¿Te vienes? Te invito a cenar.
Te invito a follar.
24 septiembre, 2014 a las 11:00/ por moscacojonera
Quien más, quien menos tiene tres o cuatro platos que le salen bien para poder invitar a alguien a cenar e impresionar, aunque sólo sea un poco, con su receta. Eso sí, como hay tantas posibilidades (¿es vegetariana esa persona? ¿le sienta mal la lactosa? ¿come sin gluten? ¿es celíaca? ¿tiene alergia a algún alimento?) es mejor preguntar antes. Antes se dejaba elegir entre opciones más básicas: ¿te gusta el marisco? ¿te gusta el pescado? ¿eres más de carnaza? ¿te gusta la comida japonesa? Pero es por amabilidad que preferimos preguntar si hay alguna cosa más que debamos saber.
Lo mismo hacemos con el vino, que si Riojas, Riberas del Duero, Prioratos, Albariños, Riesling y demás. ¿Blanco?¿tinto? ¿no te gusta el vino? ¿mejor otra cosa? ¿Qué quieres que te haga de postre? (no, deja, eso lo llevo yo) ¿qué día? ¿A qué hora te viene bien?
Y entendemos que tanta pregunta muestra a quien invitamos que nos apetece que nuestra cena le guste, que se sienta a gusto.
Y una vez que la persona está en casa se va cenando, bebiendo vino, flirteando, tomando el postre, que si un cafecito…y de una cosa se pasa a la otra hasta acabar desnudándose por casa, o terminar en la ducha, o directamente a la cama o el sofá Y A FOLLAR.
¿Cómo es que se acaba ahí sin hacer ni una sola pregunta? O más bien pocas. ¿quizá porque se considera que es mejor improvisar? ¿entonces por qué se pregunta tanto para la cena?. A lo mejor la razón es una de esas frases que no se sabe muy bien qué quieren decir (cada cual la dice con una idea distinta en la cabeza): «Es que si lo hablas antes le quitas toda la gracia». ¿Por qué eso no se aplica a la cena?.
Precisamente a la hora de follar creo que la cosa es más complicada que para cenar, por lo que, en todo caso, ¿no debería haber más preguntas en lugar de menos?. Claro que, a lo mejor peor, la cosa es que se aplica mucha imaginación a la cena y poca al resto. Un plato bien elaborado para cenar y un yogur marca blanca para follar.
No estoy diciendo, obviamente, qué hay que hacer a la hora de follar, si debe ser más elaborado o menos, cada cual lo hará como más le guste. Esto es como una maratón popular: No compites con quienes van al lado, sino en todo caso contra ti. Por disfrutarlo más la próxima vez, por que algo nos salga mejor que la vez pasada, que lo pasemos mejor, que el orgasmo sea mayor o al menos tan bueno como aquella vez.
Lo único que me llama la atención es que, en general, se asuma que a la hora de follar está bien con optar por un Big Mac, que se sabe que le gusta a todo el mundo. Y al final, al menos en relaciones chico-chica, ella se vuelve para casa sin haberse corrido pero aparentando que sí para que no la mareen mucho con el tema* Y que si le preguntas si estuvo bien, te dirá que sí, que perfecto, que ella es así, que no hay que cambiar nada. Y a lo mejor se acaba pensando que el problema está en quienes cocinan…en lugar de en los platos que se ofrecen.
Al no abrir el menú a la hora de follar, al no dar platos ni muchas opciones a elegir… ¿no se corre el peligro de comer siempre lo mismo, o al menos variar sólo entre dos o tres, creyendo que es el único plato que sabe cocinar quien nos invita?. Y claro, después se vive con esas ganas de comer algo exótico que, si has optado por la no monogamia, puedes probar… Porque si no, seguramente te busques a alguien que cocine ese plato que te gusta tanto y no has conseguido probar… hasta que te aburras.
Si hay algo que agradezco de haberme metido en el ambiente pervertido/bdsm/queer es que, al no darse nada por hecho (ni prácticas, ni orientación ni identidad), con cada nueva persona se diseña el sexo que se tendrá desde el principio al final…para elegir qué platos van en el menú (con el resultado afortunado de que hay cientos de platos para elegir). Y a partir de ahí se puede improvisar y sorprender con un plato que te encantaba y hacía tiempo que no probabas.
Este es el menú completo de las opciones que se pueden elegir en Fetlife.
No es que recomiende especialmente Fetlife (a no ser que se busque BDSM y perversiones), ni tampoco el BDSM o este menú en concreto… Es mejor que cada cual piense en qué cosas le gustaría hacer y se haga su propio menú. Pensar qué te pone, qué quieres y negociar qué platos se cocinarán hoy.
Pero ya se sabe, es el tabú admitido con el que vivimos: Del sexo no se habla, sólo se puede hacer. No sabemos seguro qué nos gusta, no sabemos exactamente hasta donde atrevernos a pedir, quizá nos da igual renunciar a algunos platos y más adelante no sabemos cómo pedirlos, algunas veces nos da vergüenza confesar que nos gustan determinadas cosas… En realidad yo creo que se sale ganando más hablando de él, sea antes, sea después, o mejor, antes y después. No es fácil. Pero se sale ganando mucho.
*¿Es sólo a mí que me cuentan mis amigas que las primeras veces con un chico les cuesta entre mucho y muchísimo correrse? No puede ser. Otra cosa es que no se hable «en abierto», pero es imposible que esa información no circule en determinados círculos o chochoforos, claro está.
IMÁGENES
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Sobre lo de correrse creo q hay estadisticas formales, es de las cosas mas faciles de buscar
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