Historias de amor diferentes (Ética promiscua, tercera edición)
15 enero, 2018 a las 13:41/ por moscacojonera
Dentro de poco Melusina publicará la tercera edición de Ética Promiscua. El libro incluye capítulos nuevos, ampliaciones, cambios… Este es otro fragmento nuevo de la nueva edición. Como diría La Vasallo, no es el romanticismo, es el marco del pensamiento monógamo:
«Una de las palabras que la gente usa cuando habla sobre sus relaciones es “romántica”. En la consulta de Dossie, a veces pacientes en terapia le quitan importancia a una nueva relación diciendo: “Oh, esa no es una relación romántica”. Tampoco es una palabra que nosotras usemos demasiado, así que nos encaminamos a descifrar qué significa.
Le preguntamos a unas cuantas amistades. Lo que nos dijeron es que las historias de amor, para mucha gente, parecen tener que ver con la intensidad de la emoción y el compromiso, y/o con conectar con una historia en particular, idealizada. Una historia de amor para mucha gente parece referirse a una tipo concreto de relato más que un tipo de sentimiento. Piensa, por ejemplo, en la distinción que mucha gente hace entre relaciones “románticas” y relaciones “sexuales”: en las primeras hay una trayectoria implícita. Todo el mundo hemos visto esta historia una y otra vez en libros, películas y televisión: chico encuentra chica (o chico encuentra chico o chicha encuentra chica), tienen una cita, tienen una segunda cita, tienen una tercera cita en la que tienen relaciones sexuales, hay conocimiento mutuo y malentendidos y regalos y momentos divertidos/curiosos, y luego hay una boda en la que cada miembro de la relación promete una vida entera de “adherencia mutua”.
No le vemos nada malo a todo esto, excepto el final. Poca gente hemos podido leer historias en las que el “final feliz” incluyera tres (o cuatro o más) personas. Incluso menos gente hemos considerado la posibilidad de que podrían desear un tipo de, uhm, adherencia con una persona y de otro tipo con otra. Todavía menos gente hemos aprendido que dejar la relación y redescubrirse mutuamente como amistades o compartiendo la crianza o siendo exes que se quieren también puede ser parte de la historia de amor.
Como todo el mundo hemos crecido con esta historia a nuestro alrededor, desde los cuentos de hadas hasta la literatura erótica, a veces crea expectativas que pueden interferir con nuestros objetivos como putones con principios. La narrativa de la “historia de amor” igual para todo el mundo te puede llevar a intentar forzar tu relación dentro de ella, aunque en esa historia no encajéis tú, ni la persona real que tienes enfrente de ti ni la relación que podríais construir.
Por lo que si eres ese tipo de persona que sueña con una rosa y un paseo por la playa al atardecer, disfruta de ese sueño y aprende que puedes aprender a soñarlo con detalles diferentes, con personas diferentes, de todas las maneras a las que tu imaginación y tu libido puedan llevarte.»