Otro local donde organizábamos fiestas y que se cierra: Ritmo y Compás. Tiene una sala de conciertos donde hicimos fiestas un par de veces. Ni las condiciones ni el local eran muy recomendables (por eso no volvimos nunca más) pero a veces impresiona lo precario que es todo.

Todo empeoró desde el caso Madrid Arena, una fiesta que se complicó y por la que se destapó toda una serie de favores entre empresas y el ayuntamiento de Madrid y que terminó con cinco chicas muertas y nadie en la cárcel.

Este enero pasado fue la fiesta Goa MyPleasure la cancelada, por denuncias a Fabrik. Y denuncias de estas que te dejan con los ojos abiertos: Tiene licencia de funcionamiento sin tener otras licencias de obras, urbanísticas… No es algo extraño sino algo que más bien se está viendo que es la norma: Un campo de golf construido por la comunidad de Madrid se llevo adelante sin licencia. (A eso hay que añadirle toda la basura corrupta debajo del tema y que aún así no suceda NADA DE NADA).

Hubo un tiempo que fueron los locales swingers los perseguidos, caían uno tras otro. Ahora son multas astronómicas que arruinan a amigos porque entienden que registrarse con una licencia y llevar a cabo otra actividad merece multas que no te dejarán levantar cabeza en la vida. Y en medio han estado y están otros proyectos en Madrid (y supongo otras partes) que se hacen bordeando la legalidad, aprovechando lagunas legales o de manera directamente ilegal. Pero es que en España a veces es kafkiano poner en marcha un negocio. 

Mucha gente no aguanta y tira la toalla. “Ahora, en la plaza Chueca acaban de cerrar cinco locales. Se están traspasando principalmente por las multas. Yo entiendo que hay temas de ruidos pero hay un punto medio (al que no se llega) y acaba en un sistema totalmente recaudatorio”.

“Vas a una dependencia y te dicen una cosa. Vas a otra y te dicen lo contrario. Te acaban mareando. Ni siquiera ellos son capaces de informarte de la dependencia que necesitas.

“Es frustrante. El dinero se va. Somos gente joven que tiramos de nuestros pequeños ahorros, familia y amigos. Pedimos dinero prestado. El tiempo de retraso se paga y sale caro. Alquilas el local y, si tienes suerte, el dueño te concede un periodo de carencia que te permite amortizar el primer mes que empleas en hacer el papeleo. Pero en dos meses aún sigues sin las licencias necesarias y ya empiezas a pagar alquiler. Todo el tiempo que no puedes empezar con tu actividad es dinero que estás perdiendo”.

(Puedes leer sobre más casos como esos aquí)

El problema no es lo que se puede hacer (nunca se sabe, una licencia puede tardar años) sino que además no sabes nunca por dónde te puede venir una desgracia, una denuncia, una inspección que te haga cerrar el local. 

De todos modos no me levanto yo cada día con esa moral… Al revés. Por eso me gustaría que la segunda mitad del post fuera sobre fiestas, sobre nuevos proyectos… Los hay, pero ya se sabe: Siempre prefiero tenerlos bien atados primero y, una vez están puestos en marcha, hablar de ellos. Permanezcan atentxs a sus pantallas.

La imagen salió de aquí. «Policía y fiesta».

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