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La complejidad infinita de la no monogamia

28 septiembre, 2023 a las 18:42/ por

A medida que va pasando el tiempo se va ampliando la cantidad de biografías no monógamas posibles. Aunque desde el siglo XIX se han propuesto modelos ideales de convivencia, la realidad siempre va más allá y va creando relaciones mucho más complejas. Desde el momento en el que apareció el divorcio, el modelo matrimonial ha pasado a desarrollar biografías complicadas que ya son comunes: crianzas compartidas con exes, convivencias sin pareja, progenitores con noviazgos, amantes…

Son biografías similares a las de tantas redes que se han creado (debido a las circunstancias, no como algo ideal) en el entorno rural o en los márgenes a los que se les niega un lugar, una dignidad, que habitualmente no tienen nombre y hay que nombrar con frases largas: las casas trans, las redes de apoyo en la pandemia del SIDA, las redes de amistades-exes-compañerasdevida-madrinas entre mujeres lesbianas y bisexuales, las migrantes acogidas. Toda esa diversidad (que siempre ha sido un hecho) se va encontrando también en las relaciones más convencionales. Y para comprender todo ese tipo de relaciones nos puede ser útil ampliar nuestra perspectiva y no estar buscando únicamente dos estados: monogamia o no monogamia.

Sobre ese análisis complejo de las relaciones hay un artículo reciente, ininglis, del que traduzco una parte, sobre una propuesta de análisis de las relaciones, en las que no solo hay una biografía únicamente de la relación, sino una biografía con otras muchas facetas que se interrelacionan:

«A diferencia de previas perspectivas teóricas que conceptualizan las relaciones como una única trayectoria, propongo que el recorrido de una relación está compuesto por múltiples trayectorias entrelazadas, cada una surgiendo de entornos muy diferentes como la sexualidad, amistad, amor, familia, vida doméstica y trabajo».

Aquí lo dejo para quiénes les pueda ser útil. A mí me ayuda a completar la perspectiva actual que busca ampliar el campo de estudio más allá de unos pocos modelos relacionales, que busca estudiar los hechos que se dan en las relaciones en lugar de tratar de encajar esas vidas en esos modelos.


“Dado que se generalmente se espera o prescribe que las parejas sean monógamas, se casen, convivan y tengan descendencia, las relaciones de pareja “no tradicionales” se han descrito con términos como living-apart-together [ser pareja sin convivir aunque sea posible], pareja de hecho, pareja sin descendencia, voluntaria o involuntariamente y con términos relacionados con la no monogamia consensuada como relación abierta o poliamor. 

Por el contrario, las relaciones con encuentros eróticos en las que sus miembros no forman una pareja se han conceptualizado como “esporádicas”, “no-románticas”, “sin compromiso” o “a corto plazo”.

Los términos usados para referirse a esas relaciones con encuentros eróticos sin ser pareja son diversos y pueden ser usados para describir:
– Encuentros eróticos esporádicos (como “enrollarse”, “rollo de una noche”…
– Diversos grados de implicación erótica y de amistad (por ejemplo, follamistad, amistad con beneficios o derecho a roce.
– Un recorrido como pareja  (por ejemplo, expareja) implicación hedónica y erótica sin la intención de convertirse en pareja (por ejemplo, solo poly o polisoltería). 

Y en la amistad, se han acuñado diversas categorías para describir tipos “especiales” de amistad diferentes al modelo platónico tradicional, como una relación de amistad con derechos a roce, que implica encuentros eróticos y amistades apasionadas que implican amor romántico sin encuentros eróticos. Además, algunas relaciones de cocrianza [coparenting] incluye amistades que deciden tener descendencia juntas sin convertirse en pareja.

Es más, en la segunda mitad del siglo XX, (…) los estudios han observado que las relaciones pueden adoptar formas diversas durante su desarrollo. Por ejemplo, dos personas pueden transicionar desde rollos de una noche a ser una amistad con derecho a roce y de ahí a pareja para que después, tras la ruptura, volver a convertirse en amistad con derecho a roce y terminar siendo una amistad platónica.

Del mismo modo, dos personas que tienen citas regularmente pueden transicionar a ser pareja pero sin convivir, para pasar a convivir y termporalmente volver a dejar de convivir debido a cambios laborales que impliquen movilidad geográfica. Los miembros de una pareja, a lo largo de su relación, pueden renegociar su acuerdo de exclusividad y pasar de la monogamia a la no monogamia consensuada en base a los cambios de necesidades y circunstancias.

Después de una ruptura, los exmiembros de una pareja puede dejar de tener cualquier tipo de relación, pueden seguir con su relación de amistad, cooperar en cocrianza, seguir teniendo relaciones sexuales o querer reactivar su relación de pareja. Teniendo en cuenta el crecimiento incesante de literatura destinada a describir los diferentes tipos de relaciones y su desarrollo, se hace necesario examinar las perspectivas teóricas que se usan actualmente para examinar las crecientes complejidades de las relaciones».


Dado que no todos los términos en inglés para designar las relaciones tienen un equivalente en castellano, se han utilizado los más similares en naturaleza o se ha conservado el término original. Se pueden consultar los términos utilizados originalmente en el documento Rodrigue, C. (2023). Relationship course theory: An interdisciplinary integrative proposition to address the complexification of interpersonal relationships. Journal for the Theory of Social Behaviour, 1–22.
Documentación: Juan Lejárraga
Traducción: © 2023 Miguel Vagalume.

Fuente de la imagen principal: https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/jtsb.12391

2 Comentarios a “La complejidad infinita de la no monogamia”

  1. Agate dice:

    Súper interesante. Ninguna publicación similar in espanish,no?

  2. Mi expreiencia a este respecto es, como mínimo, inusual. Inicialmente, hacia 2011, cuando abrimos nuestra pareja, yo mantuve una relación sexual y emocional de gran intensidad con otra persona durante tres años (mi pareja nunca ha buscado otras relaciones, entiendo sus motivos y los respeto)

    Posteriormente, establecí otras relaciones: una derivó en un vínculo de crianza (había y hay una menor implicada) y otra forjó una ¿asociación? emocional y de complicidad sin sexo. Ambos vínculos siguen ahí a día de hoy.

    Finalmente, en los últimos años, y sobre todo a partir del final de la cuarentena, tomó forma otra relación que esta vez es de pareja, y que se ha conformado como un vínculo estable que incluye sexo, convivencia (más o menos la mitad del tiempo estoy con una de mis parejas, la otra mitad con la otra) crianza (de nuevo hay un menor implicado, logística y, en resumen, compromiso a todos los niveles. De hecho hemos celebrado una ceremonia pública de compromiso y expresado votos (de forma alegal, evidentemente, ya que estoy casado con mi pareja desde hace más de 30 años)

    Evidentemente nada de esto estaba previsto, simplemente ha sucedido y nos hemos ido adaptando

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