En eso de los títulos del porno, no sé que pesa más: si la tradición del cuplé sicalíptico (también llamado «cuplé erótico») o la ley cuando se permitieron las películas porno en cines en España, el 24-F de 1982. La ley decía (atención a la última frase):

«La publicidad de las películas destinadas a salas X sólo podrá utilizar los datos de la ficha técnica y artística de cada película, con exclusión de toda representación icónica o referencia argumental… Dicha publicidad sólo podrá ser exhibida en el interior de los locales donde se proyecte la película y en las carteleras informativas o publicitarias de los periódicos y demás medios de comunicación social. En ningún caso el título de la película podrá explicitar el carácter pornográfico de la misma».

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