarronería. El libro es muy fresco, muy entretenido pero creo que habla sobre, algo bastante alejado de la realidad (no habla de los procesos que se tienen hasta llegar a esos niveles de confianza, es un esto es lo que mola y si tú no puedes, eres raro) Está contado por personas que parecen no sentir ninguna necesidad de afecto, ni de cuidado ni de correspondencia. Obviamente no les hace falta porque ya tienen todo el chiringuito montado: hijos, una o dos parejas estables y la colección de amantes, a las que también llaman parejas. Yo he sido una de esas personas secundarias confundidas con mil muestras de afecto que en realidad no eran más que conexiones para seguir teniendo opciones de sexo conmigo, pero sin ninguna posibilidad de apoyarme emocionalmente en esa persona. Claro, si ostentas el poder afectivo, si ya tienes todo el clan montado el resto que venga y se adapte si puede, y si no son libres para irse, pero a mí no se mueve ni un pelo por la presencia o ausencia de esa persona. No sé, me lo estoy leyendo con auténtico dolor.
Leí pensamiento monógamo terror poliamoroso y me parece un libro de cabecera, para leerlo una y otra vez, pero este…, me ha decepcionado bastante.
Muchas gracias :-) Es muy útil tener muchos puntos de vista que recojan lo que siente muchas personas en situaciones muy diferentes. Ya no solo Etica promiscua, sino cualquiera de estos libros encaja en diversos enfoques y momentos al acercarse a las no monogamias.
Muy de acuerdo con esta opinión. Las autoras dan muy buenos consejos, pero falta la realidad, reflejar situaciones auténticas que suceden en nuestras vidas cuando salimos de la monogamia. Falta el ver las cosas no desde un lugar donde se tiene todo superado y controlado como es el suyo. en cuanto ponen un pequeño ejemplo de ellas mismas se demuestras que las cosas no saon tan fáciles, lo malo es que no cuentan el desenlace, lo que pasó, cómo terminó esa situación y porqué pasó. Demasiado bonito todo y poco real. Como terapeuta sé que las realciones monógamas son muy complicadas, así que el resto no puede ser más sencillo. Buscaba confirmar experiencias y ver cómo se plantean y resuelven el millón de dilemas que surjen cuando se rompen los esquemas. Gracias por este espacio.
Coincido en lo del modo en que está escrito: a veces recuerda al típico manual de “como lo hice”. Pero eso no me pareció un handicap excesivo, el contenido es demasiado interesante como para fijarse en esos detalles.
Estoy leyéndolo y me resulta molesto en muchos momentos.
Acabo de salir de mi primer intento de poliamor y las razones para irme han sido los celos, sentir que no estaba siendo cuidada por mi compañero y sobretodo por la asimetría emocional (el con varias en su entorno habitual, yo en el extranjero abriendo camino y centrándome afectivamente en el que vive en España).
Las protagonistas hablan siempre desde tener pareja consolidada, es decir, tienen el poder emocional: ellas con su pareja estable y van jugando y órbitando con otros secundarias, por ej una cuenta que por fin encontró a uno de ellos que ejerció de papá. Nunca habla desde el saberse secundario, desde la amargura de pasarte la Nochebuena solo bañándote en tu mierda porque eres segundo plato. Hablan desde el privilegio de ser la bisagra desde la que órbitan el resto de “parejas” – más bien amantes. Y así al leerlo todo me duele, porque nunca habla desde la sensación de saberse secundario, nunca habla desde la tripa removida ni desde el miedo o el abandono, como si eso no existiera y como si sentirlo fuera un problema ajeno a ellas. Tampoco habla con una perspectiva de género. No es lo mismo lanzarse al puterio siendo un hombre que siendo una mujer. Nuestros riesgos físicos y emocionales lamentablemente son diferentes.
Los límites que propone para no herir me sacan de mis casillas por lo básicos: que haya consentimiento (en serio que aún hay que explicar esto?) y que sea seguro (en serio?) Yo esto lo doy por hecho, no necesito que me aconsejen sobre esto.
Como maneras de cuidar a las orejas propone que tu amante no use la corbata de tu pareja (esa que le regalaste por su cumpleaños) mientras espera en el sofá a que terminéis vuestra tarea. Ese escenario, me imagino siendo el amante o las pareja y se me abren las carnes. Es que nadie ve que eso es totalmente innecesario? Me parece una fanfarronería. El libro es muy fresco, muy entretenido pero creo que habla sobre, algo bastante alejado de la realidad (no habla de los procesos que se tienen hasta llegar a esos niveles de confianza, es un esto es lo que mola y si tú no puedes, eres raro) Está contado por personas que parecen no sentir ninguna necesidad de afecto, ni de cuidado ni de correspondencia. Obviamente no les hace falta porque ya tienen todo el chiringuito montado: hijos, una o dos parejas estables y la colección de amantes, a las que también llaman parejas. Yo he sido una de esas personas secundarias confundidas con mil muestras de afecto que en realidad no eran más que conexiones para seguir teniendo opciones de sexo conmigo, pero sin ninguna posibilidad de apoyarme emocionalmente en esa persona. Claro, si ostentas el poder afectivo, si ya tienes todo el clan montado el resto que venga y se adapte si puede, y si no son libres para irse, pero a mí no se mueve ni un pelo por la presencia o ausencia de esa persona. No sé, me lo estoy leyendo con auténtico dolor.
Leí pensamiento monógamo terror poliamoroso y me parece un libro de cabecera, para leerlo una y otra vez, pero este…, me ha decepcionado bastante.
Muchas gracias :-) Es muy útil tener muchos puntos de vista que recojan lo que siente muchas personas en situaciones muy diferentes. Ya no solo Etica promiscua, sino cualquiera de estos libros encaja en diversos enfoques y momentos al acercarse a las no monogamias.
Muy de acuerdo con esta opinión. Las autoras dan muy buenos consejos, pero falta la realidad, reflejar situaciones auténticas que suceden en nuestras vidas cuando salimos de la monogamia. Falta el ver las cosas no desde un lugar donde se tiene todo superado y controlado como es el suyo. en cuanto ponen un pequeño ejemplo de ellas mismas se demuestras que las cosas no saon tan fáciles, lo malo es que no cuentan el desenlace, lo que pasó, cómo terminó esa situación y porqué pasó. Demasiado bonito todo y poco real. Como terapeuta sé que las realciones monógamas son muy complicadas, así que el resto no puede ser más sencillo. Buscaba confirmar experiencias y ver cómo se plantean y resuelven el millón de dilemas que surjen cuando se rompen los esquemas. Gracias por este espacio.